«Truco o trato». Ofertas de empleo engañosas que esconden abusos sexuales y violencia
La Concejalía de la Mujer pone en marcha una nueva campaña municipal contra la prostitución y la trata de mujeres
La nueva campaña municipal contra la explotación sexual y la trata de mujeres pone el acento en «desenmascarar» las ofertas de empleo engañosas, detrás de las cuales hay propuestas sexuales en entornos de violencia. Un tipo de situaciones que cada vez resulta más frecuente y que viene generando denuncias por parte de mujeres ante la Comisaría de Policía Nacional.
La Concejalía de la Mujer ha buscado el apoyo de las religiosas Adoratrices que tienen más de 20 años de experiencia con el programa Betania, que ofrece una respuesta integral a víctimas de trata, para idear esta propuesta que será visible en la cartelería municipal, en banderolas colocadas en la vía pública, y en el reparto de 5.000 trípticos informativos en todos los edificios municipales.
Así lo ha explicado la responsable de la Gerencia de Servicios Sociales, así como del área de Mujer, Andrea Ballesteros, que indica que la campaña se desarrollará desde el 20 de mayo hasta el 17 de junio, que hace un guiño a la conocida frase que se populariza en Halloween de «truco o trato».
La concejala expone que se «ha trabajado en profundidad entre las partes» el mensaje para prevenir la entrada de mujeres en situación de vulnerabilidad en la prostitución o en un abuso sexual. «Hay ofertas laborales que empiezan siendo un trato cuando por ejemplo se ofrece una mujer para servicio doméstico y acaban teniendo truco porque se buscan mujeres vulnerables», explica.
Burgos
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El Correo de Burgos | El Mundo
Por su parte, Consuelo Rojo, de Adoratrices, llama la atención sobre la necesidad de no normalizar la violencia contra las mujeres y explica que salir de la prostitución es «un proceso largo que exige invertir recursos materiales y personales porque hay que estructurar de nuevo la vida».
La religiosa señala que el programa Betania propone talleres de empoderamiento personal para mujeres que están en el ejercicio de la prostitución y «se acompaña a mujeres para evitar la entrada en este mundo».
Rojo explica el común denominador de las mujeres que están en estos entornos de prostitución y de vulnerabilidad económica: «la violencia por la que han pasado a lo largo de su vida que puede haber sido sexual, física o política». Así, añade que muchas mujeres son inmigrantes «que se enfrentan a desigualdades estructurales derivadas del género y la raza que las llevan a empleos precarios, mal remunerados y a vivir situaciones de abuso».
Desde Adoratrices están convencidas de que el empleo es una salida real a la prostitución y, por ello, llaman la atención sobre las ofertas laborales fraudulentas que buscan captar mujeres. «Muchas veces, más de las que nos gustaría, detrás de esa búsqueda de empleo se esconden abusos y violencia y las entidades sociales cada vez estamos viendo más casos», denuncia, a la vez que plantea que se pueden producir explotaciones sexuales con fines comerciales o no comerciales.
Consuelo Rojo lamenta que se ha normalizado demasiado la prostitución y la violencia hasta tal punto de que «se cree un derecho o una posibilidad al alcance de unos cuantos y es necesario escuchar a las mujeres y desmontar los privilegios».