«Se han venido los techos abajo»

Las cuatro aulas de infantil del CEIP Solar del Cid, situado en el barrio de Fuentecillas, han resultado dañadas por la tromba de agua caída en la tarde de ayer. «Se han venido los techos abajo, quedan al descubierto las bovedillas. El  material se ha perdido y en algunos lugares se acumula hasta 10 centímetros de agua», explicó la directora del centro, María Belén  Barrios Carrasco.  La tromba de agua afectó a las cuatro aulas de infantil situadas en la parte más antigua del centro que se levantó en 1984. Tres de ellas  imparten clase a niños de 4 y 5 años, y una está destinada a sala de usos múltiples. 

.Los profesores intentaron recoger el agua mientras continuaban desprendiéndose cascotes del techo de escayola. «Estamos recogiendo, y se nos está cayendo el techo encima», explica una de las profesoras de infantil. Una situación que no es nueva, ya que este centro público lleva dando continuos partes al ayuntamiento de Burgos, responsable de la conservación del colegio, para avisar de la situación precaria en la que se encuentra.

.«Es un problema de conservación y mantenimiento por parte del ayuntamiento de Burgos», apuntó la directora. «Hay un problema de los pesebrones que se deben limpiar todos los años y no se hace, y cuando tienen lugar estas trombas de agua, se inundan».

Una situación que se repite desde hace años y de la que han ido dando parte a los sucesivos equipos de gobierno. «Esto está hablado con Javier Lacalle, con Daniel de la Rosa, y comunicado a la actual alcaldesa. Y da igual; se ha comunicado por escrito, reiteradas veces. Y no se hace nada», apunta la directora.

 En este momento el destrozo es tan grande que las aulas están inutilizadas para dar clase durante el próximo curso.

Dos de las aulas afectadas ya sufrieron desperfectos con las tormentas de abril y mayo. Pero, la situación se pudo salvar para continuar la actividad hasta finalizar el curso.

Ahora ya no hay niños en las clases, pero la actividad interna del centro continúa todavía. Por lo que los profesores han perdido parte los materiales destrozados por el agua; puzzles, juegos educativos, cuentos, así como los trabajos manuales realizados por los pequeños niños. Muchos de ellos se han deshecho o están empapados por el agua.

Además, el profesorado ha perdido pertenencias personales. «No es la primera vez que ocurre. Pasa por dejadez, se podía haber evitado», asegura una de las profesoras de infantil.

La situación de deterioro de este centro educativo no es nueva. Los padres del colegio lo conocen y no dudan en denunciarlo. «Sucede desde hace años», explica una madre. «Hemos visto zonas acordonadas para impedir el paso. Ventanas rotas. Se tenía que haber arreglado hace tiempo. Es una vergüenza».

. La dirección del centro dio parte al 112, Y los bomberos acudieron con una dotación para revisar la instalación. Durante la mañana del miércoles, ningún miembro del Equipo de Gobierno había acudido al colegio para revisar la situación del centro.

Al conocer la noticia por este medio, la dirección provincial de Educación de la Junta, decidió habilitar un equipo de aparejadores para revisar la instalación hoy jueves.

Al conocer la noticia después de la publicación en el Correo de Burgos,  Educación de la Junta, decidió mandar un aparejador para revisar la instalación el viernes 28  por la mañana.