Las bravas de Mesón Burgos. Una receta mítica que empezó en Madrid
Presentación Salazar, al frente del Mesón Burgos desde 1957, nos cuenta cómo surgieron las famosas bravas del Meson Burgos. La hostelera, con más de 90 años, ha sido reconocida con el Premio Autónomo del Año a la Trayectoria Profesional de este 2024
Presentación Salazar y su marido empezaban a despegar con el negocio. Las patatas como tapa, por más que trataban de convencerla, no le convencían. Llegó el momento de hacer una remodelación al Mesón Burgos y «mi marido y yo pudimos hacer una visita a mis hermanas que vivían en Madrid y mi cuñado nos dijo te voy a llevar a probar unas bravas que te van a encantar», recuerda la veterana hostelera.
Así empezó la historia de las famosas patatas bravas del Mesón Burgos. En una taberna de Madrid. «Mi cuñado tenía razón, estaban muy ricas pero yo le dije a mi marido ya sé cómo se hacen pero yo las voy a hacer mejor», cuenta. Y así empezó. No las tenía todas consigo o por ser mujer precavida, pensó que iban a empezar con unas pocas. «Cuando volvimos, como no sabía si iban a gustar o no porque íbamos poco a poco, pedí 25 kilos y volaron, las vendí en un periquete», recuerda.
Y el pedido se fue incrementando. «Hemos vendido muchísimas en todos estos años, todo lo que hacíamos salía eran otros tiempos, se gastaba más o la novedad, en aquellos tiempos podíamos sacar 300 kilos de patatas bravas diarios». Hoy hay más competencia, más variedades y aunque siguen teniendo tirón, «no se vende tanto». Eso sí los días buenos, como ahora en verano que «hay jaleo» y en días concretos del fin de semana, se pueden vender 250 kilos de bravas.
Reconoce que se acercan tanto la clientela de siempre como turistas. «Si que hay mucha gente de fuera que viene, recomendados todos, de Madrid y de Barcelona y me dicen eso, que es una buena recomendación porque sabe mejor de lo que esperaban», explica. Y algunos repiten en cada visita a Burgos. «El otro día un cliente de fuera que hacia 15 años que no venía y ya estuvimos de charla, es lo que más me gusta, hablar con los clientes, con los camareros...», señala.