El Correo de Burgos

La Policía requisa en Burgos cada vez más variedad de drogas en una misma operación

En lo que va de año, el Grupo de Estupefacientes ha realizado siete operaciones que demuestran que «cada vez es más habitual» encontrar diferentes sustancias

Droga incautada en la operación Romeo.

Droga incautada en la operación Romeo.SANTI OTERO

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

Torrijos, Piraña, Romeo, Samurai, Perezoso, Verdugo y Monkey podrían ser perfectamente los apodos de una cuadrilla de amigos, pero no. Son los nombres con los que se han bautizado las últimas siete operaciones contra el tráfico de drogas en la capital. Solo durante este año, lo que va a convertirse en un reto para la imaginación de los componentes del Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Policía Nacional de Burgos a la hora de poner el nombre a sus operativos si se sigue este ritmo.

Este número de operaciones no quiere decir que haya más droga. «La situación no está ni más ni menos descontrolada», explica el inspector que está a cargo del Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Burgos, «lo único que la frecuencia de los éxitos policiales viene porque todas las investigaciones tienen un factor de suerte para que salgan bien».

Una operación contra el tráfico de drogas se prolonga durante meses y «este caso hemos encadenado una serie de operaciones en las que se ha trabajado bien, lo que no significa haya más, simplemente han terminado con éxito». Lo que sí denotan todas las operaciones mencionadas es que en las intervenciones de los agentes es cada vez más habitual que se encuentren con más variedad de drogas en los registros. En muchos casos, apunta el jefe del Grupo de Estupefacientes, «más allá de que nosotros tengamos una información inicial de que la venta principal pueda ser cocaína, crack o speed, que son las más llamativas, las más duras, cada vez es más habitual encontrar en los registros domiciliarios una variedad de sustancia estupefaciente». A qué se debe esto. La respuesta que aporta el inspector es de una lógica simple. «Uno tiene que entender que el tráfico de drogas no deja de ser un negocio y como tal tiene similitudes a uno legal, reducción de costes y optimización de beneficios», señala. A partir de esta premisa, el «beneficio es el número de clientes».

De hecho, añade, «en las grandes disputas por el tráfico de drogas no solo ha sido por la introducción sino por la cuota de mercado que tienen entre ellos y la lucha por los clientes». Y cómo se maximiza el beneficio, «con los clientes y si tienen mucha oferta». En este caso, «si tienen clientes de cocaína y tienen la oportunidad de generar más clientes de otras sustancias para ampliar su mercado se proveen de otras sustancias para ampliar su mercado». Incluso lo hacen como «fuente de financiación para otras sustancias más caras». 

Como en el mercado legal, el producto es más caro si hay que importarlo. «Por qué es más cara la cocaína en España, porque no es un país productor, se tiene que introducir en España y hace que sea cada vez más dificultoso». En cambio, «tal y como está planteado esto, cualquiera puede ser un productor de marihuana, y de hecho lo estamos detectando. Cualquiera puede acceder a macetas, tierra, lámparas, agua, y a esperar». Esto ha hecho que haya crecido el número de traficantes de marihuana. «Normalmente es gente relacionada ya con el tráfico de drogas, bien porque han sido consumidores, o porque han sido pequeños traficantes y ven una oportunidad de negocio».

De las operaciones de este año, sin duda la más importante fue la operación Romeo. En una misma operación se incautaron de 20 kilos de hachís, 12 kilos de marihuana, 700 gramos de ‘speed’ y 90 gramos de cocaína. «Fue muy importante, primero por las sustancias que se quitaron de la calle y segundo por la dificultad, porque no es habitual coger esa cantidad aquí», señala el responsable del Grupo de Estupefacientes. Precisamente, en este caso, esta persona no traficaba en origen con tanto tipo de sustancias y «probablemente, al irle bien con otra sustancia ha sido fuente de financiación para adquirir el speed».

En el trabajo de los agentes si la colaboración ciudadana es «fundamental», las redes sociales y las nuevas tecnologías representan «un hándicap», sobre todo con el «uso del lenguaje encriptado o la llamada deep web», que «lo dificulta».

Comunicación constante sobre el fentanilo

El fentanilo es una sustancia que se usa a diario en los hospitales. Y que se ha hecho famosa a raíz del grave problema de salud de pública que ha generado en Estados Unidos, con imágenes de personas como ‘zombies’ deambulando por las calles tras su consumo. En España, su uso «es muy controlado», apunta el inspector al mando del Grupo de Estupefacientes. 

«De hecho, a iniciativa de comisario jefe provincial ya se llevó a cabo una reunión multidisciplinar a la que acudieron distintos servicios de Sanidad, Educación, Farmacia, el Instituto de Medicina Legal, y ya se estuvo abordando de manera preventiva el tratamiento legal del fentanilo y sus posibles vías de distribución». También se habló sobre las personas que tenían acceso a esta sustancia porque se «prescribe de manera legal». La reunión sirvió para adoptar medidas preventivas ante posibles situaciones que se «puedan coge a tiempo y tratar de ir por delante del fenómeno».

El objetivo ewra «establecer canales de comunicación para estar alerta ante la posibilidad de dar una previsible respuesta». Aunque, «de momento no lo hay aquí».

tracking