Ayuntamiento y Caja de Burgos inician el proceso de disolución de los consorcios

Los consejos de administración de los consorcios del desvío ferroviario y de Villalonquéjar han acordado con el «mutuo acuerdo» del Ayuntamiento de Burgos y de la Fundación Caja de Burgos, los únicos socios que formaban estas entidades, el inicio del proceso de disolución.

Así lo ha informado el concejal de Urbanismo y consejero delegado de los consorcios, Juan Manuel Manso, al terminar ambas reuniones que se han desarrollado con cierta tensión, por la discrepancia del principal grupo municipal de la oposición, el PSOE. Los socialistas han votado en contra de la decisión por considerar que no se tenían informes técnicos que avalaran los pasos a dar en el proceso de extinción.

En la práctica, la decisión tomada supone una «transmisión de universal de bienes y obligaciones» a favor del Ayuntamiento de Burgos que asumirá la deuda, como de hecho ya venía haciendo, así como la gestión de los activos (parcelas para uso industrial y residencial), esta parte es de la que se encargaba la Fundación Caja de Burgos.

La deuda que asume el Ayuntamiento de Burgos llega a los 203,2 millones de euros, pero en la información facilitada tras la última reunión de los consejos se han actualizado las cantidades para tener en cuenta las amortizaciones que están previstas en este año, en abril y julio de 2024.

De esta manera, en el consorcio del desvío, con 122,8 millones pendientes de pago, se ingresará una cuota de amortización de 8.143.854 euros, que se corresponden con 1,7 millones de intereses y 6,4 de capital. En este caso, se ha solicitado al Ayuntamiento de Burgos que aporte 3.610.296 euros del tramo B, la deuda no sostenible con venta de parcelas, a fecha de 30 de abril.

Por su parte, en el consorcio de Villalonquéjar que debe a los bancos 80,4 millones de euros, está previsto amortizar 7,3 millones de euros, de los 3,6 millones son de intereses y 3,7 millones son de capital. El Ayuntamiento entregará, con fecha de 31 de julio, 1.550.573 euros, que se corresponde con el tramo B de la deuda, el que se paga con aportaciones propias más allá de la venta de suelo.

Realizadas estas amortizaciones de las cuotas, la cantidad resultante de deuda que gestionará en solitario la ciudad es de 187 millones de euros. El equipo de Gobierno, tiene previsto seguir amortizando este 2024 otros 35 millones de euros, según explicaba el consejero delegado de los consorcios el pasado lunes, 30 millones de las arcas municipales y 5 más del fondo de reserva de los consorcios.

El proceso de disolución puede durar varios meses, en los que desde el Ayuntamiento, el objetivo es renegociar el pago de esa deuda con unas condiciones más ventajosas que las actuales, en un escenario de altos intereses bancarios.