Los huertos de ocio de Fuentecillas no arraigan
La demanda tan sólo alcanza el 30 por ciento, mientras que los huertos del Soto de Don Ponce están ocupadas todas las parcelas
No consigue arrancar la idea de los Huertos de Ocio en el Barrio de Fuentecillas. Una petición de la asociación del barrio que el ayuntamiento puso en marcha y es una realidad desde el año 2022 en los terrenos del antiguo campo de futbol. Se pusieron en marcha 63 parcelas de 50 metros cuadrados cada una. A ellas se une, un terreno de 1.000 metros para la puesta en marcha de un proyecto comunal para la asociación.
Del global de las parcelas solamente hay ocupadas 20. Fernando Martínez Acitores, concejal de Mayores, reconoció en su visita a los huertos de ocio situados en el Soto de Don Ponce que «allí cuesta más. Se han sacado varias veces las parcelas y siempre hay posibilidad de que acuda más gente. La ocupación estará en torno al 30 por ciento». Acitores reconoció que si bien desde el inicio en el año 2009 los huertos fueron «un éxito dentro del programa de envejecimiento activo, los está desarrollando y está satisfecho. En Fuentecillas no tiene el mismo tirón».
Uno de los problemas que se encuentra en este momento la propuesta de estos huertos en el barrio de Fuentecillas es la bajada del agua del castillo cuando llueve. Están situadas en un desagüe, natural, una pequeña rambla que arrastra las lluvias de las tormentas, como pasó en durante la tarde del martes 25 de junio. Un episodio excepcional de lluvia que llevo hasta los huertos un río de barro que afectó al invernadero, se llevó parte de la entrada principal y lleno la calle Francisco Salinas de barro, generando una gran balsa que cortó el tráfico en esta vía durante varias horas. En esta zona los bomberos estuvieron trabajando para limpiar las calles y el acceso hasta pasada la media noche. La riada causó daños en la zona del invernadero, afectando al almacén de herramientas. El agua también dejó a su paso grandes socavones en la entrada principal.
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«Fue una tormenta muy grande, un caso de fuerza mayor», apuntó Acitores que apuntó que el ayuntamiento sigue adelante con la mejora de los huertos de Fuentecillas con la instalación de una caseta con taquillas, vestuarios y baños, según se recoge en las bases de actuación de la zona. Una dotación necesaria que no «se sacó a licitación un par de veces y ha quedado desierta. Y probablemente se vuelva a sacar. Se tienen que hacer más actuaciones. Posiblemente, el tema del agua u otros factores influye para que aquella zona no esté ocupada como en estos huertos».
Soto de Don Ponce
Una actividad que es constante en los huertos del “Soto de Don Ponce”. Una finca de 14.400 metros cuadrados con 92 parcelas, de 54 metros. El objetivo es una iniciativa municipal dentro del plan de envejecimiento activo con personas de la tercera edad. Parcelas donde se practica la agricultura ecológica y la recuperación de los usos y técnicas tradicionales. «Estamos en temporada alta. Es un claro ejemplo de lo que queremos fomentar desde la concejalía. Todas las parcelas están ocupadas. Deben ser jubilados mayores de 60 años y cultivar lo que ellos consideren para autoconsumo», explicó Fernando Martínez Acitores. La propuesta busca facilitar recursos de ocio activo, en un espacio de relación e intercambio vinculados a la promoción de la autonomía personal y prevención de la dependencia.
Estamos en un momento de recogida de los frutos y también de preparación para los cultivos de cara a la próxima temporada. Así está haciendo Elena. Es el tercer año que trabaja la huerta, y, por tanto, su segunda parcela. Esta le viene mejor «porque estoy más cerca del agua». Ha venido a regar en previsión de las altas temperaturas que anuncian y también a preparar parte de los bancales con romanesco, berza y brócoli «a ver que tal se me da». Entre los cultivos de esta horticultora destaca también las hierbas aromáticas como el hinojo de Florencia. Está muy contenta con la experiencia, «aunque este año no me maduran los tomates y los que maduran se los comen los pájaros».
Tomás es un veterano de los huertos, lleva ya 11 años trabajando los diferentes bancales. Está feliz en su huerta y le encanta el ejercicio y venir a vigilar que tal van sus cultivos. Este año destaca los calabacines y las calabazas que «son enormes», eso sí, para Tomás este año no se le ha dado las judías, los palos dispuestos para ir trenzando las ramas no consiguen medrar. «No sé que pasa porque a los compañeros las judías les está creciendo y yo no lo consigo».
Un paraíso en la ciudad, al pie del parque de Fuentes Blancas, donde descansar y ver crecer el producto del trabajo de cada uno, directamente desde la tierra.