Proyecto Hombre anima a las instituciones a apoyar su labor como "inversión que mejora la sociedad"
Los máximos responsables de las delegaciones de la entidad de toda España se citaban en Burgos para abordar los retos comunes. Su presidente nacional, Manuel Muiño, señala al auge de nuevas adicciones como nuevas tecnologías y sexo y explica que el perfil "se amplía"
Burgos se ha convertido esta semana en el epicentro de Proyecto Hombre. Y es que los responsables de los centros de España y Portugal de esta organización se han dado cita en la ciudad para "analizar, evaluar y valorar el trabajo que realizamos" y "plantearnos hacia dónde caminar y cómo hacerlo", explicaba el presidente nacional y representante de Salamanca, Manuel Muiño, minutos antes del acto institucional con el que las administraciones locales daban la bienvenida a los visitantes.
El encuentro ha permitido abordar en conjunto las preocupaciones comunes en el abordaje de las adicciones, un problema creciente y cambiante. "Siempre decimos que es síntoma de que algo no estamos haciendo del todo bien como sociedad. Hay un vacío asistencial y existencial importante y tenemos que trabajar seriamente", indicaba Muiño.
Al respecto, el máximo representante de Proyecto Hombre instaba a todas las instituciones a apoyar el trabajo de las entidades que se dedican a la prevención y la rehabilitación. "Tenemos que hacer equipo. No es que lo estén haciendo mal, progresan adecuadamente, pero necesitan mejorar", señalaba, para subrayar la importancia de que las administraciones sean conscientes de que aportar fondos a esta causa, "lejos de suponer un gasto, es una inversión, porque cada recuperación repercute de manera tremenda en su entorno y como sociedad salimos ganando".
A la espera de que este mensaje cale hondo, las distintas delegaciones de la asociación nacional tratan de adaptarse a las "nuevas realidades". "Esto va muy deprisa y ha habido muchos cambios en muy poco tiempo", comentaba su presidente, convencido de la importancia de 'cumbres' como la celebrada en Burgos para adaptar sus métodos a esos escenarios con los que se encuentran en su día a día.
Si bien no manejan datos fehacientes sobre el incremento global de las adicciones, Muiño sí confirmó el aumento notable de la demanda de ayuda. "No faltan casos, desgraciadamente, a los que damos respuesta de todo tipo, desde la prevención, la atención ambulatoria, las comunidades terapéuticas, en prisión, en el entorno familiar o laboral. Hay tarea para dar y regalar y no podemos quedarnos de brazos cruzados", señalaba.
La salud mental preocupa, más aún por su estrecha vinculación con el afloramiento de adicciones "comportamentales", es decir, sin sustancia. "Ya no hablamos de drogas y esta es una evolución muy importante que además desencadena un cambio en perfiles y tipos de consumo", advertía el representante de Proyecto Hombre, para poner el foco en las nuevas tecnologías y el sexo como disparadores de estas conductas nocivas. "Están ahí y los casos van fluyendo, pero van a pegar un fogonazo en cualquier momento y hay que estar preparados", alertaba.
Sobre el perfil, Muiño negó que en términos generales los afectados sean más jóvenes y explicó que, en realidad, "se está expandiendo" y aseguró que "los adultos también tenemos mucho que cuestionarnos" como protagonistas y responsables de lo que es un problema social. "Todo es bueno en su justa medida, pero la medida de algunas cosas es cero. Tener eso claro no es fácil y por eso hay que hablar de educación por encima de todo, de límites y de exigencia y cariño al mismo tiempo", consideró, para destacar la necesidad de valorar personalmente de qué manera llenar y dar sentido a la vida: "Nos preocupa mucho el envase y menos el contenido. Andamos perdidos y urge un cambio de mentalidad", apostilló.