El aviso de un experto en Inteligencia Artificial: «Nos enfrentamos a retos que afectan a nuestra supervivencia»
Fred Glover, nuevo doctor honoris causa de la Universidad de Burgos, destaca el «papel clave» de la optimización para afrontar crisis en ciernes como el cambio climático, la desigualdad, las guerras o la ciberseguridad
Más de 500 artículos académicos, ocho libros y alrededor de 87.000 citas en publicaciones científicas que hacen referencia a sus aportaciones en el campo de la optimización. El investigador estadounidense Fred Glover (Kansas, 1937), padre de la Búsqueda Tabú y máximo referente de la metaheurística, ha sido investido este martes como doctor honoris causa por la Universidad de Burgos (UBU). «Profundamente agradecido» por este reconocimiento y arropado por su colega Joaquín Pacheco, catedrático y docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, ha definido su nombramiento como un «homenaje» a las «nuevas e importantes contribuciones de muchos investigadores que han adoptado la perspectiva que ha motivado mi trabajo» con el objetivo de «hacer frente a los más acuciantes retos actuales».
Recibido con honores en el Paraninfo de la UBU, Glover no ha desaprovechado la ocasión de advertir que «nos enfrentamos a retos críticos», en los que la optimización juega un «papel clave», que «afectan no solo a nuestro bienestar sino a nuestra supervivencia». Algunos de estos retos, según ha indicado, son «el cambio climático, la biodiversidad, la sanidad, la desigualdad, la amenaza de la guerra y la violencia, la seguridad –en particular la ciberseguridad- y la inteligencia artificial».
Precisamente, Glover es uno de los mayores expertos en IA gracias a sus aportes cuando esta revolucionaria combinación de algoritmos, cada vez más presente en la sociedad actual, daba sus primeros pasos. Según ha recordado, «la Inteligencia Artificial cayó en el olvido a mediados y finales de los años 70, llegando a considerarse en general de escaso valor». Mientras tanto, «la optimización fue ganando cada vez más importancia» y acabó propiciando «una amplia gama de aplicaciones prácticas»
Fue Glover quien acuñó el término 'metaheurística' tras ser consciente de la necesaria unión de diferentes técnicas de optimización que debían solucionar problemas cada vez más complejos en la vida real. Su aplicación práctica, fuera de toda duda, lleva años siendo objeto de estudio y desarrollo en la propia Universidad de Burgos. De hecho, las enseñanzas del maestro norteamericano resultaron indispensables, por ejemplo, durante la primera ola de la pandemia. Concretamente, cuando la Unidad de Cultura Científica de la UBU diseñó unas viseras protectoras que posteriormente fueron repartidas por voluntarios de Protección Civil. Gracias a Glover, se logró configurar la ruta más eficiente posible favoreciendo un ahorro de 400 horas de trabajo.
A corto plazo, la Universidad también se beneficiará de las aportaciones de Glover a la hora de poner en marcha un sistema de transporte compartido para reducir el número de desplazamientos en coche y, por ende, las emisiones de CO2 a la atmósfera. De igual manera, la optimización basada en la Búsqueda Tabú ha resultado de gran utilidad de cara a diseñar el sistema de detección temprana del autismo, cuyo software ha sido cedido altruistamente a Autismo Burgos y la Fundación Miradas.
Por todo esto y mucho más, la Universidad de Burgos aprobó en Consejo de Gobierno, el 9 de marzo de 2020 y a propuesta de la Facultad de Económicas, el nombramiento de Glover como doctor honoris causa. En palabras del rector, Manuel Pérez Mateos, era de justicia reivindicar el legado (pasado, presente y futuro) de una «mente prodigiosa cuya influencia ha transformado, y continuará haciéndolo, el campo de la matemática computacional y la optimización». Porque Glover, en resumidas cuentas, siempre fue un «visionario» capaz de «revolucionar la forma en la que abordamos los problemas más complejos», de ahí que sus investigaciones hayan sido «ampliamente adoptadas en la industria» por su «inestimable valor práctico».
«La influencia de su obra está presente en las aulas de universidades de todo el mundo», ha manifestado Pérez Mateos mientras hacía hincapié en que «sus enseñanzas han contribuido a formar una nueva generación de científicos e ingenieros, también en la Universidad de Burgos». Tanto es así que, según ha reafirmado, su «huella indeleble» en el campo de la matemática computacional ha permitido consolidar avances en materia de «predicción de clima», «optimización de rutas en aplicaciones de navegación» o «seguridad en internet a través de la criptografía que asegura nuestras transacciones en línea». Además, no ha pasado por alto el hecho de que «la relación entre su trabajo y la Inteligencia Artificial es particularmente fascinante».
Sobre este aspecto, Glover ha reconocido que la unidad de acción entre la metaheurística y la IA ha experimentado un enorme salto cualitativo en los últimos años, principalmente en el ámbito de la optimización cuántica, que no pasa desapercibido para gigantes tecnológicos como IBM, Microsoft o Google. Por otro lado, ha ensalzado las «importantes contribuciones» de investigadores españoles como Manuel Laguna o Rafael Martí, presentes en su acto de investidura, y de los equipos científicos de la UBU, una Universidad «moderna» con una «asombrosa tradición».