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Urgen ayuda municipal para sostener los espacios privados de uso público en Burgos

Vecinos del entorno del bulevar ferroviario han solicitado al Ayuntamiento de Burgos una reunión por el deterioro de las zonas verdes y del parque infantil y hasta ahora no han obtenido ninguna respuesta

Plaza ubicada entre las calles José Luis Santamaría y Luis Rodríguez Arango de ‘uso público en superficie’.ECB

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Burgos

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La conservación de los espacios privados de uso público trae de cabeza a los vecinos de decenas de comunidades de propietarios por todo Burgos. El concepto urbanístico se resume en la siguiente afirmación: Tú, particular y propietario de una vivienda, mantienes tu calle, jardín, parque infantil y alumbrado, y todo el mundo que pase por allí lo disfruta y también lo deteriora, por el desgaste del simple uso y paso del tiempo. Y, mientras, la administración pública, en este caso el Ayuntamiento de Burgos, mira para otro lado.

Hasta 200 espacios privados de uso público, que abarcan alrededor de 300.000 metros cuadrados, se contabilizan en la ciudad y en recientes desarrollos urbanísticos se sigue manteniendo esta figura como en la situación que se describe a continuación.

El penúltimo caso de quejas vecinales viene protagonizado por vecinos de las comunidades de propietarios de las calles José Luis Santamaría y Luis Rodríguez Arango, en el entorno del bulevar ferroviario. Una plaza interior entre estas dos vías, de unas viviendas que se entregaron en el verano de 2021, tiene esta calificación conocida como ‘uso público en superficie’.

Los propietarios de las viviendas se hacen cargo de pagar la factura eléctrica de las farolas, el agua que se usa para regar las zonas verdes y la limpieza de la plaza, así como del mantenimiento del parque infantil y de todo el conjunto en general. Todo ello representa más de 6.000 euros anuales que pagan los vecinos, a través de las cuotas del recibo de la comunidad.

Hace justo un año, en julio de 2023, el administrador de fincas registro sendos escritos en el Ayuntamiento de Burgos para exponer la situación de «suciedad y deterioro con especial incidencia en los jardines y en el parque infantil» para solicitar una reunión con el titular de la Concejalía de Medio Ambiente. La respuesta ha brillado por su ausencia, ni siquiera una contestación ni, por su puesto, una reunión con responsables municipales para tratar la situación de las zonas verdes.

Los vecinos, conocedores de que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, aprobada de manera inicial el 17 de marzo de 2023, que cambia el concepto en lo que respecta al mantenimiento de este tipo de vías y plazas, buscan el compromiso municipal para hacer frente a todos esos gastos antes comentados.

Y es que ese documento urbanístico, la guía que recoge cómo debe de ser el desarrollo futuro de la ciudad, introdujo el compromiso del Ayuntamiento de Burgos de hacerse cargo del mantenimiento de las zonas privadas de uso público. La revisión del PGOU se inició en 2018, con Javier Lacalle (PP) de alcalde, y hay que recordar que el bipartito de PSOE y Ciudadanos logró aprobar por unanimidad de todos los grupos políticos esa modificación del documento.

La redacción del PGOU recoge en su artículo 131 específicamente que la ciudad se hará cargo de la limpieza, el riego y mantenimiento de los jardines y árboles, de la factura eléctrica y el cambio de luminarias, así como la conservación de los pavimentos, que implica la renovación de baldosas, la limpieza y baldeo. En resumen, la administración local se haría cargo del día a día de estas calles y plazas, pero en el caso de una reforma de más calado ya entrarían en juego las comunidades porque se mantendría esa calificación de uso público en superficie.

Los vecinos de esta zona cercana al bulevar recuerdan que existen varias sentencias que han condenado al Ayuntamiento de Burgos, desde hace varios años, ha hacerse cargo de la conservación de los espacios privados de uso público. De hecho, estos fallos judiciales se tuvieron en cuenta a la hora de redactar de nuevo el artículo 131 antes mencionado. A la vista de esta modificación, lo deseable sería que desde Urbanismo se contase con una partida presupuestaria para abordar las obras dentro de una planificación por años.

Privados de uso privado

Otra posibilidad sería que esos espacios «sean privados de uso privado», es decir, que se puedan vallar para el uso exclusivo de las comunidades de propietarios y que no queden dudas de que serán los dueños lo que se hagan cargo de su mantenimiento. Para cambiar la calificación de espacio privado de uso público a espacio privado de uso privado sería necesario la autorización del Ayuntamiento de Burgos.

Sin embargo, todavía no se ha producido la aprobación definitiva de esa modificación del PGOU y el nuevo concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, ha puesto en duda que el Ayuntamiento de Burgos pueda hacerse cargo del mantenimiento de estos espacios por el elevado coste que implicaría.

En el caso que atañe a esta información, los vecinos trasladaron al Consistorio que asumiera el mantenimiento y conservación y en el caso de no propiciarlo, que «elimine de manera inmediata la servidumbre de uso público en superficie».

Desde la aprobación inicial del PGOU, ya comenzaron a llegar otras peticiones de vecinos en esa misma línea. Entre las comunidades que ya se han interesado hay varios portales de la zona de San José Obrero, donde ya se hicieron obras en años anteriores, la zona de San Francisco y la plaza Vadillos, como algunos de los ejemplos.

Recientemente, este periódico se hacía eco de otra queja, en este sentido, de vecinos de la calle Calzadas por el grave deterioro de una acera en pleno Camino de Santiago, otro ejemplo de espacio privado de uso público que adolece de falta de conservación desde hace décadas.