Prosame y Burgos Acoge suman esfuerzos contra la discriminación

La máxima es sencilla: juntos, más y mejor. Así podría, de hecho, resumirse el documento con el que han sellado las entidades locales Burgos Acoge y Prosame el inicio de la que, esperan, será una larga y fructífera colaboración. Convenio mediante, ambas formaciones se comprometían a combatir en red la discriminación a la que, cada día, se enfrentan los colectivos que son su razón de ser. Un muro apuntalado por el estigma que es doble en el caso de las personas inmigrantes con problemas de salud mental, perfil que enlaza la labor de ambas agrupaciones y que da sentido al acuerdo recién oficializado.

Esta sinergia «se enmarca en un proyecto nacional que se llama Alerta Racismo, cuyo objetivo es precisamente facilitar la atención a víctimas de discriminación por origen racial y étnico y con problemas de salud mental, al tiempo que se fomenta la colaboración entre entidades del tercer sector», explicaba la técnica de Igualdad de Trato de Burgos Acoge Beatriz de la Fuente.

Asentía al tiempo David Gómez, técnico por su parte del área de Empleo de Prosame: «Vemos casos en los que las trabas burocráticas a las que se enfrentan empeoran determinados cuadros. Una persona que llega con un diagnóstico en el país de origen y aquí, al toparse con una serie de obstáculos vinculados, por ejemplo, con una situación administrativa irregular, añade una serie de estresores que, lógicamente, agravan su situación, disparándose la ansiedad, para empezar», relata. Esta es, no obstante, una de tantas posibilidades.

En sí misma, «la discriminación» afecta negativamente a la salud mental y en el caso de colectivos especialmente frágiles, por la naturaleza del propio proceso que viven, como es el migratorio, todavía más, porque cuesta más denunciar y plantar cara, aseveran los representantes de ambas entidades. «También, aunque dependen mucho del lugar de origen y de cómo se ha tratado en él su situación, les cuesta más verbalizar lo que les ocurre o pedir ayuda», indican, como problema añadido, para aclarar que en ocasiones parten de su país sin diagnóstico y es el cambio el que lo desencadena. «El abanico de casos es diverso», apunta Gómez.

Además de reforzar la atención directa a estas personas y su entorno, para lo que ya han presentado a profesionales de ambos equipos los servicios que cada entidad presta y las herramientas de las que dispone, el convenio suscrito por ambas partes contempla desarrollar actuaciones de sensibilización, con acciones de calle incluidas, dirigidas a acabar con los estereotipos y los prejuicios que de ellos se derivan.

Especial mención merece la puesta en marcha de la aplicación Alerta Discriminación. «Se puede descargar de manera gratuita en el teléfono y sirve para denunciar casos de discriminación que cualquiera sufra o presencie. Llega a nosotros y podemos hacer un seguimiento o iniciar algún trámite si fuera necesario», detalla De la Fuente.