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El ramal ferroviario entre Villafría y la fábrica de Kronospan entra en la fase de pruebas

Si todo transcurre con normalidad, el vial, de 5,3 kilómetros entre Villafría y Castañares, estará en servicio «a la mayor brevedad», según informan desde la Consejería de Movilidad

Las vías de la nueva conexión entre Villafría y la fábrica de Kronopan, en Castañares, están instaladas y en estos días comienzan a probarse.©Tomás Alonso

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Burgos

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El vial ferroviario a la fábrica de Kronospan, que conecta la estación de mercancías de Villafría con la factoría del barrio de Castañares, entrará en pruebas en los próximos días. Estas actuaciones, por tanto, son el preludio de la puesta en marcha de esta infraestructura ferroviaria que se espera que se ponga en servicio «a la mayor brevedad posible». Así lo transmiten fuentes de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, presidida por María González Corral.

Esta obra ha sido financiada al 50% entre el Gobierno regional y la empresa dedicada a la fabricación de tableros para la construcción. En total, la inversión realizada es de 14 millones de euros (7 aportados por parte de la empresa y 7 por parte de la Junta). El vial de Kronospan tiene 5,3 kilómetros de longitud entre el Puerto Seco de la Terminal de Mercancías de Villafría (Centro de Transporte de Burgos) y el polígono industrial de Castañares.

El proyecto no se quedará en esta conexión ferroviaria, sino que también está prevista la habilitación en el futuro de un nuevo ramal hasta el Parque Tecnológico de Burgos. Al unirse ambas propuestas, este proyecto se consideró de interés general y de ahí la participación de la administración regional con una importante aportación económica. Las vías que llegan hasta Kronospan pasan, de hecho, muy cerca del futuro parque tecnológico, cuyas obras se retomaron el pasado agosto.

Trabajadores en la jornada de ayer, 23 de abril, junto a las vías.©Tomás Alonso

El Decreto 2/2021, de 28 de enero, avaló la consideración de esta infraestructura como proyecto regional prioritario para el acceso ferroviario a la zona industrial del Este de Burgos, previamente había sido aprobado en Consejo de Gobierno el 13 de febrero de 2020.

Como se indicaba por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en ese decreto, la ejecución de una conexión ferroviaria de esta magnitud, de alcance supramunicipal al afectar a los términos de Burgos, Cardeñajimeno y Orbaneja Riopico, reunía una serie de caracteres que permiten su calificación como de interés para la Comunidad en el ejercicio de sus competencias de ordenación del territorio.

La multinacional maderera ubicada en Burgos llevaba años demandando esta conexión ferroviaria para facilitar la entrada y salida de producto a la factoría porque como expusieron contribuiría a reducir los costes logísticos. De hecho, por su parte, lo declaró como proyecto prioritario en el Plan Industrial del Grupo Kronospan en Burgos para el periodo 2019-2024.

En julio de 2021, la maderera de origen austriaco obtuvo la autorización del Adif para la conexión de su ramal ferroviario y apartadero de mercancías con el Puerto seco de Burgos. Un paso que resultó decisivo para ir cumpliendo etapas y que se viera más próximo el inicio de las obras que se producía en el último cuatrimestre de 2021.

Las vías en primer término y la factoría al fondo.©Tomás Alonso

El pasado 2023, durante una visita a las obras por parte de responsables de la Consejería de Movilidad, así como de la empresa, se hablaba de que a final de ese año podría ponerse en marcha el servicio ferroviario, pero finalmente será más entrado el 2024 cuando se produzca el hito que falta.

Lo que Kronospan esperaba, según indicaba entonces Francisco Javier Martínez, miembro del Consejo de Administración de la compañía, es que «tan pronto como las obras terminen deberíamos estar en condiciones de que los trenes se usen».

Había transcurrido en marzo de 2023 año y medio de actuaciones y, por su parte, la empresa trabajaba en paralelo en la remodelación de sus instalaciones para adaptar su túnel de carga con el objetivo de albergar a camiones y trenes.

Asimismo, se estaba llevando a cabo una intervención en la fábrica para descargar «de manera segura» los productos químicos, procedentes de los puertos de Bilbao y Santander. Aunque de entrada no se contempla un incremento de la actividad gracias al ramal, Martínez está convencido de que ayudará a vender «más y mejor».

Con este ramal se cierra un círculo de actuaciones que se han venido realizando por la Junta en el entorno industrial de Burgos en los últimos años. En concreto se suma a otras como son la construcción y puesta en marcha de la terminal ferroviaria al servicio del Polígono Industrial de Prado Marina en Aranda de Duero; la ampliación en 220.000 metros cuadrados del Centro de Transportes de Burgos, el Polígono Industrial de Ircio en Miranda de Ebro o el propio Parque Tecnológico de la capital.