200 años de la Policía en Burgos: origen, desarrollo y evolución
Este martes, a las 19.30 horas, se presenta en Cultural Cordón el libro ‘Dos siglos de historia. La Policía Nacional de Burgos en su bicentenario (1824-2024)’, escrito por el historiador Isaac Rilova Pérez
Ha sido uno de los trabajos más complejos y largos en el tiempo de los que completan la bibliografía del doctor en Geografía e Historia por la UNED Isaac Rilova Pérez. ‘Dos siglos de historia. La Policía Nacional de Burgos en su bicentenario (1824-2024)’, publicado con el patrocinio de la Fundación Caja de Burgos. «Esta una publicación de relevancia, que viene a arrojar luz al conocimiento de una parte importante de la historia de la ciudad y de las instituciones que la han ido conformando a lo largo de estos años, señaló la responsable de Cultura e Innovación Educativa de la fundación, Beatriz Rodríguez, que subrayó unas palabras del comisario de Burgos, Jesús Nogales, en la presentación del libro: «Los aniversarios sólo tienen valor si así se asientan en la memoria y orientan el futuro».
El volumen se presenta este martes a partir de las 19.30 horas en el auditorio de Cultural Cordón. El autor estará acompañado por Rafael Barbero, director general de la Fundación Caja de Burgos, Pedro de la Fuente, subdelegado del Gobierno, y René Jesús Payo, director de la Institución Fernán González de la que Rilova es vicedirector. La cita tiene entrada libre hasta completar el aforo.
«Nuestra presencia en este proyecto reafirma y revalida nuestro compromiso con el conocimiento, la sensibilización y la divulgación con respecto a temas que importan a la sociedad, no sólo a colectivos concretos. También es un compromiso de la fundación con la creación local y el reconocimiento de la importancia de las alianzas público-privadas, que en estos momentos en uno de los mayores retos que existen para fortalecer y promover el acceso a la cultura», aseveró Beatriz Rodríguez.
Isaac Rilova, -gran especialista en historia medieval, historia contemporánea de Burgos y la Guerra Civil- explicó que este proyecto llegó a él mientras presentaba su anterior estudio, ‘De París a Burgos: Ruiz Zorrilla y los Barbadillo de Covarrubias’ (2022). «Ha sido un trabajo con algunas dificultades, porque acceder a los archivos del Ministerio de Interior ha sido prácticamente imposible. Pero trabajando en otros archivos como la Biblioteca Nacional, el Archivo Histórico Nacional, el de Alcalá de Henares y los locales de Burgos he encontrado documentación suficiente para poder realizar este libro», indicó.
La obra, que se compone de trece capítulos, comienza con una semblanza histórica de los cuerpos policiales desde la antigua Grecia, donde se acuñó el término ‘policía’. «Desde que las sociedades se constituyen como tal, hay delitos. En Grecia surge el término policía, ‘politeia’. Luego pasamos por Roma, la España musulmana, la España cristiana, la Edad Media, la Edad Moderna... Hasta que llega un cuerpo de ámbito nacional que nace a raíz de la Real Cédula de Fernando VII de 13 de enero de 1824 de ‘creación de la Superintendencia General de la Policía del Reino’, que profesionaliza el cuerpo dejando atrás las milicias de voluntarios», apuntó el vicedirector de la Real Academia Burgense e incidió en que el desarrollo de esta nueva policía tardó en cuajar por los constantes cambios de gobierno durante el convulso siglo XIX español.
La Policía en Burgos
La primera comisaría en la capital del Arlanzón se instaló en un palacio del Marqués de Villalcampo, en la calle Cantarranas - actual calle del Almirante Bonifaz-, mientras que la Policía Armada estaba en las traseras del edificio de la Diputación Provincial.
«En la Segunda República se crea el Cuerpo de Asalto, los primeros antidisturbios. Antes de ese momento, las manifestaciones eran disueltas por la Guardia Civil a sablazo limpio, y eso hacía mucho daño al Gobierno. Por lo que introdujeron la porra, porque la porra duele, pero el sable mata. Este cuerpo se formó en Burgos en 1932. Primero estuvieron en los hangares de Gamonal, pero estaba muy lejos de la ciudad y los acercaron a la Quinta», detalla el autor.
En 1939, tras la Guerra Civil, el Conde de Mayalde organiza la policía franquista que, a lo largo de la dictadura fue endureciendo su actividad represiva. En Burgos, tras barajar varios lugares, la comisaría se instaló en la calle Cardenal Benlloch. En 1986 se inauguraron las dependencias de la avenida de Cantabria, que fueron destruidas en un atentado de la banda terrorista de ETA el 17 de agosto 1990. Hasta la construcción de la actual comisaría, sita en la avenida de Castilla y León, la comisaría se estableció provisionalmente en el Palacio de la Isla hasta 1995.
«He procurado que el libro no sea una historia de sucesos y datos que podrían caber en memorias de la Policía, sino de la historia de la institución hasta la actualidad en Burgos. También en Aranda y Miranda, que son las otras dos ciudades de la provincia con comisaría», concluyó Isaac Rilova.