La ciudad pierde medio millar de plazas de zona azul en una década
El anterior contrato, ya caducado, afectaba a 4.570 aparcamientos, mientras que el nuevo, al que optan tres empresas, las reduce a 4.073. La adjudicataria incorporará un ‘multacar’ y renovará todos los parquímetros
Obras diversas en las vías de la ciudad, tales como la adaptación de las paradas de autobuses, peatonalizaciones varias o la incorporación de carriles para ciclistas, han reducido en la última década las plazas de aparcamiento reguladas en la capital burgalesa. El nuevo contrato para la gestión de la ORA lo constata y es que la cantidad de puestos a controlar por la empresa adjudicataria, de las tres que han presentado sus ofertas, se ha reducido en un 10% respecto a los afectados por el acuerdo ya caducado, en vigor desde 2013. En concreto, la ciudad ha perdido en la última década medio millar de estacionamientos en zona azul, al pasar de los 4.570 activos de entonces a los 4.073 que suma el listado de calles afectadas en la actualidad.
Buena parte de ellas, pese a la notable reducción reciente, se concentran en la avenida Reyes Católicos, que aglutina hasta 845. Muy de lejos le siguen la calle Vitoria, con 373, y su vecina avenida de la Paz, con 264. Más de un centenar ofrecen en las inmediaciones la calle Calzadas, con 195, la avenida del Cid, con 168, la calle Alfonso X El Sabio, con 151, la avenida Arlanzón, con 123, y el parque Virgen del Manzano, con 112. Ocho calles, por tanto, disponen de más de la mitad de los aparcamientos regulados en total: 2.063, para ser exactos. El resto se reparte en otras 52 vías.
De garantizar su uso adecuado se encargará la empresa que resulte adjudicataria del procedimiento abierto para contratar, por un importe próximo a los 20 millones, la gestión y explotación del servicio de estacionamiento regulado de vehículos con limitación horaria de los próximos ocho años, sin posibilidad de prórroga.
El pasado 3 de julio finalizaba el plazo para presentar ofertas con tres empresas en la pugna por asumir tal labor: Estacionamientos y Servicios (Eysa) -beneficiaria del anterior contrato de la ORA por diez años y reciente adjudicataria de la plataforma digital para optimizar las tareas de carga y descarga, licitada de urgencia por estar financiada con fondos europeos-, Setex-Aparki y la UTE conformada por Valoriza Servicios Medioambientales e Innovaciones Tecnológicas del Sur. Los responsables de elegir el mejor proyecto ya conocen sus propuestas técnicas, pero no las económicas, pues los sobres que las contienen no se abrirán hasta el próximo viernes.
La empresa que obtenga la mayor puntuación tendrá que asumir varias obligaciones contempladas en los pliegos, que como novedad exigen gestionar también el control de la ocupación de las plazas de carga y descarga de mercancías. Para empezar, habrá de subrogar la actual plantilla del servicio, integrada por 23 trabajadores, 17 de ellos controladores. Incluso tendrán que contratar alguno más, pues el Ayuntamiento impone como mínimo uno por cada 200 plazas de estacionamiento regulado. Una sencilla operación basta para estimar que el número deberá crecer hasta los 20. Se establece también una frecuencia mínima de paso de control de 40 minutos por cada plaza supervisada.
Burgos
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Además, el prestador del servicio deberá poner a disposición dos vehículos con cámaras de lectura de matrículas para la mejora de la vigilancia, describiendo en su oferta tanto el sistema a emplear como las rutas a realizar.
En concreto, tal y como reza el documento publicado en la plataforma de contratación del sector público, «la solución planteada por los licitadores deberá incluir el suministro de un vehículo eléctrico, y la instalación de dos cámaras en configuración 180 grados (captación delantera) en la parte frontal, la instalación de una tablet para la operación de las cámaras y de un cuadro de protecciones para alimentar este equipamiento». Requiere además que «de cada matrícula registrada el sistema guarde el recorte de la matrícula en blanco y negro y un archivo resumen de cada una de las capturas realizadas».
Pago con tarjeta y APP
En cuanto a los medios materiales adscritos al servicio, el nuevo contrato requiere la renovación íntegra de la red de parquímetros. Indica al respecto que «los expendedores de tiques serán todos de nueva adquisición» y el adjudicatario deberá asumir la retirada del parque actual.
También establece las condiciones de la ubicación de los nuevos elementos, que dispondrán como ahora de un panel solar y la correspondiente batería. El pliego de condiciones señala que la ubicación será tal que la distancia entre estos y cualquier plaza de estacionamiento regulado no sea superior a 50 metros. «Esta distancia podrá ser modificada siempre y cuando se justifique adecuadamente y así sea aprobado por el servicio municipal de Ingeniería Industrial», añade, para reclamar que el número inicial de aparatos sea igual que el actual y se utilicen las ubicaciones existentes, «salvo en los casos en los que fuera aconsejable su reubicación por motivos de seguridad, movilidad o mejor accesibilidad».
Una de las novedades que celebrarán buena parte de los usuarios, reducida notablemente tras la pandemia la circulación de monedas, será la implantación del pago vía tarjeta de crédito o débito en los parquímetros. Hasta ahora solo podía abonarse la estancia con monedas, y las justas, además, salvo que se emplease para la reserva de la plaza la aplicación móvil, tecnología de la que no toda la población dispone.
A estos tres formatos se podrán sumar si el Ayuntamiento lo requiere otros posibles, tales como, según detalla el pliego en cuestión, la «futura tarjeta ciudadana».