La Hostelería recuperó un 10% de las cancelaciones de Semana Santa
Debido a las malas condiciones climáticas, se produjeron muchas cancelaciones de última hora que representan pérdidas económicas para el sector hotelero
La hostelería en Burgos se vio afectada por las condiciones climáticas que caracterizaron esta Semana Santa. A pesar de ello, los establecimientos hoteleros de la ciudad alcanzaron niveles de ocupación cercanos al máximo gracias a una serie de estrategias con las que lograron recuperar un 10% de las cancelaciones.
Luis Mata, presidente de la Federación Provincial de Hostelería, señaló que «la ocupación durante las tres noches principales de Semana Santa fue del 93% aproximadamente, cifra que se asemeja a la situación del resto de Castilla y León».
A pesar de las expectativas de alcanzar una ocupación total durante estas fechas cruciales para el turismo, las lluvias que azotaron alteraron estos planes. «Con la lluvia hay que sumar cancelaciones de ultima hora. Esto hizo que los principales días de Semana Santa la ocupación no fuera tan redonda como las previsiones indicaban», expuso Luis Mata.
A pesar de que inicialmente se experimentó una disminución del 80% en la ocupación como consecuencia de las cancelaciones, el sector logró recuperar un 10% de las reservas gracias a la implementación de estrategias de último momento como descuentos especiales y campañas de promoción dirigidas a atraer a los viajeros de última hora.
Sin embargo, las cancelaciones tardías continúan representando un problema para la hostelería, sobre todo cuando se aplican políticas de cancelación gratuitas. Estas políticas impactan negativamente, al generar pérdidas difíciles de recuperar. Luis Mata expuso la situación en la que se encuentran: «Garantizamos una habitación en unas fechas importantes con un precio cerrado pero nos pueden cancelar en cualquier momento».
También sugirió que las reservas deberían contar con políticas comerciales que ofrezcan flexibilidad equiparando el precio inicial con un mínimo tras las cancelaciones. «Los hoteleros necesitan que durante estas fechas clave no se permitan las cancelaciones gratuitas el día anterior» comentó.
Una notificación anticipada por parte de los clientes supone la oportunidad de reasignar habitaciones vacías y puede marcar la diferencia entre la viabilidad económica y las pérdidas para el sector hostelero. «Las cancelaciones tardías representan un problema para la hostelería, ya que las habitaciones quedan vacías cuando existen personas dispuestas a ocuparlas» explicó Mata. Los establecimientos necesitan ajustar su capacidad, reorganizar reservas y minimizar el impacto financiero. «No podemos exponernos a cancelaciones de última hora por que es el hotel el que asume las perdidas» sentenció.
La industria hotelera experimentó una reducción del 10% en sus ingresos en comparación con el año anterior, y un 15% por debajo de las expectativas para la temporada.
Aunque la peor parte se la llevaron los bares y restaurantes, que también se vieron afectados de manera considerable por el mal tiempo durante esta Semana Santa, experimentando una caída del 30% en su facturación. La cancelación de algunas procesiones y la reticencia de los consumidores locales a salir con el mal tiempo, influyeron en que las personas optaran por quedarse en casa durante esta Semana Santa.