Cazan a un piloto volando un dron en la Catedral aprovechando que todo el mundo celebraba el Parral
La unidad policial de detección de vehículos aéreos no tripulados advirtió de que el dron sobrevolaba la Catedral y alertó a las patrullas, que localizaron al piloto in fraganti
Volar un dron sobre una zona poblada no es un juego de niños. Es una actividad regulada y, como tal, sometida al cumplimiento de una serie de requisitos y autorizaciones. No lo puede hacer cualquiera ni cuando quiera.
Para empezar hay que comunicarlo. Sobre todo porque si echas a volar el dron te van a localizar y te puede caer una multa de 60 a 225.000 euros, que no son moco de pavo.
La picaresca vale de poco ante la tecnología, como prueba la efectividad de la Policía Nacional de Burgos que cazó infraganti al piloto de un sistema aéreo no tripulado (UAS en sus siglas en inglés), que es lo que conocemos como dron.
Había aprovechado que el viernes 7 de junio media ciudad de Burgos se encontraba celebrando la festividad del Curpillos y el Parral en la Quinta donde la Policía Nacional y Local había desplegado un amplisimo operativo de seguridad para atender a la enorme afluencia de público de en torno a 35.000 personas para echar al volar su dron sobre la Catedral con el centro de la ciudad casi vacío.
Hay que destacar que la Catedral de Burgos está declarada Patrimonio de la Humanidad y su protección está al más alto nivel y cabe recordar que en julio de 2020, en plena pandemia, un aparato de estas características y que del mismo modo incumplía la normativa en vigor, se estrelló contra la catedral de Burgos, sin causar graves daños.
En este caso, el piloto que quiso pasar inadvertido se topó con que el Servicio de Seguridad y Protección Aérea UAS, que opera en la ciudad y su provincia desde el año 2022, y que se encarga de la vigilancia y la seguridad del espacio aéreo, se percató del vuelo no autorizado ni comunicado del dron en las inmediaciones de la Catedral gracias al sistema de detección de Aeroscope.
Las patrullas se desplazaron a ese punto donde localizaron al dron en pleno vuelo e identificaron a su piloto por haber infringido las normas de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Los policías interrumpieron el vuelo del aparato y verificaron las dos infracciones que, al amparo de la normativa vigente, cometió el ciudadano que lo pilotaba.
Por un lado, está el hecho de hacer volar este tipo de aeronaves en un espacio aéreo no permitido, como lo es un núcleo urbano.
Por otra parte, es preceptivo comunicar con carácter previo que se va a volar el drón, dar los datos del aparato y del piloto y la zona concreta donde se pretende volar. Es la Agencia Estatal de Seguridad Aérea quien tiene que conocer esos detalles para luego comunicárselo a las fuerzas del orden de la zona donde se pretende volar para que puedan controlarlo.
Como este piloto no cumplió con ninguno de esos requisitos, la Policí Nacional ya ha puesto la denuncia en conocimiento de la AESA y la Subdelegación del Gobierno en Burgos y el aparato ha sido intervenido y depositado en dependencias de la Comisaría Provincial. El ciudadano sancionado se enfrente a multas que, según la gravedad de la infracción y el riesgo producido, pueden llegar a suponer decenas de miles de euros.