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ALOJAMIENTOS VACACIONALES

Las viviendas turísticas defienden su papel crucial en los grandes eventos

La vicepresidenta de la asociación local de gestores de este tipo de alojamientos, Pilar Martínez, asegura que la oferta hotelera tradicional no podría absorber el alza creciente de visitantes: «Hay hueco para todos»

Familias y grupos de amigos atraídos por la cultura de Burgos copan las reservas de las VUT.OSCAR CORCUERA

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Burgos

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Hartos de ser considerados los malos de la película, los gestores de viviendas turísticas quieren reivindicar su aportación al impulso del sector en Burgos y, por extensión, de la riqueza económica que genera. Hasta 40 propietarios locales forman parte de la agrupación nacida para defender y mejorar su actividad.

«Somos un recurso muy importante para la ciudad. Y muy necesario. Hace pocos años no existían viviendas de uso turístico (VUT) y su proliferación tiene buena parte de la culpa del auge del turismo, porque creemos, y así nos lo trasladan nuestros clientes, que esta oferta facilita la estancia y, en consecuencia, eleva las pernoctaciones», relata Pilar Martínez, vicepresidenta de la asociación, convencida de que «hay hueco para todos».

Señala como ejemplo los grandes eventos vinculados con la danza que en los últimos meses han abarrotado la ciudad. Afirma al respecto que sin las viviendas de uso turístico la afluencia de visitantes relacionados con estas citas hubiera sido muy inferior. Y es que los allegados de las participantes «buscan este tipo de espacios para poder acompañarlas», sostiene. Sin estos alojamientos extrahoteleros, «se quedarían en casa», lo que minimizaría notablemente el impacto económico que generan. Incluso cabe suponer que sin ese soporte de plazas la organización de los eventos exploraría otros destinos.

«Las VUT han contribuido a los récord de visitas de la ciudad»Pilar Martínez, vicepresidenta de la asociación de viviendas de uso turístico de Burgos

Responden de hecho estos grupos citados al perfil mayoritario de su clientela. «En un porcentaje altísimo son familias que miran el precio y quieren espacios diferenciados, tener amplitud. También destacan los grupos de amigos. Buscan igualmente la comodidad que estos alojamientos ofrecen. 

Cada uno tiene su habitación y además disponen de zonas compartidas. En todo caso es un turista tranquilo, que viene a Burgos por su cultura y su gastronomía. De hecho, reserva buena parte de su presupuesto para disfrutar de ellas», detalla Martínez, a la que el trato directo con cada visitante que recala en su vivienda le brinda una visión panorámica bastante completa de los intereses y las impresiones de los viajeros.

Sabe así que la inmensa mayoría valora que el espacio sea agradable, «que esté cuidado y decorado con gusto». Añade esta razón al listado de bondades de las llamadas VUT, pues más allá del propio alojamiento, el entorno en el que se ubica debe cumplir idénticos requisitos. «Somos los primeros interesados en que el edificio en el que se encuentra la vivienda esté en óptimas condiciones. Participamos activamente en las reuniones de vecinos porque nos preocupamos por el estado de las zonas comunes, porque es la primera impresión que se llevan nuestros clientes al llegar», aclara la vicepresidenta de la agrupación local, para ampliar aún más el radio de ‘acción’. 

«Somos los más interesados en que el edificio esté cuidado»
Pilar Martínez, vicepresidenta de la asociación de viviendas de uso turístico de Burgos

Y es que, asegura, lo mismo ocurre con los barrios donde se asientan, «grandes beneficiados», afirma, de la presencia de estos negocios. Da así la vuelta a uno de los argumentos que esgrimen los contrarios a su proliferación. 

«La fisionomía de los cascos históricos cambió hace ya mucho tiempo, cuando fallecieron las personas mayores que vivían allí y el pequeño comercio desapareció. En ese escenario nosotros aportamos en positivo y propiciamos la rehabilitación de inmuebles que de otra manera languidecerían vacíos o con sus viviendas en alquiler a coste muy bajo, con los problemas que eso puede conllevar», sugiere.

Problemas, asevera, que no se dan en su caso. «Somos 40 y en nuestra comunidades no ha habido conflicto alguno hasta el momento. Nunca hemos tenido que llamar a la policía, ni nosotros ni los vecinos, por tener un cliente disruptivo», destaca, aunque reconoce que cada vez más, «en la medida que los medios de comunicación hablan de las viviendas turísticas, los residentes incorporan puntos vinculados con ellas en los órdenes del día de las reuniones».

Dos turistas consultan uno de los mapas de la ciudad de Burgos instalado en un Mupi.©Tomas Alonso

Martínez defiende el cumplimiento escrupuloso de la legalidad, consciente de la sombra de la sospecha que se cierne siempre sobre el sector. «En la asociación tenemos como objetivo perseguir las malas prácticas y animamos a los vecinos que crean que en su comunidad existe una actividad ilícita a denunciar. Queremos que quien opere lo haga bien y haga cumplir las normas de convivencia que nosotros trasladamos a nuestros clientes», añade. 

«Ser ilegal es cada vez más difícil. Las plataformas nos exigen licencia»Pilar Martínez, vicepresidenta de la asociación de viviendas de uso turístico de Burgos

Con todo, asegura que hasta la fecha no han detectado casos de alojamientos ilegales. «Es cada vez más difícil, afortunadamente», apunta. El grueso de estos alojamientos se contratan a través de las plataformas Booking y AirBnb «y ya desde hace años ambas obligan a contar con número de licencia para publicitarse en ellas». También deben remitir a Hacienda las facturas que cada vivienda genera, por lo que el resquicio para las irregularidades es cada vez menos reducido.

Al hilo, Martínez considera que la legistación actual es suficiente y se muestra contraria a nuevas medidas restrictivas, inspiradas, dice, en discursos que, «como cabeza de turco» les culpan de todos los males del mercado de la vivienda, «cuando llevan enquistados desde hace años». Más aún en Burgos donde la convivencia es buena y la oferta se ajusta a la demanda.

«No hacemos competencia a los hoteles, porque hay gente que los prefiere sí o sí, igual que los albergues o los hostales no nos restan a nosotros. Los usuarios de cada uno son muy diferentes y todos somos necesarios», señala, para insistir en que precisamente la diversidad que aportan las viviendas de uso turístico ha contribuido a los récords de visitantes que encadena Burgos tras la pandemia.

De ello les gustaría tratar con los representantes de las distintas administraciones, con los que aspiran a establecer una comunicación fluida. Tras constituirse como asociación en 2021, los gestores de VUT esperan impulsar su actividad este año y el contacto con los distintos agentes sociales es una de sus prioridades. Tratarán de reunirse con el Ayuntamiento, para empezar, pero también con otros sectores empresariales, para convencerlos de lo provechoso que puede ser remar juntos.

Tres turistas extranjeros en el centro de Burgos.SANTI OTERO

Diferencia con los alquileres turísticos

A todos ellos, de entrada, les explicarán, para despejar dudas, las diferencias entre sus VUT y los apartamentos turísticos (AT), que las hay. Y es que suelen asimilarse cuando no son lo mismo. Los Apartamentos Turísticos no pueden tener un uso residencial, mientras que las VUT sí. 

Es decir, el propietario de esta puede vivir en ella por un tiempo y cederla durante otros periodos. Los AT suelen agruparse en edificios, incluso ocuparlos por completo «y su funcionamiento es más parecido al de los hoteles», apostilla Martínez. A todos, no obstante, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento les exigen una serie de permisos para poder operar.