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«Cierro los ojos y estoy en El Parral»

¿Qué opinan los burgaleses sobre el traslado de la jira del Curpillos al paseo de La Quinta? Algunos ansían que el sitio de siempre, pero también hay quienes esperan el cambio se perpetúe

La Quinta recibe a los burgaleses en su primera celebración de ' El Parral 'OSCAR CORCUERA

Burgos, Burgos

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Nunca antes la histórica fiesta del Curpillos había dado tanto de qué hablar. Y nunca antes con tanta antelación. Cuando el pasado mes de octubre se supo que la popular jira de El Parral se trasladaría al paseo de La Quinta ante la imposibilidad de celebrarse en su emplazamiento de toda la vida por las obras de remodelación contempladas por Patrimonio Nacional, muchos burgaleses pusieron el grito en el cielo. Sin embargo, no quedaba más remedio que amoldarse al nuevo escenario, aunque fuese de manera temporal, tras la búsqueda de ubicaciones alternativas y el consenso alcanzado entre las peñas y el Ayuntamiento con el visto bueno de Policía Local y Bomberos.

A expensas de que la fiesta se celebre -o no- donde siempre en 2025, La Quinta acogía este viernes el acto más multitudinario de la ciudad. La gran pregunta, como no podía ser de otra manera, era si los asistentes prefieren la nueva ubicación o si por el contrario desean volver lo antes posible al Parral. Como era de esperar, hay opiniones para todos los gustos.

A favor

Se puede cambiar de parecer y no pasa nada. A Rubén, que vive cerca de La Quinta, el traslado no le pareció bien en un principio porque creía que iba a traer «mucho jaleo a la zona». Tanto él como muchos de sus amigos se mostraban «reticentes», pero al final comprobaron que se han hecho las cosas «muy bien».

«Es muy amplio. No tienes los muros que hay en El Parral y la gente está entrando y saliendo bastante bien», confiesa Javier, socio ilustre de los Blusas del Metal, encantado con la nueva ubicación. Llegó sobre las 13 horas por el paseo de La Quinta «sin problemas» y le sorprendió ver a «todas las peñas bien colocadas» y con espacio de sobra. Aparte de que el sitio es «bastante amplio», una de las ventajas es que «hay más sombra porque en El Parral han pulido muchos árboles».

«Es muy amplio. No tienes los muros que hay en El Parral y la gente está entrando y saliendo bastante bien»

También se llevó una grata sorpresa Jesús. Y eso que el acceso desde la pasarela de El Plantío le echó inicialmente para atrás. Aún con todo, considera que «con el dinero que nos vamos a gastar en remodelar El Parral para que un día se destroce», lo ideal sería seguir apostando por La Quinta. De paso, también vería con buenos ojos que «las barracas vuelvan aquí como estuvieron en su tiempo».

Una opinión compartida por tres amigos que llevan toda su vida disfrutando de este día de encuentro y peinan canas. Florencio, Emi y Rosa coinciden en que si no puede se puede celebrar la fiesta donde siempre, el paseo de La Quinta es excelente.

Araceli de la Peña Los Pitufos lleva desde las diez preparando todo. Destaca que está «todo bien, tenemos un sitio majo, no echo de menos el Parral. Aunque no me ha dado tiempo a salir de aquí, hay mucha gente, mucho trabajo».

María y Carmen se disponía, en torno a las tres de la tarde,  a tomar uno de los autobuses lanzadera que comunicaron todo el día el centro con el Parque. Las dos coinciden en que les gusta el sitio  «todo muy bien, mejor aquí », aunque le ponen una pega «hay muchísima gente ».

A Emi le parece muy positivo el hecho de que «esté todo seguido ayuda mucho porque en El Parral a veces dabas vueltas y te perdías». Lo malo, a su juicio, es que «hay muchos palos y baches y me veo en el suelo». Rosa, por su parte, se muestra encantada con el cambio pese a reconocer que el parque de El Parral es la ubicación de toda la vida. Aparte, y al igual que Jesús, no duda en reclamar que «vuelvan las barracas a la Quinta y no lejos porque no va nadie».

Abril, Jessica y Cristi, tres jóvenes que llegaron pronto para coger sitio, lo tienen claro. «El Parral es el sitio mítico, pero esta idea es genial, está al lado de todo y es más grande. Se podría organizar muchas otras cosas porque estamos muy a gusto», argumenta Abril mientras Jessica agradece al Ayuntamiento que este año haya puesto más servicios portátiles para chicas: «es un detalle y ayuda mucho».

Alberto, el presidente de la Peña de los Chamileros, destaca que están al lado de su barrio  y eso es un plus . «Está todo muy bien organizado, el espacio es mas grande que en el Parral, hay mucha mas gente  y lo de estar en el centro es genial». 

En contra

«Esto ni es Parral ni es nada. Es como el Día del Burgalés Ausente de las peñas. Se pierde toda la fiesta del Curpillos», comenta Angélica incapaz de ocultar que le parece «fatal» el cambio de enclave. Además, mucho se teme que «esto se va a quedar aquí para siempre». Algo similar a lo que intuye que pasará con las barracas, que «una vez que las han sacado del centro las dejarán allí».

«Esto ni es Parral ni es nada. Es como el Día del Burgalés Ausente de las peñas. Se pierde toda la fiesta del Curpillos»

«Habrá que amoldarse», concluye Angélica mientras David, su pareja, comparte su opinión sobre La Quinta porque «está todo muy apelotonado y no es lo mismo que otros años». Dentro de lo que cabe, no tuvieron problemas para entrar porque cruzaron la pasarela más cercana a Fuente Prior. No en vano, a varios amigos les tocó aguantar «40 minutos de cola».

«La Quinta no es que no me guste, pero prefiero la zona de El Parral porque es mucho más accesible para la gente que también está interesada en acudir al evento del Curpillos», reflexionaba Sara, una de las asistentes que tardó más de media hora en entrar. Para llegar hasta allí, cogió el autobús en la primera parada de la carretera de Arcos, cuando «iba vacío», y no tardó en llenarse.

«No soy muy parralera», confiesa Ana, recién apuntada a los Blusas del metal, «muy contenta con el ambiente» de la peña y de la fiesta en general aunque no le gusten demasiado las aglomeraciones. Sea como fuere, mantiene que el «componente tradicional» del Curpillos es «muy importante» y no se limita a «comer pinchos y estar con los amigos». Por lo tanto, confía en que la fiesta regrese a El Parral. A poder ser el próximo año.

También lo espera Azucena pese a destacar el buena ambiente. No en vano, «la fiesta típica es en El Parral, y si vuelve a Las Huelgas todo es más fácil». Por su parte, Carla y María son algo más puristas: «El Parral es El Parral y tiene que volver».

Indiferentes

Ramón lleva toda su vida yendo al Parral. Es fiel a la fiesta. Primero con la cuadrilla y después con la familia. Este viernes ha disfrutado de nuevo con su gente, como siempre. «Cierro los ojos y estoy en El Parral», advierte en alusión a «los chopos y el entorno, que es parecido». Y aunque el paseo le atraiga porque «es alargado», la principal pega fue «el atasco del puente de El Plantío».

«Me habían dicho que iba a haber mucha gente, pero no me esperaba tanta». Daniel, oriundo de Cuéllar (Segovia), no tenía ni la más remota idea de lo que era la fiesta de El Parral hasta hace bien poco. No puede comparar porque nunca antes había estado, aunque se le veía cómodo en La Quinta. Aparte del ambiente, que estaba «muy bien», le llamó la atención lo «organizado» que estaba todo.

¿Dispuesto a volver el año que viene? «Por supuesto», ya sea en La Quinta o en el emplazamiento tradicional. Visto lo visto, ya ha tomado buena nota para «ir preparado» -sinónimo de bebida, comida e incluso unas mantas para hacer un picnic- con el objetivo de pasar «un día espectacular».

Para Charo, La Quinta ofrece una de cal y otra de arena. «Me parece muy bien que esté todo seguido en hilera, pero el acceso para entrar es una mierda», manifestaba, hablando en plata, después de esperar «mucha cola y con los niños que se ponen pesados». Así las cosas, lo mismo le da dónde se celebre el Curpillos pese a que esta zona le pilla bastante cerca de su casa.

Joaquín de la Peña Los Sanjuanes, destacó lo bien organizado que estaba todo. Les gusta mas el Parral porque les queda mas cerca del Barrio, San Juan Bautista, pero «reconocemos que aquí no se está nada mal». Destaca que lo cuenta es el día, «no importa el lugar, lo que nos gusta es volver a encontrarnos disfrutar. Aunque en la Peña también se trabaja un montón».