«Lo que se necesita para marcar la diferencia con el resto es el trabajo duro»
Verónica Calderón, Lidia Campo, Consuelo Fontecha y María Merino inauguran ‘Talento de Aquí’, ciclo promovido por Cajaviva y la Fundación Caja Rural de Burgos para visibilizar casos de éxito en primera persona
La carrera profesional de una poco o nada tiene que ver con la del resto. Sin embargo, todas comparten una misma visión sobre el éxito que han cosechado tras años dejándose la piel en sus respectivos ámbitos. El esfuerzo, el sacrificio y el trabajo en equipo son tres factores clave para Verónica Calderón, Lidia Campo, Consuelo Fontecha y María Merino. Sin esta suma de cualidades, jamás hubiesen alcanzado las metas que en su día se fijaron.
Estas cuatro burgalesas de reconocido prestigio en clave local se encargaron de inaugurar este martes la primera sesión del ciclo Talento de Aquí, promovido por Cajaviva y la Fundación Caja Rural de Burgos con el objetivo de compartir experiencias motivadoras para el resto de la sociedad. La charla, moderada por la periodista Rosalía Santaolalla, permitió extraer valiosas conclusiones sobre lo difícil que puede llegar a resultar la conquista de cumbres a priori inalcanzables.
El talento, leitmotiv del encuentro, no ha sido un elemento decisivo para que Campo se proclamase campeona de España de 10 Kilómetros en Ruta el pasado mes de abril. «Lo que se necesita para marcar la diferencia con el resto es el trabajo duro», proclamó antes del coloquio sin pasar por alto otro valor fundamental: la «perseverancia».
«Estamos donde estamos y hacemos lo que hacemos porque trabajamos», sentenciaría posteriormente la gerente de Bigmat Fontecha y presidenta de la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos (FEC) mientras enarbolaba la bandera del «sacrificio» como la principal vía para obtener resultados. «Capacidades tenemos todos. Hace falta ver en qué ámbito los puedes desarrollar», reflexionó antes de enviar un mensaje a todas aquellas personas que se estén planteando emprender.
«No hay que tenerle miedo al sacrificio», esgrimió Fontecha a sabiendas de que el término en cuestión «suena a dolor, a dejar cosas atrás y renunciar a otras». No en vano, «el sacrificio es necesario y (...) hace que al final la satisfacción sea importante», concluyó no sin antes subrayar que «nada es gratis y todo requiere un esfuerzo».
Sobre el trabajo en equipo, al que Campo da la máxima importancia en cada carrera, Calderón incidió en la necesidad de mantener un «compromiso» con el «trabajo sostenido en el tiempo» para conseguir lo que uno se plantea «a nivel de grupo». En este sentido, la vicerrectora de Estudiantes y catedrática de la Universidad de Burgos (UBU) agradeció el papel de aquellas «personas referentes» que le han enseñado «muchas cosas útiles en la vida», ya sea desde un plano estrictamente científico como vital a la hora de tomar decisiones que afectan a un colectivo. Dicho esto, reafirmó la valía de quienes son capaces de «formar generaciones de gente más joven que a su vez después haga lo mismo».
Totalmente «de acuerdo» con las aportaciones de sus compañeras, Merino quiso poner el foco sobre el «verdadero interés en profundizar» para «llegar más lejos». En su caso, la directora de la Fundación Miradas aseguró que «el talento une a las personas». Lo sabe por experiencia, trabajando con personas que padecen distintos grados de autismo, y es perfectamente consciente de que en este colectivo hay «talentos realmente notables». El problema es que «no siempre son visibles», de ahí la necesidad de «descubrirlos, validarlos y visibilizarlos».