Arte y «sensibilidad» al servicio de la Policía Nacional en Burgos

Sabe el veterano artista burgalés Miguel Ángel Velasco, por experiencia y por ser una verdad como un templo, que «la pintura es la expresión de un sentimiento». Sus obras, sobre un óleo o cuando escribe, reflejan una pasión innata del creador que nunca se conforma, que aprende y se esmera día a día, año tras año. Por eso quiso dar lo mejor de sí mismo tras recibir un encargo con vocación de perdurabilidad. Nada más y nada menos que un cuadro conmemorativo del 200 aniversario de la Policía Nacional. 

La Comisaría Provincial tenía que ser, y así ha sido, el telón de fondo. Si algo pretendía plasmar el pintor con esta obra es que la Policía «no es un empleo» sino «un sentimiento mucho más profundo», fruto de la «vocación», capaz de «proporcionar un servicio de seguridad pública». El cuadro, presentado en sociedad este lunes en la Subdelegación del Gobierno, concentra los ingredientes que el autor pretendía mezclar. De su paleta, además, emergieron «colores de dignidad, honestidad y sacrificio». 

Tres agentes uniformados, uno de ellos con sus hijos, y tres amigas en la terraza de la cafetería La Habana en un día cualquiera. Una estampa normal y corriente de la Comisaría, con un coche patrulla en la calle de Raúl Santamaría a punto de enfilar -seguramente- por la avenida de Castilla y León. Velasco era consciente de que el edificio policial «no es bonito estéticamente», de ahí que aportase un plus de belleza tratando de «romper la monotonía de grises del fondo». 

La luz juega un papel fundamental. Sobre todo en la terraza, que «engloba en general a toda la sociedad». «No es un cuadro personalista», aclara el autor aunque salte a la vista observando la obra. Pero volviendo a la terraza, a ese instante de distensión tomando algo, la pretensión no es otra que mostrar el final de una jornada «con paz y tranquilidad». Y subrayar, tal y como apunta el artista, que «volverá a amanecer al día siguiente con el mismo entusiasmo». 

«Las comisarías son espacios hostiles donde se va a contar penas», señalaba el comisario jefe de la Policía Nacional en Burgos, Jesús Nogales, poco antes de que se descubriese el cuadro de Velasco bajo la mirada de sus familiares. El objetivo que se marca el Cuerpo con su bicentenario es promover iniciativas que «impactan en la sociedad» y esta es una de ellas. En su opinión, asociar la efeméride con una obra de arte es «especialmente bonito» y merece la pena que se comparta con la ciudadanía. Por eso, la pintura será accesible «a todos los burgaleses» durante los próximos meses, en la entrada de las dependencias policiales, antes de su traslado a la sala de reuniones. 

Lo que más le gusta a Nogales de este regalo es la propia «instantánea de cómo estamos ahora». El recuerdo prevalecerá, de eso está plenamente convencido. Pero quizá lo que más le congratule es la posibilidad de «proyectarnos hacia el futuro» a través de una imagen, la de «nuestra casa», donde los tres agentes que aparecen son compañeros reales con nombres y apellidos. 

También le encanta el cuadro al subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente. Por su estética y «colorido», aunque posiblemente lo que más le agrade sea la ubicación en sí misma. Se trata de su antiguo barrio. Y donde hoy aparece una terraza, antaño había una campa. Al margen de aquellos recuerdos, cuando la avenida de Cantabria era la del general Vigón y la ciudad era mucho más pequeña, De la Fuente considera que celebrar el 200 aniversario de la Policía Nacional «vinculándolo al arte» implementa una «sensibilidad» que dejó «múltiples ejemplos» durante la pandemia.