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El estudio hidrológico de Villatoro requiere colaboración de los vecinos

La empresa adjudicataria del estudio, la ingeniería Cemosa, ha comenzado las entrevistas y visitas para inventariar los puntos de agua, así como las instalaciones de achique que funcionan en las viviendas

Grietas y hundimientos en una acera de Villatoro que podría deberse al paso de aguas subterráneas.© Tomás Alonso

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Burgos

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La empresa de ingeniería Cemosa ha comenzado con los trabajos de investigación de índole geotécnica e hidrológica relacionados con la captación de aguas subterráneas del arroyo de Villatoro. Entre febrero y marzo de este año estuvieron trabajando en la vía pública haciendo catas y mediciones y, en estas semanas, le está tocando el turno a las viviendas de los particulares.

Esta firma fue la contratada para realizar las tareas de servicio de consultoría, encargado desde el Ayuntamiento de Burgos en el pasado mandato municipal, para conocer la afección actual que tienen los vecinos en sus propiedades, muchas de ellas dotadas con bombas de achique, y para estudiar la situación a posteriori de la realización de las obras, previstas para este verano.

El estudio hidrológico se mantendrá en el tiempo durante tres años con la finalidad de conocer el antes y el después y así monitorizar que las obras de captación de aguas den los frutos esperados. Una Junta de Gobierno de mayo de 2022 aprobaba la adjudicación de este trabajo geotécnico al Centro de Estudios de Materiales y Control de Obra (Cemosa), por un importe de 786.670 euros, alrededor de 260.000 euros anuales.

Otros 700.367 euros se destinarán a las obras propiamente dichas para poner solución a las filtraciones desde el arroyo. En este caso, la adjudicación se conocía hace unas semanas, el pasado abril, en beneficio de la empresa Herrero Temiño.

Mientras llega esta intervención, a la vez que el permiso de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), desde Cemosa se está solicitando colaboración a los vecinos y la asociación del barrio se está implicada en todo lo que está en su mano, como indica el presidente del colectivo vecinal Javier Rodríguez.

Los técnicos de la empresa necesitan realizar entrevistas con los vecinos afectados por las grietas, hundimientos y por las filtraciones de agua en sus hogares, para conocer de cerca el alcance de los daños. «Son entrevistas cortas de interés meramente científico para desarrollar su trabajo», explican en una carta que han hecho llegar a la asociación para que se pueda difundir y así contar con el máximo de datos posibles.

La cita puede ser telefónica y también se ha cursado un cuestionario a través de correo electrónico y, como se indica, «es esencial la colaboración de la vecindad para obtener datos e impresiones ajustados a la situación actual del problema».

Cemosa tiene previsto realizar un inventario de todos los puntos de agua y aprovechamientos hídricos tales como surgencias difusas, manantiales, pozos y drenajes, a la vez necesitan conocer el número de instalaciones de achique de agua que existen en el barrio.

Según añaden, «la única forma de evitar la anegación de las zonas de bajas de viviendas es mediante achique y necesitan detalle de las características de las bombas para así determinar la situación del acuífero y su influencia en la hidrología subterránea».

Los técnicos de Cemosa serán los encargados de evaluar que cuando se realicen las obras propuestas, estas intervenciones tienen el efecto deseado.

Por otro lado, desde el área de Urbanismo ya se han puesto en contacto con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), el pasado 1 de febrero, para solicitar la autorización para intervenir en el cauce. De esta manera, la previsión es que las obras puedan comenzar a principios de agosto, en la ventana de tiempo en la que se puede realizar este tipo de actuaciones.

El plazo de ejecución de la intervención es de cuatro meses y, por ello, calculan que el tiempo que concede la CHD, a partir de agosto, es suficiente para concluir los trabajos de canalización del arroyo para evitar que se filtren las aguas con los consiguientes problemas en las construcciones.