Burgos supera la media nacional de consumo en cocaína y éxtasis en jóvenes

Los jóvenes burgaleses registran un consumo de drogas duras más alto que la media nacional. Un dato que sorprende y que acompaña el borrador del nuevo Plan Municipal de Prevención de Drogas y Conductas Adictivas que ayer se debatió en la comisión de la concejalía de Juventud. El plan ha dejado datos «preocupantes» porque la media de Burgos en el consumo de drogas duras es superior a la media nacional. «Es preocupante, te sorprende que en alcohol, tabaco y cannabis estemos por debajo de la media nacional pero que en cocaína o éxtasis estemos tan por encima», señaló el concejal de Juventud, Fernando Martínez Acitores.

Las encuestas escolares a adolescentes determinan que un 3,6% de los jóvenes consume o ha consumido cocaína. Si esta media es alta, la de éxtasis es el doble, el 6,1% de los jóvenes burgaleses ha consumido estas pastillas mientras que las anfetaminas las ha probado un 1,8% de la población juvenil y la metanfetamienta un 3,5%. La media nacional de consumos de estas drogas duras están por debajo de la que marca la estadística entre jóvenes burgaleses.

 Así la media nacional de consumo de cocaína está en un 3,1%, la anfetaminas 1,5% pero la diferencia en éxtasis y metanfetamina es superior. La media nacional es del 1,8% en la primera y un 0,5% en la segunda. Los jóvenes burgaleses superan esa cifra en más de cuatro puntos en consumo de éxtasis y en tres puntos de metanfetaminas. Cierto es que el inicio del consumo en estas drogas duras es más tardío. Según la misma encuesta se inician en éxtasis a los 17 y el resto más allá de los 18.

Alcohol, más de la mitad consumen

Lo esperado es el importante consumo de alcohol y tabaco, drogas consideradas legales, y el cannabis. No pilla de sorpresa, pero las medias de la juventud burgalesa están por debajo de la media nacional. Aún así, más de la mitad de los jóvenes burgaleses ha tomado alcohol, el 65,8%, casi cuatro de cada diez fuma tabaco y el 23,7% cannabis.

El análisis de la situación deja claro que la puerta de entrada a las adicciones es el alcohol y de una manera muy temprana. En los últimos 12 meses seis de cada diez jóvenes burgaleses ha bebido. Cuando la estadística introduce el factor de edad se observa que la mitad de los adolescentes de 14 años ya ha probado el alcohol en los últimos 12 meses. La cifra baja al 45% en los 15 años pero el 100% con 16 años dice que lo consume. 

El 20% de los jóvenes con 15 años dice que ha pasado una borrachera que sube a la mitad en la población de 18 años. En cuanto a la forma de adquirir el alcohol sorprende que, aún siendo menores, el 43% de los jóvenes obtienen el alcohol ellos mismos, el 21% a través de un mayor de 18 años y el 6% por otros menores de edad. En cuanto a los lugares donde adquieren el alcohol es bares, el 40%, en supermercados, el 38,6%, y en discotecas en el 25,4%, de los casos.

El informe destaca que «el botellón es una de las prácticas más habituales de consumo de alcohol en menores de 18 años, se consumen grandes cantidades en un corto periodo de tiempo». Las cifras en Burgos reflejan que el 52,6% de los adolescentes han hecho botellón el último año. Y ellas consumen más que ellos. En chicas la media está en 57,7% mientras que en chicos baja al 44,2%.

Tabaco, el cigarro en la boca a los 14

En cuanto al consumo de tabaco el informe establece que «es un problema importante ya que supone consumir varias sustancias adictivas». Los jóvenes burgaleses prueban el tabaco a los 14, 3 años en chicos y un año después las chicas y en menos de un año el consumo ya es diario. La media es de siete o seis cigarros pero ellas fuman más, el 42% lo ha probado alguna vez, que ellos (27,9%).

El cigarrillo es la puerta de entradas al consumo de cannabis. Cerca de tres de cada diez jóvenes lo ha probado alguna vez en la vida y el 22% en los últimos doce meses. El 33% empieza con tan solo 14 años y cerca del 40% con 17 años es consumidor de esta sustancia ilegal. Ellas vuelven a estar por encima. Los jóvenes burgaleses son más conscientes que la media nacional de que el consumo de cannabis es un problema serio y solo el 7% banaliza sus efectos.