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ATA'24

Un bloque con pigmento en dos caras refuerza el arte rupestre de Atapuerca

Mirador amplía su colección de pinturas con un bloque con pigmentos ocre y un sílex decorado y restos de colorante. «Si abriéramos la cueva estaría pintada por todas partes»

Bloque con pintura rupestre que se extrae en Mirador.SUSANA SANTAMARÍA - FA

Publicado por
Burgos

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Los yacimientos de Atapuerca retoman cada campaña donde lo dejaron. Si el año pasado el sector 100 de la cueva de Mirador dejó a la vista restos de pigmento decolorado y desfigurado por el uso posterior de la cueva como redil de ganado, este año los artistas anteriores al neolítico antiguo han vuelto a aparecer.

Los elementos pictóricos recuperados son varios. En dos metros cuadrados de la apertura del lado izquierdo, por el que se busca el acceso al complejo de galerías y cuevas interiores, ha deparado la sorpresa. No sólo hay restos de pared que se ha desprendido con pintura, también hay un bloque de piedra independiente decorado. «Mide 40 por 30 y está recubierto de pigmento, parece que hay alguna figura o algo esquemático en dos lados visibles», explica el coordinador del yacimiento de Mirador, Josep María Vergés.  Además, junto a este trozo de piedra independiente hay también «un núcleo de sílex con digitaciones (decoraciones) en ocre y restos de colorante».

No es la primera vez que aparecen pigmentos en las paredes de esta cueva. El año pasado en el sector 100 se recuperaron restos. Todos son de color ocre ( hechos con óxido de hierro difícil de datar), también, poco perceptibles y borrosos. «Son restos muy borrados porque se usaba como redil y las ovejas, al frotarse con las paredes, van desdibujando lo que hay en la pared», puntualiza Vergés. Esto permite identificar cuándo se confeccionaron estas obras de arte.

 Los artistas no parece que fueran los ganaderos que guardaban sus ovejas junto al lugar de habitación y hasta tenían un «corral que usaban de basurero y depositan todos los utensilios que ya no sirven van a parar a este lugar y nos aparece una gran cantidad de material muchísima cerámica, industria lítica...». De esta manera, las pinturas son posteriores al neolítico medio y neolítico antiguo. Por debajo de los 6.500 años de antigüedad que son los niveles del sedimento que tapaban estas rocas decoradas. 

Recuerdan que «en el sondeo vertical había un pequeño registro magdaleniense». Es la última fase del Paleolítico superior que es la época de las pinturas de Altamira por ejemplo. Solo que en Mirador la cueva está completamente colmatada de sedimento. Pero los indicios de los artistas de Atapuerca están en las dos partes de la cavidad donde se trabaja en Mirador. «Si en los dos sectores hay pinturas eso apunta a que si abrieras toda la cueva estaría pintada por todas partes», apunta Vergés.

Ayer se centraban en extraer el bloque en colaboración con el equipo de restauración. «Estamos utilizando un programa con filtros para identificar las zonas donde hay pigmentos para no tocarlas y poder cogerla y con los restauradores ideando un soporte para sacarla», señala el responsable de la excavación.

En este yacimiento se trabaja en dos aberturas laterales con las que se busca crear una especie de escalera para acceder a las cavidades del interior. Pero están llenas de sedimento y restos lo que ralentiza el acceso a niveles inferiores y hacen inviable una excavación de toda la cavidad. Aunque hay esperanzas de encontrar un espacio sellado, inaccesible y libre de sedimento. En la parte donde se ha recuperado el bloque con pinturas «notamos aire y eso quiere decir que por debajo hay una cavidad hueca». La teoría de Eudald Carbonell es que «puede haber un espacio cerrado probablemente como fue Galería del Sílex que es un enterramiento que no se había abierto hasta que se descubrió en los 70». Habrá que esperar a ver qué sorpresas esconde Mirador.