Siete barrios de Burgos, afectados por el recorte de subvenciones para celebrar sus fiestas
El PSOE advierte que la última valoración del Ayuntamiento genera «diferencias» y «rivalidad», amén de incumplir la promesa de que se mantendrían las cuantías del año pasado
La última valoración del Ayuntamiento de Burgos para subvencionar las fiestas de los barrios de la ciudad conlleva importantes reducciones presupuestarias respecto a 2023. En el caso de Capiscol, por ejemplo, el recorte supera el 39%. Una «chapuza», a juicio de la concejala del PSOE, Virginia Escudero, que denota la «mala gestión» de la edil de Festejos, Carolina Álvarez.
«Las bases no son objetivos en ninguna de los puntos», denunciaba este miércoles Escudero convencida de que el reparto de ayudas va a generar «bastante incertidumbre». Sobre todo, según ha puntualizado, entre aquellos barrios que ya han celebrado sus fiestas y que contaban, tal y como se había comprometido el equipo de Gobierno, con una partida idéntica a la del año pasado e «incluso 100 euros más».
Los recortes afectan, en concreto, a siete barrios. Aparte de Capiscol, que se lleva la peor parte, las cuantías también se reducen en Gamonal (33%), Juan XXIII (13%), Río Vena (17,9%), San Cristóbal (11,3%), La Ventilla (20%) y El Pilar (25,6%). Por otro lado, a Escudero le parece «surrealista» que se pretende «ir descontando dinero» a los barrios que aún no han celebrado sus fiestas si no cumplen con la programación inicialmente prevista pese a que, dadas las circunstancias, «no van a poder hacer todas las actividades».
Las «diferencias» se acentuarán, según la edil socialista, porque los barrios de menor tamaño que hasta ahora recibían un importe «medio» van a percibir más mientras los grandes ven menguadas sus partidas. Del mismo modo, cree que se generará «rivalidad» no solo entre zonas, sino también entre asociaciones. En este sentido, ha señalado que la Asociación de Vecinos de Villatoro sí ha recibido subvención mientras que Badevill se queda sin nada al obtener menos puntuación. En su opinión, lo ideal hubiese sido presentar «un proyecto conjunto mucho mayor».
En lo que respecta a las bases, el PSOE no entiende el «encaje» a la hora de valorar la tradición por un lado y la innovación por otro. Asimismo, principal grupo de la oposición tampoco comparte el planteamiento de valorar la antigüedad de las asociaciones porque no se tiene en cuenta la dilatada trayectoria de los consejos de barrio, ya que en su día formaban parte de un registro diferente pese a que su situación legal es la misma.
Otro punto de discrepancia sería la «repercusión social». Sobre dicha cuestión, Escudero preguntó a Álvarez que criterios se han seguido para medir este impacto y su respuesta fue se toma como referencia el «día grande». Partiendo de esta base, la concejala socialista cree que lo idóneo hubiese sido contabilizar el número de asistentes a través de los drones de la Policía Local. Sin embargo, se optó por solicitar una valoración al jefe de Bomberos, Miguel Ángel Extremo. No en vano, Escudero asegura que no se ha elaborado ningún informe al respecto, por lo que la puntuación dentro de este apartado sería algo «relativo».
«Todo es secretismo, ocultar información y que no nos enteremos de nada», lamentaba la edil del PSOE tras aseverar que Álvarez no ha querido dar cuenta de los 10.000 euros teóricamente consignados, a repartir entre los siete barrios afectados por los recortes, para que el Ayuntamiento se haga cargo de los gastos relativos a verbenas, seguridad y emergencias. Así las cosas, el PSOE ya ha solicitado formalmente un informe vía registro.
Consultas populares
Consciente del «interés» suscitado entre muchos vecinos de Castañares sobre la posibilidad de que esta pedanía se convierta oficialmente en barrio de Burgos, Escudero preguntó directamente a Álvarez sobre la conveniencia de realizar una consulta popular. Su respuesta, según la concejala socialista, fue que «Castañares tiene una deuda con instalaciones deportivas». No obstante, tanto el gerente como el concejal de Deportes, César Barriada, «nos dicen que no hay ninguna deuda».
En base a ello, los socialistas reclaman «más formalidad» y dar los pasos necesarios para determinar si existe una mayoría superior al 50% para que Castañares pase a ser un barrio más de la ciudad. De igual manera, también defienden la necesidad de llevar a cabo otras consultas populares como las que demandan los vecinos del Casco Histórico Alto o de las zonas donde se plantea la construcción de aparcamientos en altura.