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«He recibido mucho más de lo que he dado»

Empleada y voluntaria de CaixaBank en Burgos fue seleccionada para desarrollar un programa de terapia con perros para niños enfermos en colaboración con la unidad funcional de intervenciones con animales Apetece

Pilar de Castro, con la camiseta azul que distingue a los voluntarios de CaixaBank.OSCAR CORCUERA

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Burgos

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Pilar de Castro, empleada de CaixaBank, ya era voluntaria, pero una baja de larga duración hace dos años no sabía que le iba cambiar la vida de la forma en la que se la ha cambiado. Una «conexión emocional» con sus perros y un voluntariado anterior con niños con enfermedades crónicas en colaboración con el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) le hicieron plantearse un reto que pasó primero por formarse en terapia asistida con animales, en este caso su perra Bruma, una labradora retriever «color chocolate», a la que entrenó de forma específica en la unidad funcional de intervenciones de animales Apetece.

No obstante su situación en ese momento, al estar de baja, hizo que «cuando me metí en ello lo primero que pensé, ¿seré capaz?». Y ella misma responde, tras esta experiencia, «me ha demostrado que realmente he crecido personalmente y colaborar con estos niños y con otras entidades sociales para mí me supone mucha más ayuda y he recibido mucho más de lo que he dado».

CaixaBank ofrece la posibilidad a los voluntarios de la entidad de presentar proyectos en una convocatoria y si sale seleccionado entre todos los que se presentan, como fue el caso del que presentó Pilar, recibe una aportación que va destinada a la asociación con la que colabora. El proyecto de terapia con perros «ha tenido un gran éxito» y se ha revelado muy útil para aplicarlo con estos niños, que «tienen muchos ingresos, su rutina diaria es con hospitalizaciones, con tratamientos». El objetivo del proyecto de Pilar era «proporcionar un poco de calidad de vida».

El proyecto, ya finalizado, se desarrolló a lo largo de tres meses con doce sesiones, una a la semana, en la que trabajaban con entre ocho y diez niños. Las sesiones, que se realizaban en elForo Solidario de Fundación Caja de Burgos, lo que buscaban era conseguir «un poco la estimulación». Algo que, según explica Pilar, «un perro o un animal consigue mucho más que un humano». Lo que hace el perro es «estimular al beneficiario que para que pueda realizar ciertas actividades que igual con una persona no las hace».

En estas sesiones, apunta Pilar, también había comunicación verbal con los niños, para que «tuviesen trabajo en equipo, estimulación a nivel de psicomotrocidad, también que algunos pudieran coger diferentes objetos, que se pudieran sentir capaces de hacer más cosas». Cada niño estaba en una situación, lo que hacía que en las sesiones hubiera siempre una psicóloga. «La primera sesión siempre es un poco de contacto, un poquito para ver cada niño qué es lo que puede necesitar, ya que las necesidades de cada uno son diferentes». Por ejemplo, «igual un niño necesita más que se levante y que pasee con el perro y otro necesita más que hable, que se muestre, que exprese sus sentimientos».

Un trabajo que se fundamenta en cuatro pilares, una estimulación física, emocional, cognitiva y social. Pero no todo es trabajo, también hay ocio con los perros, ya que los pequeños tienen que «sentirse que están en un sitio en el que también pueden disfrutar». Algo que se conseguía con juegos como tirar una pelota a una portería, que la cogiese el perro o los niños. Esta experiencia hace que Pilar anime todos a subirse a lo que ella llama el «tren azul», el color de la camiseta que distingue a los voluntarios de CaixaBank. Por lo que se da pero también por lo que se recibe. En su caso, la experiencia ha hecho que «te cambien los valores». A raíz de lo que «he vivido me ha hecho ver la vida de otra forma y me voy a dar más a los demás».

Para hablar de proyectos como el que ha llevado a cabo Pilar de Castro es necesario contar con el respaldo de tu entorno laboral. En este caso, Pilar afirma que «soy una afortunada porque por mi situación personal puedo» hacer voluntariado. Para los casos en los que es más difícil, CaixaBank ofrece una bolsa de horas que dentro del horario laboral se pueden dedicar al voluntariado. «Nos da unas herramientas, sin su ayuda no podría hacer esta labor», asegura. La entidad también ofrece formación para desarrollar el voluntariado en diferentes áreas, según del tipo que sean. Y no es necesario ser empleado o cliente para ser voluntario. Un voluntariado que no solo está destinado a personas de forma individual, también a familias enteras, para que puedan practicarlo de forma conjunta y favorecer, de paso, la conciliación.

Además, recuerdan desde la entidad que tienen alianzas con la Junta de Castilla y León y el Instituto de Estudios Financieros (IEF) para dar cursos de finanzas en institutos con el proyecto ‘Finanzas para jóvenes’, con el que se formarán 600 estudiantes de 4ªde la ESO de 22 centros de Castilla y León.

En CaixaBank recuerdan que el mes de mayo es el «mes social», en el que las entidades sociales «nos piden manos para colaborar con ellos y lanzamos muchas actividades para abrir el voluntariado a los empleados, clientes, familiares que quieran animarse».

En definitiva, el mensaje que da Pilar de Castro es claro: «A mí me han ayudado, yo quiero ayudar». Y en el caso de este proyecto concreto, «a mí me han regalado la sonrisa, la ilusión, la ternura, el cariño, el afecto, el abrazo». Un voluntariado con el que busca una «sociedad mucho más generosa, que no solamente vivamos en nuestro mundo, intentar colaborar fuera para conseguir empatizar».