Consiguen regenerar nervios con el líquido de células madre de la grasa en el HUBU

El poder de las células madres para la medicina regenerativa es de sobra conocido. Lo que no era tanto es las posibilidades que ofrece para la sanidad el líquido en el que se sumergen estas células troncales. El cultivo de los denominados secretomas es uno de los planteamientos en los que trabaja la Unidad de Medicina y Cirugía experimental que dirige la veterinaria leonesa María Rodríguez en el HUBU. El proyecto ‘Evaluación de la capacidad regenerativa del secretoma de células troncales en un modelo de neurotmesis en rata’ afronta el ecuador de su desarrollo con buenas perspectivas. Colabora con el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (ULE).

El estudio consiste en la extracción de células madre de la grasa (tejido adiposo) de un individuo. Se sumerge esa célula troncal en un medio de cultivo, una especie de líquido, que en condiciones especificas de temperatura permite que esas células segreguen su metabolismo en ese cultivo enriqueciéndolo al segregar en él sustancias beneficiosas para regenerar partes del cuerpo del individuo tratado.

Este estudio trabaja en el ámbito de la regeneración de nervios que han sufrido una sección completa, hasta ahora se habían realizado estudios en situaciones de inflamación de nervios como la ciática. «Hemos realizado ensayos preclínicos en ratas y los resultados están siendo muy positivos lo que determina que el enfoque terapéutico está siendo muy prometedor», explica la coordinadora del proyecto, María Rodríguez.

Se ha realizado la operación de varios individuos de muestra, en colaboración con el doctor Endika Nevado. Además, colabora en el proyecto el servicio de Neurofisiología para «evaluar la recuperación funcional del nervio». En las primeras observaciones se ha determinado que «las ratas tratadas tienen más funcionalidad en los nervios ciáticos que las que no han sido tratados», señala la veterinaria.

De esta manera se constatan las posibilidades de regeneración que permiten el líquido que envuelve las células madres lo que tiene ventajas respecto a la matriz de ese cultivo. «Se han observado por un lado menos reacciones y por otro se controla mejor el cultivo pudiendo segregar productos para una terapia concreta de manera más controlada, con menos efectos secundarios y que facilita una mayor disponibilidad», señaló el coordinador de la Unidad de Investigación del HUBU, Jorge Labrador.

El proyecto está en fase preclínica. Ir más allá depende de las gestiones burocráticas y supervisoras de la Agencia Española del Medicamento que es la que autoriza ensayos clínicos en humanos. «Ya se han iniciado conversaciones y se están evaluando las posibilidades de llevarlo a cabo a medio plazo», señalan ambos investigadores. Para ello se tendría que calcular el tamaño muestral e identificar el número de pacientes. Después habría que buscar colaboradores que se coordinarían desde el HUBU. El proyecto tiene una financiación de 15.860 euros por parte de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León. Se ha elegido el HUBU porque su unidad de Cirugía Plástica es centro de referencia de mano catastrófica y «cuenta con especialistas nacionales» en cirugía reconstructiva.