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El Monasterio de Rioseco es ya un referente en la recuperación del patrimonio en la región

La XIV Semana del Voluntariado se desarrollará del 29 de julio al 3 de agosto. Una de las actividades que acoge este antiguo cenobio convertido en un centro cultural que recibe 50.000 visitas al año.

El Monasterio de Ríoseco ha vuelto a la vida en el valle de Manzanedo.FUNDACIÓN ríoseco 

Publicado por
Fuencisla Criado
Burgos

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Un contador digital instalado a las puertas del recinto marca las personas que se acercan hasta el valle de Manzanedo para conocer Santa María de Ríoseco. Hoy un lugar con fama, conocido, pero hasta no hace demasiados años estuvo sumido en el olvido. Sus muros, que escalan el desnivel formado por el río Ebro, quedaban ocultos entre las zarzas y la hiedra. El abandono, el expolio, la reutilización de los sillares parecían condenar a Ríoseco a la desaparición. Pero este enclave tiene magia. Y una vez que lo conoces, se mete dentro.  Es lo que movió a los primeros trabajos de recuperación. «Llegué en el 2006 al Monasterio y vi que el lugar era espectacular», explica Juan Miguel Gutiérrez Pulgar, presidente de la Fundación Rioseco. «En el año 2010 pusimos en marcha la primera semana del voluntariado. Solo queríamos poner en su lugar el suelo de la iglesia, que estaba vandalizado, con las tumbas abiertas y volver a enterrar los huesos porque nos daba mucha pena», explica Juan Miguel, «nos gustó, nos picó y empezamos a creer en el Monasterio».

Una iniciativa que involucró al Instituto de Villarcayo, a la Asociación Mazorca, entre otros colectivos y vecinos,  «vimos que era un lugar especial que emocionaba, que involucraba a los jóvenes, donde han dejado mucho tiempo mucho trabajo. Incluso algunos se están casando aquí», explica Juan Miguel. 

El cenobio es un lugar mágico enclavado en el valle de ManzanedoFUNDACION RIOSECO

Una nueva vida de este lugar histórico.  Una etapa ha hecho crecer esta iniciativa. La base es el espíritu del voluntariado. Que mantiene cada verano su semana intensa de trabajo en el cenobio. Pero también ha supuesto la puesta en marcha de la actividad educativa, cultural en una propuesta que los vecinos «han hecho suya». Una iniciativa que, va mas allá del Valle, de la comarca. En este momento la Fundación mantiene acuerdos con tres universidades de la región;  además de la Burgos, con la Facultad de Arquitectura de Valladolid y  Politécnica de Madrid. 

«Rioseco tiene una vida muy rica y a unos niveles que nunca podríamos haber imaginado»  En estos años se han restaurado muros, cubiertas, cuenta con un equipo técnico, con arquitecto, arqueóloga, un doctor en Historia del Arte.

El claustro herreriano es una de las imágenes icónicas del lugarFUNDACION RIOSECO

Para el presidente de la Fundación Santa María de Río Seco es la demostración de que hasta el mundo rural «más pequeño, poniendo ganas, se puede conseguir cosas increíbles». 

Y es que el antiguo Monasterio se encuentra en una de las zonas más despobladas de la provincia, el  valle de Manzanedo, formado por 16 localidades donde vive 140 personas.

«A pesar de ello, hemos conseguido que se convierta en un referente de la recuperación del patrimonio, sobre todo en Castilla y León». 

Actividad Cultural 

El lugar alberga actividad durante todo el año, pero es en el verano cuando se concentra un mayor movimiento. Durante los fines de semana de junio se han retomado las visitas guidas por los voluntarios y durante  julio y agosto se realizarán de forma diaria. Por la mañana a las 11.00, a las 12.00, 13.00  y por las tardes a las 17.00, 18.00 y 19.00.   «No hace falta inscripción previa con que venga antes del inicio, es suficiente. La entrada es gratuita, pero la visita guiada pedimos dos euros para ayudar sufragar los gastos», explica el presidente de la Fundación. Las visitas duran en torno a los tres cuartos de hora, una hora para descubrir los diferentes  estilos arquitectónicos,  las diversas estancias que lo componían, la iglesia, el claustro, la cilla, el huerto, la antigua canalización de agua de la que se suministraba el monasterio, los hornos de los monjes, y las ruinas de las antiguas estancias que estos habitaban.

 En  septiembre y octubre se realizarán de nuevo durante los fines de semana.«El pasado año tuvimos, en torno a las 5.000 personas, en estas visitas guiadas en las que, además de la historia del lugar, explican el desarrollo del voluntariado y como ha evolucionado el proyecto».

El jardín renacentista es ya una realidad después del esfuerzo de los voluntarios.FUNDACION RIOSECO

El  sábado 29 comienzó la actividad cultural de este año con la representación teatral de la obra La Ternura por el Carro de Thestis. 

El 6 de julio, concierto Ensemble de Saxos del Patronato de Música de Ibiza.

Del 15 al 17 de julio el Monasterio alberga Curso de Verano de la Universidad de Burgos.

El 24 de julio volverá a la vida el órgano del cenobio con un concierto a cargo de la soprano Anastasia Golub.

Del 29 de julio a 3 de agosto se desarrollará la XIV semana del Voluntariado con la fiesta final que tendrá lugar el 4 de agosto. 

La semana del voluntariado reúne a cerca de 150 personas. Aproximadamente la mitad llegan desde las Merindades, o bien porque son vecinos o veraneantes, de Burgos capital, Madrid, País Vasco, Cantabria, Valladolid o Santander.

El 10 de agosto se ha programado un concierto Lírico Backstage. El 21 Concierto de Órgano, el 24 dúo Sibila, y el 31 de agosto cierra la temporada Mariano Mangas y María Sedano. 

Trabajos de Recuperación del Monasterio 

Los trabajos de recuperación  este año se centrarán en la zona de los hornos, en la parte exterior, donde apareció hace dos años una bóveda enterrada. La arqueóloga Silvia Pascual, encargada de los trabajos de Santa María, «quiere estudiar esa zona». Aunque el trabajo mayor se situará en la galería renacentista,situada en el claustro bajo del cenobio, tanto en el interior como en el exterior del perímetro de la Torre del Abad. 

Los trabajos de recuperación se centran en la torre del Abad y la galería jónica .FUNDACION RIOSECO

Trabajos que se pueden realizar gracias a la aportación económica de 270.000 euros de la Junta de Castilla y León, aunque el presupuesto global ronda los 300.000 euros, una cantidad que se completará con los fondos de la fundación.

«Es una zona que pensábamos que íbamos a perder, porque nos parecía imposible recuperarla, pero gracias a la Junta se ha podido hacer esta consolidación. Ya se ha limpiado la hiedra, se han consolidado los muros. Va todo bastante avanzado, acabaremos a primeros de julio la primera fase», explica el Juan Miguel Gutiérrez Pulgar.  Una labor que contribuye tanto a mejorar el conocimiento del cenobio como a ampliar los  más espacios que se abren a las visitas y la actividad. «La zona renacentista, con el jardín que plantamos y la galería jónica visible, queda un espacio espectacular».  Un lugar  que deja visible las estructuras en la última terraza sobre la se asienta el antiguo cenobio, la que se asoma ya al valle sobre el río Ebro.

Historia del Monasterio 

Fue el decreto de Mendizabal 1835 el que paró el tiempo en Ríoseco. La expulsión de los monjes cistercienses supuso el final de la vida en este centro de actividad religiosa y cultural que nació en el siglo XIII. Un cenobio activo, vivo, que llegó a albergar a cerca de 100 personas en sus muros.  

Por un lado la comunidad de  monjes blancos, formada aproximadamente por 25 hermanos. Su trabajo era orar. Estaban a  tendidos por legos y novicios que se ocupaban del trabajo y mantenimiento del reciento que albergaba  una hospedería y un hospital. 

Fuera de sus muros, Santa María constituía también un lugar de actividad económica que daba trabajo a familias al cuidado de granjas, ventas, molinos o batanes sobre el Ebro. 

Cuando el abandono fue cayendo en el lugar, con el llegó el olvido. Hasta tal punto que era difícil encontrar la entrada al lugar, a pesar de que en el antiguo claustro de puro estilo Herreranio se construyó un refugio para pastores con las piedras caídas.