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Ayala sospecha que Patrimonio taló los árboles del Parral para demostrar que no se podía hacer la fiesta

La alcaldesa desmiente que hubiera un consenso para talar ahora los árboles y confirma que estaba previsto hacer el apeo en otro momento, por lo que, a su juicio, el adelantarlo sólo obedece al interés de Patrimonio Nacional por justificar su negativa a que la fiesta se celebrase este año en El Parral, como le solició el Ayuntamiento

Ayala expresó sus sospechas antes de asistir a la celebración religiosa en el monasterio de Las Huelgas.ECB

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Burgos

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La única motivación para haber talado una treintena de árboles (chopos cabeceros o trasmochos) nada más comenzar las obras en El Parral reside en que Patrimonio Nacional haya querido justificar su negativa a permitir que la jira campestre del día del Curpillos se celebrase en el parque como es tradición en Burgos. 

Así lo entiende la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, que a los pies del monasterio de Las Huelgas a punto de comenzar la celebración religiosa de este día desmentía que el presunto "consenso" para la tala que alegaba la víspera Patrimonio y expresaba sus sospechas de que el apeo de estos árboles se había precipitado fuera del calendario previsto para "demostrar que no había que hacer aquí las fiestas del Parral el 7 de junio" como solicitaba el Ayuntamiento y "para hacer alguna acción que demostrara que había comenzado la obra".

Ayala aseveró esta mañana desde Las Huelgas que “había un calendario determinado para hacer esa tala” en el proyecto, "que no se ha respetado por parte de Patrimonio y por eso hay una denuncia en el Seprona".

“No entendemos que el Gobierno haya hecho esto a no ser que sea para demostrar que no había que hacer aquí las fiestas", sostien Ayala, convencida de que ese ha sido el motivo por el que "han hecho la tala en este momento". 

A mayores, manifestó su sorpresa por el inicio de estos trabajos forestales en este momento "porque en el calendario de las obras” no correspondía" aún. 

Negativa y traslado de la fiesta

Cabe recordar que ya en el mes de mayo el Ayuntamiento se había puesto en contacto con Patrimonio para que accediera a comenzar las obras más allá del 7 de junio, fecha del Curpillos y fue tras la negativa -que tardó en producirse- por parte del organismo estatal, cuando se organizó el traslado de la fiesta a la Quinta, que es donde hoy se está celebrando.

Hay que señalar que Patrimonio había anunciado el inicio inminente de las obras a finales de abril y, sin embargo, no fue hasta el 3 de junio cuando los operarios comenzaron con la tala de los árboles, aunque en días previos se habían vallado los accesos.

Tala discutible

Desde el área municipal de Medio Ambiente ya se había puesto de manifiesto que más allá de la necesidad de la corta de estos árboles, "aspecto que desde la Administración se entiende claramente discutible", la época en la que se está desarrollando la tala es muy desafortunada. 

“El respeto al periodo de reproducción de la fauna existente debiera haber retrasado la intervención hasta al menos el final del verano”, indican desde esta Concejalía tras apuntar que estas tareas debieran haberse afrontado a partir de octubre para minimizar los efectos en el ecosistema.

Ante estos hechos, el equipo de Gobierno ha remitido un escrito a Patrimonio Nacional para conocer a fondo las actuaciones que se han realizado en un parque tan querido por los burgaleses.

Antes siquiera de que ese escrito fuera remitido, Patrimonio se apresuró a replicar que el apeo de los árboles estaba «consensuado» pero, a la vez, comunicaba que paraliza las obras temporalmente.

Cruce de desmentidos

El argumento del organismo estatal es que el proyecto de recuperación paisajística fue «consensuado con el Ayuntamiento en su integridad». El organismo estatal alega que el proyecto se presentó en el ayuntamiento previamente al reciente inicio de las obras y todos los pasos datos en estos trabajos de remodelación del parque se estás realizando con el «visto bueno» municipal según explicaron a este periódico fuentes de Patrimonio Nacional.

Esos pasos para cambiar la cara del popular parque burgalés incluyen nuevas instalaciones y caminos, así como la renovación del arbolado y de las zonas arbustivas, que incluye la plantación de 407 árboles nuevos y 4.000 arbustos.

Patrimonio aseguraba este jueves que las obras se habían paralizado temporalmente después de que un agente del seprona acudiese al El Parral y alertase sobre el riesgo que la tala de esos árboles supone para la nidificación de algunas aves. A la vista de esa recomendación Patrimonio Nacional decidió «aplazar temporalmente el apeo del arbolado enfermo y solicitar un nuevo informe técnico para decidir cómo proceder».

Ayala, en cambio, explicaba este viernes que la paralización deriva de la denuncia presentada por el Seprona.