Accidente ofídico
El HUBU busca colaboración con Costa Rica sobre la mordedura de víbora
El Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica es un centro especializado en la elaboración de antiveneno. «Ellos son una potencia en el conocimiento sobre el veneno y antídotos y nosotros podemos aportar la parte de atención clínica»
El grupo de trabajo de Toxicología del servicio de Urgencias y Emergencias del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) esperan iniciar el trabajo conjunto con el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) para «contar con los expertos en materia de venenos y antídotos que nos ayude mejor a atender este tipo de accidentes ofídicos», explica el urgenciólogo y experto en el tratamiento de mordedura de víbora en el HUBU, Alejandro López.
La conexión permitirá un feedback. La gran experiencia en Costa Rica en el tratamiento que permite poner coto al veneno es largo, cuentan con 50 años de trayectoria e investigación. Es una de las zonas en Sudamérica, donde las serpientes son altamente tóxicas, que plantean realizar para convertir al grupo de Burgos en referencia en el tratamiento de estos accidentes.
«Para ellos lo importante es trasladar nuestro protocolo de atención clínica porque aquí hay recursos, infraestructura, seriación analítica y medios y allí es complicado desarrollar este tipo de protocolos porque, además, este tipo de mordeduras se da en zonas rurales con menor infraestructura sanitaria», señala.
Con el centro de Costa Rica colabora el científico del Instituto de Biomedicina de Valencia del CSIC, Juan José Calvete, experto en el análisis proteómico de los venenos de estas especies. Una acción clave para afinar más en los antídotos que se pueden suministrar. El objetivo es que esta colaboración se pueda desarrollar tanto en Costa Rica como en Argentina y Paraguay.
Hay diferencias en los accidentes ofídicos de estos países de Sudamérica con respecto a los que se registran en Europa. Allí las serpientes son mucho más peligrosas, los ejemplares tienen veneno con una alta toxicidad y por ello hay tradición en la búsqueda de antídotos. Allí las mordeduras generalmente se producen en las extremidades inferiores porque los avistamientos se producen mientras están caminando.
En España las víboras tienen una mordedura con menor toxicidad que las sudamericanas. Quizás la víbora Aspid puede tener una afectación más alta de lo habitual. Aunque «hay estudios que ya hablan de que los venenos están evolucionando hacia una mayor toxicidad y eso hace más complejo la fabricación de antídotos», explica López. Con todo no llegan a los efectos de las mordeduras de las grandes serpientes de América, «nos gustaría tener conocimiento directo en este ámbito y poder estar al día y en contacto con científicos, bioquímicos y herpetólogos que trabajan en este área», señala.
Otra característica de las mordeduras en España es que se producen en la mano. «La gente que llega siempre tiene afectado el miembro superior, generalmente la mano porque las cogen para apartarlas, para cazarlas o aparecen cuando se está trabajando en el jardín o en el campo», señala. El objetivo es completar el protocolo y conocimiento completo de atención que se presta al accidente ofídico en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) y convertir al servicio en referencia nacional en este tipo de casos.