El Ayuntamiento promoverá 4 macro parcelas de más de 100.000 metros de suelo industrial en el futuro CAE

El Ayuntamiento de Burgos reservará en la nueva bolsa de suelo industrial que proyecta entre Gamonal y Castañares, el proyecto conocido desde principios de los años 2000 como Centro de Actividades Económicas, CAE, cuatro parcelas de más de 100.000 metros cuadrados para posibilitar la implantación de grandes proyectos empresariales.

Esta es una de las características principales de esta importante actuación que tiene como objetivo dotar a la ciudad de 3.160.000 metros cuadrados de suelo industrial y logístico, que se desarrollarán en dos fases diferenciadas. Uno de los primeros trámites será la aprobación inicial de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que ampara este proyecto, que ha visto la luz verde este martes por unanimidad en el consejo de Urbanismo y que se votará en el Pleno del próximo viernes, 21 de junio.

Los tres partidos con representación en la Corporación municipal, PSOE, PP y Vox (por orden de representación), entonan el acuerdo para sacar adelante este «proyecto de ciudad» como ha indicado el concejal de Infraestructuras, Juan Manuel Manso. 

El socialista, Daniel Garabito, ha recordado, por su parte, que el PSOE inició los pasos para redactar la modificación urbanística que, prácticamente, no ha sufrido ninguna modificación importante en este año de cambio político en el Ayuntamiento. «Aunque hubiera cambiado, nos hubiera bastado con que mantuviera el espíritu y la votaríamos a favor igualmente porque es un proyecto de ciudad», afirma.

Desde el equipo de Gobierno han explicado algunas de las claves de esta modificación y, además del asunto de las grandes parcelas, hay que destacar que este nuevo polígono industrial se desarrollará en dos sectores urbanísticos el S-40 y S-41 y en dos fases diferenciadas por el calado de los trámites y de la inversión a desarrollar.

En este sentido, en la primera fase se contempla algo más de un millón de metros cuadrados de suelo industrial y aventurando costes, Manso, se atrevía a calcular que la inversión podría rondar los 100 millones de euros.

El futuro sector prevé compatibilizar los usos comerciales y de naves nido, así como un gran aparcamiento de camiones, que se ubicará en la zona más al norte, y otros estacionamientos ligados a las zonas comerciales. En esta gran área, de un millón de metros cuadrados, hay zonas que no se podrán desarrollar por temas arqueológicos, según apunta Manso.

Desde el punto de vista de los plazos, Garabito indicaba que sacar adelante la modificación urbanística se llevará este mandato y buena parte del próximo, ya que se estima que las obras pudieran arrancar entre 2029 y 2032. Sin embargo, destacaba que «lo importante en estos asuntos de dotar de suelo industrial a la ciudad es arrancar», en un momento en que la ampliación de Villalonquéjar tiene apenas disponible un 20% de suelo.

Manso, por su parte, precisaba que la aprobación inicial se someterá a información pública durante dos meses, tiempo en el que los interesados podrán alegar. Las distintas administraciones implicadas tienen que hacer informes de tipo medioambiental (Junta de Castilla y León), de afectación a las carreteras y al aeropuerto (Ministerio de Transportes) y de Confederación Hidrográfica del Duero, entre otros. El popular estima que la aprobación provisional, por tanto, podría llegar en un año como pronto y el siguiente paso es la aprobación por parte de la administración regional.

Otro de los procedimientos complejos para el desarrollo de este proyecto será el trámite de expropiación del suelo por la división que existe en esas parcelas. De hecho, el concejal indicaba que no se ha hecho un cálculo ni de parcelas ni de propietarios.

Manso informaba también de que ya existen algunos informes sectoriales del Ministerio de Fomento relativos a la afectación a la carretera, en este caso a la Nacional 120, porque ya se han previsto problemas con los accesos a la nueva área industrial desde esta vía, aunque quizá para cuando se vaya a construir el polígono ya exista la A-12. «No se pueden hacer accesos directos desde una carretera nacional con una intensidad media diaria superior a 5.000 vehículos», recuerda el edil.

El proyecto urbanístico prevé conectar la nueva zona industrial con el polígono Burgos Este y también con la fábrica de Kronospan y con el futuro parque tecnológico.