El PSOE califica de ‘fake’ la Zona de Bajas Emisiones. «El PP ha comprado el discurso de Vox»
Josué Temiño advierte que es más que probable que el Ministerio acabe «sacando los colores» al Gobierno municipal, que tendrá que devolver miles de euros de los fondos europeos
Josué Temiño, viceportavoz socialista, durante en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por su compañero de grupo Julián Vesga.
A escasos tres días de que la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones sea debatida y aprobada inicialmente en el Pleno extraordinario del lunes, 29 de abril, el grupo municipal socialista, que ya ha anunciado su voto en contra, igual que en el consejo de administración de Movilidad, asegura que el proyecto es un ‘fake’, una acumulación de despropósitos en el que «el PP ha comprado el discurso de Vox».
El viceportavoz del PSOE, Josué Temiño, ha comenzado su valoración explicando que ha sido necesario convocar dos consejos de administración de Movilidad, uno el jueves por la tarde y otro el viernes, por la «chapuza» del concejal de Movilidad, José Antonio López, que no adjuntó la documentación imprescindible para poder debatir y votar sobre esta nueva normativa. Una cuestión que ha supuesto a las arcas municipales 1.287 euros en asistencias de los concejales, que cobrarán por una reunión fallida, de apenas unos minutos, entre 221 euros y 147 euros por cabeza en función de su papel. De hecho, el socialista expuso que uno de los concejales de Vox estaba haciendo doblete, a la vez en la elección de las reinas de las fiestas y en el consejo de Movilidad, donde acudió «solo para cobrar».
Burgos
Zona de Bajas Emisiones. 98 calles componen el perímetro interior, la mayoría peatonales
Natalia Escribano
Temiño se pregunta quién está al volante en la ciudad y asegura que con este planteamiento «la ciudad retrocede porque es justo la antítesis del proyecto presentado por el PSOE en el pasado mandato por el que la ciudad obtuvo 2,6 millones de euros de fondos europeos».
Desde el PSOE ven más que posible que el Ministerio acabe «sacando los colores» al Gobierno municipal presidido por Cristina Ayala y teniendo que devolver miles de euros por apenas presentar una Zona de Bajas Emisiones, compuesta en su mayoría por calles peatonales.