El Correo de Burgos

El MEH expone la importancia de la mano en la evolución humana en una exposición que incluye fósiles originales de Atapuerca

La muestra podrá visitarse de forma gratuita hasta marzo de 2025 en la sala de exposiciones temporales del Museo

Presentación de la muestra 'Las manos mágicas' en el Museo de la Evolución Humana.

Presentación de la muestra 'Las manos mágicas' en el Museo de la Evolución Humana.ECB

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El Museo de la Evolución Humana (MEH) expone hasta marzo de 2025 la importancia de la mano en la evolución humana a través de una exposición que incluye fósiles originales de los yacimientos de Atapuerca, no expuestos hasta el momento. La exposición, denominada ‘Las manos mágicas’ y ubicada en la sala de exposiciones temporales del MEH, muestra una falange del yacimiento de la Sima del Elefante de 1,2 millones de años, huesos asignados a Homo antecessor y dos brazos y dos manos prácticamente completos procedentes de la Sima de los Huesos.

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el director científico del MEH, Juan Luis Arsuaga, inauguraron hoy esta muestra que narra lo que ha supuesto la mano para la evolución humana, abordando cuestiones relativas a la anatomía o la biomecánica. Se podrá visitar de forma gratuita hasta marzo de 2025 en la sala de exposiciones temporales del MEH.

Se trata de la segunda exposición realizada por el museo dentro del ciclo ‘El cuerpo humano’ que comenzó con la muestra ‘Tenerse en pie. La postura erguida de la evolución humana’. Ambas exposiciones ilustran aspectos clave de la evolución humana enseñando fósiles originales de Atapuerca. Si en aquella ocasión la exposición se articulaba en torno al cambio radical en la estructura del pie que supuso la adquisición de la postura bípeda del ser humano, ahora el Museo quiere enseñar a sus visitantes la importancia de la mano como extensión del cerebro en la evolución humana.

Según explicaron desde el Museo, Ambas exposiciones están relacionadas, ya que “al alcanzar la bipedestación nuestras manos se pudieron liberar para poder comenzar a aportarnos un nuevo horizonte de funcionalidad”. Se trata de una exposición que el propio consejero de Cultura, Turismo y Deporte tildó de “apasionante”, dado que demuestra la “solvencia científica y social” del Museo. Por su parte, Arsuaga destacó la “elegancia y estética” de la muestra en la que no solo se aprende, sino que también se “disfruta”, y animó a la sociedad burgalesa a acercarse al Museo a conocer más acerca del papel de la mano en la evolución humana.

Restos fósiles nunca antes expuestos

Durante la inauguración de la muestra, Arsuaga y Santonja pusieron en valor su importancia, dado que incorpora restos fósiles de los yacimientos de Atapuerca y que nunca antes se habían expuesto. En este sentido, recordaron que los elementos óseos de las manos no abundan en el registro fósil mundial, debido a que los huesos de la muñeca son pequeños, y los de la palma y dedos son frágiles, por lo que no existen apenas restos esqueléticos de las manos hasta que empiezan a practicarse los enterramientos entre los neandertales y los humanos modernos.

Sin embargo, indicaron que hay excepciones, como son un par de australopitecos que se han encontrado muy completos y los esqueletos de una especie sudafricana llamada Homo naledi. En la Sierra de Atapuerca hay restos óseos de las manos en tres yacimientos. El más antiguo es una falange procedente del yacimiento de la Sima del Elefante, con una antigüedad de aproximadamente 1,2 millones de años, que se atribuye provisionalmente a Homo erectus, y que se puede contemplar desde hoy en esta muestra.

Además, en el yacimiento de Gran Dolina se encontraron huesos de las manos de varios individuos, asignados a la especie Homo antecessor con una antigüedad de entre 800.000 y 900.000 años y que también se exponen en la muestra. Recordaron además que la Sima de los Huesos es el yacimiento que ha proporcionado mayor número de restos óseos de las manos del mundo, como ocurre con todas las regiones del esqueleto. Así, en esta exposición pueden verse dos brazos y dos manos prácticamente completos de este yacimiento. Las manos de los individuos de la Sima de los Huesos eran muy parecidas a las de los humanos actuales, pero más robustas, y al estudiar su morfología se observa que tenían la misma capacidad para realizar agarres de precisión que los humanos actuales, pero, además, tenían mucha más fuerza.

Además, según anunciaron durante la inauguración, los dos brazos de la Sima de los Huesos y el de Homo antecessor se incorporarán a la colección permanente del MEH cuando finalice esta exposición temporal.

La muestra también expone ejemplos de los primeros instrumentos que utilizaron los humanos para cortar los alimentos. De esta forma, herramientas halladas en los yacimientos de Gran Dolina, Galería y Sima del Elefante se unen a esta muestra. Además, dedica otra sala a las diferentes adaptaciones al medio que el reino animal ha dado como respuesta a las condiciones particulares de cada ecosistema. Destaca entre estos esqueletos el del ornitorrinco, un animal que interesó mucho a Darwin al escribir ‘El Origen de las Especies’, exhibiéndose uno de los ejemplares

El simbolismo de la mano

Tal y como destacó Santonja en su intervención, esta exposición se interesa también por las distintas representaciones artísticas que reflejan la capacidad expresiva de la mano, cuya multiplicidad gestual muestra los estados internos del hombre, sus sentimientos, emociones y actitudes. “Las manos han servido como herramienta y como obra de la expresión artística”, señalan desde el MEH, y un ejemplo de ellos son las pinturas paleolíticas. Como ejemplo se muestra una réplica panel de manos de la cueva de Maltravieso (Cáceres), así como un montaje de fotos de signos hechos con las manos.

Asimismo, pueden expresar sentimientos de paz, como demuestran las téseras de hospitalidad. Estas piezas arqueológicas, realizadas normalmente en bronce, expresaban el vínculo que existía entre dos comunidades. Esto viene reflejado en los textos que se redactan sobre ellas y que pudieron servir de salvoconducto para poder realizar acercamientos e intercambios entre distintas poblaciones y grupos sociales. En esta exposición se ve uno de estos símbolos: la tésera de hospitalidad de Paredes de Nava (Palencia), una pieza del siglo I d.C, tal y como indicó el consejero, que está grabado con caracteres alfabéticos latinos, un texto celtibérico. En ella se establece el pacto de hospitalidad entre Caisaros (de la tribu de los Ceccicos) con la tribu o ciudad de Argailos.

Junto a esta pieza se expone una fotografía de la ‘Mano de Irulegi’ en cuyo dorso hay un texto de cinco palabras que todavía no ha podido ser descifrado. Es el primer texto con cierta extensión en lengua vascónica conocido hasta el momento. También se exponen varias esculturas que hablan de la mano como herramienta del alma. Así se exponen siete esculturas relativas a los mudras que, dentro del contexto hinduista, expresan un gesto hecho con la mano que indica tranquilidad, seguridad, ausencia de miedo y trae protección y bendición divina.

Como pieza introductoria, se exhibe un piano de cola, que evoca al virtuosismo del uso de las manos para tocar este instrumento, y junto a él una obra de la reconocida fotógrafa española Isabel Muñoz, cuyas fotografías se caracterizan por una búsqueda constante de la belleza y el lenguaje de los cuerpos. Por último, en la sala que se proyecta hacia el interior del museo gracias a sus cristaleras se puede contemplar una recreación de gran tamaño de unas manos, en este caso simbolizando la obra de Miguel Ángel, localizada en la Capilla Sixtina, de la creación de Adán.

El Museo organiza varias actividades paralelas a la exposición, relacionadas con la magia en las que se podrá disfrutar de varias sesiones de magia de cerca en septiembre después de las visitas didácticas, contemplando de primera mano el maravilloso poder de las manos en la manifestación de este arte. Estas visitas didácticas tendrán lugar cada día a las 13 y a las 19 horas.

En esta exposición colaboran otros centros museísticos como el Museo de Burgos, a cuyo director Santonja garantizó que “todos los retos que están pendientes se van a cumplir”; el Museo Nacional de Antropología, el Museo de Anatomía Comparada de Vertebrados de la Universidad Complutense de Madrid, el Museo de Palencia y el Museo de Cáceres, así como de varios particulares. Asimismo, participna el Equipo de Investigaciones de Atapuerca en la documentación fotográfica y el asesoramiento técnico, así como de los distintos laboratorios de restauración -Instituto de salud Carlos III de Madrid, Museo de Burgos y Centro Nacional sobre Evolución Humana- que han hecho posible el montaje del ámbito dedicado a Atapuerca.

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