Los vecinos de Villatoro recurrirán a la CHD la negativa a autorizar las obras

Los vecinos de Villatoro están más que preocupados tras conocer que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) solo ha concedido autorización parcial para realizar una de las fases de las obras del proyecto de captación de aguas subterráneas. Así, por ahora, no se podrá actuar sobre el arroyo, pese a que el mismo organismo de cuenca llegó a conceder dos veces el permiso en fechas de 2018 y 2022 y solo está autorizada la parte que se corresponde con estudios estratigráficos del terreno.

Ante estas dificultades, que surgen justo en el momento en el que las obras por fin iban a comenzar, los residentes pasan a la acción y anuncian la intención de recurrir la resolución negativa de la CHD. Este martes (por hoy) se ha convocado una reunión a la que se espera que acudan el máximo número de personas, tanto afectadas por la aparición de grietas en sus casas o por la necesidad de tener en sus viviendas bombas de achique, como los no perjudicados de forma directa porque lo podrían estar en el futuro.

Así lo explica Javier Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos, que indica que no se puede recurrir desde el colectivo, sino que tiene que ser cada vecino a título individual. «Cuantos más seamos mejor para poder presentar los recursos primero contra la Confederación Hidrográfica del Duero y no descartamos acudir a la justicia por los daños patrimoniales causados en los últimos años», asegura este representante vecinal, que recuerda situaciones vividas en el pasado en las que hubo que demoler viviendas y otros particulares tuvieron que dejar sus casas para irse a vivir a otro lugar por los daños en sus propiedades.

Desde el barrio no comprenden la situación actual y el cambio de posicionamiento de la CHD de acuerdo a la resolución que llegó el pasado 26 de julio al Ayuntamiento de Burgos. Según asegura, «la misma técnico que ahora deniega el permiso de las obras, concedió la autorización en años anteriores». Unas actuaciones que no pudieron realizarse ni en 2018 ni en 2022 por diversos problemas administrativos y de plazos, el más cercano en el tiempo porque hubo que actualizar el proyecto una vez ya adjudicadas las obras y a punto de iniciarse.

Los vecinos consideran que el problema persiste e incluso se ha agravado con el paso del tiempo y así lo indican los estudios hidrogeológicos que se han realizado entre enero y mayo, a través de la empresa Cemosa, a la que se ha encargado la monitorización previa a las obras y posterior para determinar si los trabajos consiguen sus frutos.

Medidas cautelares

Mientras se resuelve el recurso, solicitarán medidas cautelares dirigidas a que sigan adelante las dos fases de las obras, ya que es en esta ventana de tiempo que se inicia en agosto y termina en febrero, cuando el organismo permite actuar sobre los cauces. «Somos perjudicados directamente y creemos que podemos pedir que no se paren las obras mientras se realiza la parte de los estudios porque el perjuicio de no hacer la obra es mayor que el de hacerla», apunta.

Por su parte, desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Burgos se presentará también un recurso de reposición contra la resolución de la CHD. Así lo ha anunciado el titular de la Concejalía, Juan Manuel Manso, que ha indicado que tienen de plazo hasta el 26 de agosto para hacerlo oficial.

Desde el equipo de Gobierno, admiten que no entienden la negativa a realizar la segunda fase del proyecto que contiene actuaciones como el encauzamiento e impermeabilización del cauce del arroyo, cuando se trata de un proyecto recientemente actualizado, pero basado en soluciones de las que se viene hablando desde hace años con el objetivo de resolver los problemas de filtraciones de agua que provocan grietas y hundimientos en propiedades privadas y en la vía pública.

La única variación, ha matizado, fueron los precios al encontrarse «desactualizados». Finalmente, la adjudicación de las obras para la captación de aguas del arroyo supera los 700.000 euros y la empresa que tiene encargada la ejecución es Herrero Temiño.

En la resolución negativa de la CHD se habla de la necesidad de acometer nuevos estudios del terreno para conocer las consecuencias sobre el acuífero y el arroyo de la ejecución de los túneles de la BU-30, una cuestión que, desde el Ayuntamiento de Burgos, consideran que la CHD debería pedir al Ministerio de Transportes, titular de la infraestructura.

En cuanto al inicio de la parte autorizada de las obras, las catas, los estudios del terreno y los perfiles estratigráficos, están por empezar en cuanto se firme el acta de replanteo, porque también faltaba el plan de seguridad y salud, trámites menores, pero de obligado cumplimiento que quedan por realizarse. De esa primera fase, que tiene plazo de dos meses o dos meses y medio, saldrá un informe que es necesario remitir a la CHD para poder comenzar la segunda en el caso de que se consiga la autorización pertinente.