Frente a la desidia municipal, acción

Lo avisaron y han cumplido. Tras años de abandono, los usuarios de la pista de skate de San Isidro ni siquiera han esperado a que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento deshoje la margarita y se ponga de acuerdo sobre si debían acometer, al fin, el necesario mantenimiento -posibilidad que dejó abierta la portavoz municipal, Andrea Ballesteros- o si, por el contrario, permanecían en la línea de los últimos ocho años, desde su puesta en servicio, sin invertir ni un euro en arreglos, tal y como planteaba el edil de Deportes, César Barriada, a favor del ‘desahucio’.

Los defensores de la instalación (aficionados y deportistas de élite) intuían desde el principio la respuesta que el propio Barriada, no obstante, ha rehusado dar en reiteradas ocasiones desde que lanzaron aquellos mensajes contradictorios, allá por el 20 de marzo. Juegan con ventaja, la han escuchado, cual mantra, en las distintas reuniones que han mantenido con representantes del Servicio Municipalizado de Deportes con el propósito de salvar la instalación, sin éxito.

Las explicaciones públicas del edil ‘popular’ fueron la gota que colmaba el vaso y les impulsaba a dar un paso que barruntaban hace tiempo: entrar en acción ante la desidia municipal. Asumían entonces la tarea -y el riesgo- de adecentar este espacio por su cuenta. No han faltado manos ni donativos para empezar a hacerlo y los resultados ya son visibles.

Lo recaudado vía micromecenazgo en gofundme.com se destina a la compra de materiales y herramientas, que se suman a las aportaciones en especie de particulares y empresas: pintura, masa, mortero, decapante… Todo suma. Y sigue. El tiempo de trabajo es, no obstante, el modo de contribución mayoritario. 

Hasta vecinos de la zona, ubicada en el barrio de San Pedro y San Felices, se han animado a colaborar en las tareas de limpieza. «Son los mayores interesados en que esté en perfecto estado», subrayan los promotores de la iniciativa. Desmienten así el argumento al que ahora se aferra el bipartito para justificar que intervenir en la pista «no es una prioridad», pues «no se ha planteado como tal por el distrito». Del enfado de los usuarios al conocer tal razón dan fe las redes sociales.

Provistos, pues, de medios y, sobre todo, de la voluntad que han echado en falta en los representantes políticos al frente de Deportes en los últimos años, varios voluntarios ya han reparado lo más urgente y lijado todas las imperfecciones del pavimento con discos de diamante.

Culminada esa labor, han empezado también a lijar elementos metálicos oxidados y tapar grietas y grafitis, pues la pintura con la que se realizan resbala y los convierte en un verdadero peligro. Lo próximo será empezar a soldar y renovar el cemento en la zona de 'pool coping', que ahora tiene baldosas rotas y sueltas.

La eliminación de pintadas que ya ha comenzado llevará tiempo. Saben que «al no estar vallado siempre puede haber más actos vandálicos». Con todo, «hasta ahora solo una pequeña firma ha aparecido» en las zonas ya adecentadas. Para evitar que regresen en masa, los usuarios harán saber a la «comunidad grafitera» el riesgo que entraña esta práctica en la pista.

Estas actuaciones se acompañarán de otras destinadas a reivindicar esta instalación -que costó más de 800.000 euros y cuyo diseño permitiría celebrar en ella competiciones oficiales- y la necesidad de recuperarlo como espacio de unión de deporte, ocio y cultura. Planean ya citas musicales y un gran evento para junio.