La «pequeña obra» del Puente de Capiscol se dilata hasta final de año

Una «pequeña obra» que obliga tener cortado un carril desde hace casi dos años. Se trata de la intervención para cambiar la junta de dilatación que mantiene la afluencia de vehículos del puente de Capiscol, en la calle Juan Ramón Jiménez, a medio gas. Y así seguirá hasta final de año.

«Es una pena pero se tarda más en la burocracia que en la obra en sí pero es un camino que tenemos que seguir sí o sí», lamenta el concejal de Vías Públicas y Urbanismo, Juan Manuel Manso. Las obras para la sustitución de esa junta de dilatación se demorarán, previsiblemente, hasta final de año. Todo eso si el proyecto de intervención llega en el mes de septiembre. «Se licitó un contrato menor para la redacción del proyecto que tiene que estar al llegar y luego hay que plantear toda la tramitación de aprobar el proyecto, licitar la obra y adjudicarla que no te lleva menos de tres meses», explica el edil.

A pesar de que la infraestructura a penas tiene una década desde que se inauguró los problemas en el puente vienen de lejos. Se trata de un elemento constructivo que permite el movimiento de la estructura facilitando el contacto con el terreno fijo. La del Puente de Capiscol se adivina pequeña, habida cuenta de los problemas detectados desde 2020 que obligaban al corte temporal de uno de los carriles de acceso al barrio de Gamonal de forma recurrente. Finalmente, hace dos años, se planteó el corte definitivo hasta realizar la sustitución de los elementos del puente defectuosos. «La cuestión es que hay que cambiar esa junta de dilatación porque es un modelo que ya no se fabrica, en la anterior legislatura se intentó el arreglo con la brigada de obras en varias ocasiones pero eso no funcionó», explica Manso.

En el mes de abril se licitó un contrato menor para redactar el proyecto de reparación de la junta de dilatación del puente de la calle Juan Ramón Jiménez sobre el río Arlanzón por un valor de 5.000 euros y tres meses de ejecución. De las tres ofertas recibidas se adjudicó a GPYO Innova a finales del mes de abril por valor de 4.132.

Mientras, el puente seguirá a medio gas. Esta situación no daña la estructura en sí del puente pero, ante las dilataciones de la infraestructura, se generan fisuras y socavones en el firme. De ahí que ese carril esté cortado y siga así hasta el año que viene. Calculan que la obra no conllevará mucho más de dos meses de ejecución, la mitad de los tiempos para la redacción y adjudicación de la reforma.

Puente de la calle Corazas

En la misma situación está la intervención en el puente entre la calle Corazas y la calle Murallas. «En este caso la intervención es más ambiciosa porque se requiere una demolición y construir uno nuevo», explica el concejal de Vías y Obras. En este vial los problemas se detectaron ya en 2020 cuando se planteaba intervenir para reparar los daños en la armadura de los tableros y estribos, los desconchones del hormigón del recubierto de la infraestructura y se planteaba mejorar la iluminación que resulta insuficiente.

Todo quedo en ‘stand by’ porque ha sido necesario modificar el proyecto. «El proyecto estaba mal hecho ha habido que adjudicar de nuevo la redacción para llevar a cabo su modificación y estamos ya en fecha para entregar la redacción del proyecto», explica Manso. En 2021 se planteaba la redacción del proyecto por un importe de 20.000 euros para llevar a cabo estudios de la estructura, el terreno y un estudio geológico de la zona.

De esta manera las obras también tendrían que esperar a licitar el proyecto y la concurrencia de empresas para ejecutar un arreglo que supondrá cambios del tráfico en la zona, que se usa frecuentemente como atajo para conectar con coche el barrio de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas con el centro de la ciudad. El plazo de ejecución de las obras será más largo que en Capiscol puesto que supone demoler la infraestructura y volver a levantarla de nuevo.