Construcciones Ortega renovará en tres meses el suelo de la iglesia de San Juan

Construcciones Ortega se encargará de materializar la primera fase de la reforma y ampliación del Monasterio de San Juan. En concreto, llevará a cabo la pavimentación del espacio que ocupa la antigua iglesia. Tendrá tres meses para culminar la intervención, que comenzará en el mes de agosto. El importe definitivo ronda los 360.000 euros, tras rebajar la oferta de la única adjudicataria en un 13% el precio de licitación: 416.000 euros con IVA.

Llama la atención el prolongado plazo de garantía fijado para estos trabajos, de hasta 9 años, periodo poco habitual por lo prolongado, según indican desde Urbanismo.

De vuelta al coste, cabe recordar que del importe total ya indicado hasta 300.000 euros se financiarán con fondos europeos. Conviene, pues, agilizar al máximo la actuación -de ahí que se optara por una tramitación urgente-, ya que Europa exige justificar la inversión antes del 31 de diciembre.

Con esta obra arrancará la tercera y última fase de la renovación de la instalación. En paralelo, y esta vez con aportación económica exclusivamente municipal, se darán los pasos necesarios para llevar a cabo la segunda de las dos contempladas, que busca una mejora sustancial en la distribución de los espacios, así como en la relación del histórico edificio con la plaza.

Este encargo responde al contrato de prestación de servicios que emana del concurso de ideas con jurado convocado para obtener la mejor propuesta posible para acabar de remodelar un monumento tan emblemático para la ciudad como el Monasterio de San Juan.

Se presentaron 19 proyectos de los que se decidió un ganador entre 9 finalistas. El elegido fue el presentado por el estudio MADE.V, con sede en Valladolid, pues según el jurado se ceñía mejor a las tres exigencias principales, según explicó en su momento el arquitecto municipal Antonio Cámara: respeto por la «memoria histórica» del edificio, que es un Bien de Interés Cultural (BIC), establecer una relación entre el edificio y la plaza y resolver con eficacia las funcionalidades y usos del inmueble, es decir, entre los trabajos de ampliación y la rehabilitación.

La propuesta contempla una intervención en la zona de la antigua iglesia, ‘resucitada’ para eventos tras colocarse la cubierta superior, que implica el desmontaje del pavimento de piedra y canto actual -se desmontará un paquete total de suelo de 20 centímetros- y la sustitución por uno nuevo, tras la realización de catas arqueológicas alrededor de las basas de los pilares y en la capilla de los pies de la nave.

El nuevo pavimento será de losas de granito en color «a elegir», según el pliego de condiciones de la licitación, con un espesor de ocho centímetros. También se colocará una rampa para solventar la accesibilidad a la zona del presbiterio.