La prisión de Burgos será centro nacional de formación de unidades caninas de detección de drogas

Este lunes trabajadores de los centros de prisiones de Alicante II, Dueñas y Tenerife han iniciado el curso de formación para poner en marcha en estos centros penitenciarios el programa de unidades caninas para la detección de entrada de drogas en las cárceles. Estos se denominan equipos cinológicos de los que hay 23 en todo el país. El primero arrancó en Burgos. 

«Con la creación delos nuevos equipos cinológicos estamos reafirmándonos en una apuesta decisiva por sumar cuantas estrategias sean precisas para evitar la entrada y consumo de droga en prisión. Y, en última instancia, se trata de poner en funcionamiento herramientas que contribuyan al abordaje de las adicciones y a la protección de la salud de quienes cumplen penas privativas de libertad», señaló en el inicio en Burgos de un curso formativo para profesionales penitenciarios el director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Vicente. 

El curso, desarrollado en colaboración con la Policía Local de Burgos (que fue clave para poner en marcha en 2018 la primera experiencia piloto en el Centro Penitenciario de Burgos y para el desarrollo de las siguientes fases del proyecto de creación de unidades caninas), se desarrolla en 520 horas lectivas con sesiones teóricas y entrenamiento práctico en los centros de trabajo. En esta ocasión participan diez profesionales que tendrán asignados diez perros para su adiestramiento en la detección de droga mediante el sistema de marcaje lapa. 

A día de hoy, son 23 las unidades caninas en activo en los centros penitenciarios de la Administración General del Estado. Cuentan con infraestructura propia las prisiones de A Lama (Pontevedra), Albolote, Algeciras, Burgos, Castellón II, Ceuta, Córdoba, Huelva, Las Palmas II, León, Madrid III, Madrid V, Madrid VII, Málaga I, Málaga II, Mallorca, Murcia II, Puerto III, Sevilla II, Teixeiro (A Coruña), Topas (Salamanca), Valencia y Zaragoza. Además, estos equipos prestan servicio a otros centros penitenciarios en la zona en la que operan, por lo que su radio de acción se extiende a gran parte de la geografía. 

Una vez finalizado el curso cuyo inicio se cerró este lunes en el Teatro Principal con la participación del delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, la alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala, y el director general de Ejecución Penal que ha agradecido la colaboración del Consistorio. 

Esta técnica de perros lapa se caracteriza por ser poco invasiva: el perro se limita a indicar la zona en la que detecta la presencia de sustancias estupefacientes. Además de ser uno de los recursos para que los trabajadores de prisiones pueda neutralizar la presencia de droga en el interior de la cárcel, es un efecto disuasorio en los accesos a los establecimientos y supone un refuerzo de las campañas de concienciación que se impulsan periódicamente y que están orientadas a luchar contra la entrada y el consumo de estupefacientes en los centros.