Emprendedores
Lima Café: como convertir un microcrédito en una idea de éxito
Ray Reyes trasformó hace un año una cafetería de barrio en un restaurante de cocina peruana que es ya una referencia en Burgos. Un negocio que puso en marcha gracias a un microcrédito del banco social de CaixaBank. Cuenta con una plantilla de cinco personas
Ray Reyes llegó a España en un momento complicado. Decidió comenzar su nueva vida desde su Perú natal en plena pandemia. Pero lo tenía claro. Contaba con un motor importante, su pareja, una burgalesa, y su idea de formar una vida en común. Como respaldo, sus ganas de trabajar y sus conocimientos en hostelería.
Durante un tiempo formó parte de la plantilla de diferentes establecimientos de la capital, pero decidió convertir el sueño de tener un restaurante propio «yo era cocinero en Lima, mi especialidad es la cocina peruana. Y comprobé que en Burgos no había oferta, por lo menos el tipo de platos que sé hacer», explica Ray.
Antes de lanzarse a la aventura, estuvo trabajando en Zaragoza, cerca de medio año, para conocer por dentro el negocio de hostelería en España. Contaba con experiencia previa en Perú y estudios de Administración Hostelera. De vuelta a Burgos, siguió un tiempo trabajando por cuenta ajena, pero no dejó a un lado la idea de sacar adelante un negocio propio.
En otoño del 2022 decidió dar un paso adelante. «Era cliente de la Caixa y le pregunté a mi gestora cómo podía obtener un préstamo». En ese momento le dirigieron hacia la Fundación Lesmes, para canalizar la gestión, ya que trabajan de la mano ambas instituciones para diseñar y sacar adelante proyectos de pequeños emprendedores. «Con Sara, la encargada de este tipo de ideas, diseñé la gestión. Y ella se sorprendió porque tenía bastante pensado lo que quería. Ellos te dan un esquema para completar, y de su mano fuimos al banco para presentar la solicitud», relata Ray.
En diez días se aprobó todo. Ray recuerda sonriendo «desde ese momento, todo es real. No fue todo el monto que necesitaba, pero me sirvió de plataforma, un buen punto de partida para decirle a mi familia, esto es real», explica el emprendedor.
Con el préstamo ya aceptado, tocaba poner en marcha el negocio. Ya había mirado locales. Pensó en el centro, pero no podía correr con los gastos que supone un local de esas características.
Con la cabeza fría y sabiendo con lo que podía contar, puso en marcha la conversión de una cafetería tradicional, situada en Calzadas 35, en un restaurante: el Lima Café. Un local totalmente diferente al modelo que existía previamente. «Analicé lo que había antes. Y entendí que los locales cerrados que hay en esta zona, repetían el mismo modelo de propuesta, unas ideas que habían fracasado», explica el emprendedor.
El recibimiento de su establecimiento ha sido bueno. Aunque el encaje de la idea le ha supuesto que «entiendan que somos otros hosteleros, y mi propuesta es diferente. Necesito ajustar mi carta, mis precios para que el negocio sea sostenible», explica Ray.
Hace un año que echó a andar y su plantilla ya ha crecido. Comenzó junto a Lucía, «mi mano derecha, la conocía de antes, sabía que tenía mucha experiencia y fue ella la que me buscó». A día de hoy el Lima Café cuenta con una plantilla de cinco personas.
La acogida está siendo buena. «Están aceptando la propuesta. Tenemos un público específico». Ray Reyes conoce bien el negocio. Gracias al análisis de sus clientes, a través de las herramientas del marketing, puede saber que el 70 por ciento de la clientela son mujeres. «Porque son las más atrevidas a la hora de probar nuevas sugerencias». Con edades comprendidas entre los 25 y los 60 años. Generalmente, tienen algún tipo de contacto con Perú, porque viajaron o porque conoce la cocina, o bien les apetece «probar cosas diferentes». Cuenta ya con clientes que son habituales, que repiten y traen a otros comensales. «Después de probar la carta, vuelven con su pareja y después regresan con parte de la familia y amigos», comenta Ray.
De miércoles a viernes tienen menú de día, «vienen ya muchos vecinos. Los fines de semana nuestros clientes son del resto de la ciudad, desde Gamonal, alrededores del local o la zona cercana a de Vadillos o calle San Francisco». Clientela variada.
La comida de Perú recibe influencias precolombinas, chinas y japonesas. Una forma de elaboración que Ray Reyes conocía antes de llegar a España y que es la base de la propuesta del Lima Café.
El ceviche es el plato estrella. Nos cuenta que exige bastante detalle y conocimiento del cocinero. Porque tiene varios procesos para su correcta elaboración. Un plato frío que necesita cerca de 20 minutos antes de servirse. En el que hay que respetar los tiempos de cocción, de la sal y de lima.
El préstamo fue la base para montar esta idea, que funciona. Pero detrás de todo hay mucha ilusión y trabajo. Ray no duda de que sin el impulso económico no podía haber hecho realidad su sueño. «Una idea que quizá algún día pueda crecer», concluye el emprendedor.
Microcréditos
Según el informe anual de MicroBank en Castilla y León se ha contribuido a crear 948 empleos directos a través del apoyo a los emprendedores. El 45 por ciento que recibió un microcrédito de un banco social de CaixaBank, espera poder contratar nuevos trabajadores durante este año.
Una apuesta que también está generando riqueza, ya que durante el pasado año 2023 supuso un impacto de 4.468 millones de euros en la economía española. Cerca de un 9 por ciento más que durante el año anterior.