El hallazgo arqueológico de San Esteban obliga a cambiar de lugar los contenedores
Patrimonio de la Junta plantea que los contenedores soterrados que se iban a ubicar en la zona en la que se han encontrado los restos se construyan en otro lugar
El dictamen de la Comisión de Patrimonio de la Junta era el esperado después de que las obras de soterramiento de unos contenedores en la calle calle de San Esteban sacaran a la luz unos restos arqueológicos. Este organismo de la Junta dictó ayer en un informe preliminar que se debe cambiar la ubicación de estos contenedores, decisión que ya tenía planteada el Ayuntamiento de Burgos después de que afloraran estos restos medievales.
Será mañana, durante una visita a la zona donde se encontraron los restos arqueológicos que realizarán el concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, y el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, cuando se den más detalles de cuáles pueden ser las alternativas que se planteen para la ubicación de estos contenedores bajo tierra. Hay que recordar que los trabajos de soterramiento de los contenedores frente a la iglesia de San Esteban sacaran a la luz estos restos. Las obras están paradas después de que se hayan recuperado unas construcciones medievales que podrían corresponderse con el Corral de los Abades.
El descubrimiento vino después de una prospección rutinaria, que en este entorno suele deparar hallazgos con much frecuencia, ya que se trata de una zona que atesora en el subsuelo numerosos hallazgos arqueológicos. Pero, aun así, a veces sorprenden los descubimientos por encima de las expectativas que se tiene sobre este entorno del Castillo. «La sorpresa ha sido cuando nos han aparecido restos de mayor entidad de lo que pensábamos, con unos silos que son habituales aquí pero no de este tamaño», explicaba en la excavación la arqueóloga Fabiola Monzón durante la visita que se realizó el pasado 23 de julio.
En las catas realizadas han aparecido estos depósitos que en algunos casos tienen dos metros de profundidad y con anchuras de 1,80 y dos metros. Son especialmente grandes. «En las excavaciones que hemos realizado por esta zona en el Solar del Cid, en San Esteban o en San Martín nos han aparecido estos silos pero no de este tamaño», explicaba Monzón. Estos hallazgas hacen pensar que podrían corresponderse a los lugares donde los responsables del cabildo de la Iglesia de San Esteban podrían guardar los diezmos.
Estos silos se tapan con cerámica hacia el siglo XIII y aparecen una construcción que creen que pudo ser un tipo de sótano o alhóndiga y que está en el umbral de cota de la Iglesia de San Esteban.
También se han recuperado restos del pavimento que «podría estar relacionado con alguna de las calles transversales del barrio». En este nivel aparece un espacio de actividad artesanal con pileta y suelos de yeso cuya función se desconoce. Y en la parte más moderna, del siglo XVI se han obtenido construcciones de muros.