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Vuelta al cole en Burgos: las familias gastarán una media de 350 euros por hijo

Cada libro de texto cuesta entre 1 y 3 euros más que el curso anterior. Fampa aboga por modificar los umbrales de renta en Releo Plus para «incluir al mayor número de familias»

Sara y Víctor, de la librería Dina 4, preparan pedidos de libros de texto para diferentes centros escolares.TOMÁS ALONSO

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Burgos

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Se acaban las vacaciones y comienza la cuesta de septiembre. El curso 2024-2025 conllevará, por aquello de la inflación, una nueva subida de precios. No desorbitada, aunque al final todo suma. En Burgos, de media, se estima que las familias desembolsarán unos 350 euros por hijo entre libros de texto y material escolar

El gasto será bastante menor en comparación con el año pasado, cuando la nueva Ley de Educación trajo consigo una completa renovación de los libros de texto cuyo incremento superaba los 200 euros . De cara a este curso, los mismos ejemplares se encarecen entre 1 y 3 euros por unidad, tal y como confirman Lara Martínez (librería Margof ) y Víctor Arnaiz ( Dina 4 ). 

Obviamente, no todas las familias se rascarán el bolsillo por igual. Influyen múltiples factores. El principal, sin duda, es el programa Releo Plus, impulsado por la Junta de Castilla y León, que como mínimo beneficiará a 13.840 familias burgalesas. No obstante, quienes acceden a estas ayudas han de pagar los libros por adelantado y el dinero no llega hasta finales de año. 

La Asociación de Libreros de Burgos lleva tiempo poniendo de manifiesto que el sistema andaluz resulta más eficiente y equitativo. «A nivel de las familias es mucho más cómodo y también favorece a los pequeños comercios», asegura Martínez mientras precisa que el hecho de establecer precios fijos, financiados a través de un cheque universal, impide que las grandes plataformas partan con ventaja. 

Uno de los grandes defectos que presenta Releo, a juicio de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de centros públicos no universitarios de Burgos (Fampa), es la incertidumbre a la que se ven sometidos quienes no se benefician de las ayudas en primera fase. Más que nada, porque se desconoce si quedarán ejemplares de sobra en el banco de libros y «la gente tendría que saberlo antes de comprarlos». De esta forma, las familias podrían aprovechar diferentes descuentos y promociones. 

Otro aspecto que la Fampa tampoco pasa por alto en relación a Releo Plus es el límite de renta fijado para acceder a estas prestaciones. Partiendo de la premisa de que «en la actualidad hay mucha diversidad familiar», el vicepresidente y portavoz de la entidad, Fernando Fraile, subraya la necesidad de modificar los umbrales establecidos para «incluir al mayor número de familias». Del mismo modo, le parece de justicia que «quienes donan libros puedan tener derecho a ellos». 

«Vemos más importantes los profesores que los libros de texto. Y hay muchas herramientas que los profesores implementan con menor coste económico»Fernando Fraile, vicepresidente de Fampa Burgos

Fuera de Releo, el gasto en libros y material escolar varía considerablemente de unos centros a otros. En los colegios concertados , como es lógico, el coste se dispara. Los ejemplares son diferentes y, tal y como indica Arnaiz, un lote completo puede suponer un diseño cercano a los 500 euros

Luego está el factor curso. Los más caros, al menos en la actualidad, son  1º y 2º de Primaria o 3º de la ESO. En Infantil, por contra, hay colegios en los que no se requiere ningún libro. Sea como fuere, una factura estándar para un colegio público ronda este año -con descuentos aplicados- unos 215 euros por cinco manuales de Primaria y algo más de 100 por tres en Infantil. 

Donde apenas se percibe la inflación es en el material escolar. El gasto, de nuevo, depende de que el alumno curso sus estudios en un centro público o concertado. En ambos casos las indicaciones son muy concretas, pero en la educación privada se tiende a exigir determinadas marcas. Sea como fuere, el desembolso suele rondar entre 50 y 100 euros

Con la vuelta al cole cada vez más cerca, la Fampa reafirma su compromiso con la defensa de la «educación gratuita» tal y como «marca la Constitución». En este sentido, Fraile señala que «vemos más importantes los profesores que los libros de texto. Y hay muchas herramientas que los profesores implementan con menor coste económico». 

Por otro lado, la entidad también promueve la donación de libros para que Releo llegue al mayor número posible de familias. De igual manera, esta fórmula también contribuye a «cuidar nuestro planeta y enseñarnos valores como compartir». 

Buena campaña y clientela estable

Después del caos provocado por los cambios normativos del año pasado, las librerías burgalesas enfrentan una  «buena campaña» , sin quebraderos de cabeza y con los  «encargos al día» . Así lo indica Martínez y lo corrobora Arnaiz, satisfecho de contar con una «clientela estable» y encantado de atender a quienes «llegan rebotados de Amazon por pedidos erróneos». 

Ambos libreros coinciden al destacar que el pequeño comercio garantiza una serie de ventajas que las grandes plataformas no pueden ofrecer. El «conocimiento» y la «experiencia» son un grado. Y Martínez pone un ejemplo esclarecedor: quien se dedica a esto puede detectar un código erróneo en una lista de libros y realizar el pedido en tiempo y forma, sin complicaciones. 

Poco beneficio, mucho riesgo

A lo largo del verano, las librerías que trabajan con libros de texto manejan una enorme cantidad de pedidos. Pese a ello, los márgenes de beneficio son mucho más bajos que con cualquier otro tipo de volúmenes. No en vano, al final compensa porque hay mucho trabajo en estas fechas. 

«Trabajamos con mucho riesgo», expone la librera de Margof. Razón no le falta, ya que las editoriales «solo permiten devolver un 12% del total que se pide». Y claro, siempre cabe la posibilidad de que se caigan reservas cuando el material ya está en la tienda. Por eso, resulta conveniente que las familias tengan en cuenta esta circunstancia para no generar perjuicio a quienes año tras año se afanan en que ningún alumno vuelva al cole sin sus libros en la mochila.