¿A quién multarías en esta foto? Descubre si es legal atar tu bici o patinete a bancos y farolas

Esta imagen de un banco convertido en aparcamiento de bicis y patinete, tomada en la avenida de la Paz de Burgos frente a una inmobiliaria, es cada vez más habitual por todos los barrios de Burgos y, especialmente, en el centro de la ciudad. Abundan las bicicletas y patinetes sujetos con candados y cadenas al mobiliario urbano a las puertas de una oficina, un edificio público o cualquier negocio.

Lo que es una buena noticia para la movilidad sostenible, también presenta inconvenientes. En ocasiones se concentran tantas bicis y VPN que no hay mobiliario urbano suficiente disponible para tanto usuario buscando aparcamiento, por lo que generalmente impera la ley de la selva y se aparcan donde más a mano le queda al usuario.

Pero la cuestión que vamos a analizar está en si es o no sancionable dejar bicis, patinetes y otros VPN atados a un banco como en la fotografía.

Alerta de spoiler: Sí hay sanción, pero no todos los propietarios podrían ser multados según la ordenanza municipal de movilidad vigente desde octubre de 2021.

Aunque es extremadamente raro que se sancione un caso similar, nada impide que haya multa si un ciudadano pone el asunto en manos de la Policía Local porque se siente perjudicado por el aparcamiento de bicis y patinetes, por ejemplo, en un banco que pretende utilizar y se lo impiden o estorban.

El riesgo de multa existe porque la ordenanza especifica que siempre que hay que aparcar las bicicletas siempre que sea posible en un sitio habilitado y si no lo hay se podrían anclar en el mobiliario urbano, siempre que no entorpezca o no se obstaculice.

Literalmente, la ordenanza regula que las bicicletas sí podrán ser “amarradas a elementos del mobiliario urbano, por un plazo máximo de 24 horas, siempre y cuando no se dificulte su uso o funcionamiento, no se dañen los mismos con el sistema de amarre o anclaje y no se interfiera la circulación de peatones y otros vehículos”. A mayores indica expresamente que “se prohibe dejar elementos de amarre en el mobiliario urbano”.

Es decir, que no pasa nada si dejas la bici candada en un banco delante de la oficina, siempre que no estorbe, y cuando termines de trabajar te vas con ella a tu casa. Pero si la dejas toda la semana, te podrían multar, aunque lo más probable es que te la roben o te pinchen una rueda. Y en ningún caso puedes dejar el candado sujeto al banco o a una farola o, ni siquiera en un aparcabicis, para no cargar con él porque te pesa. Te lo podrían retirar con una cizalla.

Por otro lado, hay que recordar que las bicicletas también tienen sus limitaciones a la hora de estacionar. Por ejemplo, lo tienen prohibido en los aparcamientos destinados para motocicletas y ciclomotores y tampoco la puedes dejar aparcada junto a las fachadas, ya que es obligatorio dejar una distancia mínima de 1,5 metros respecto a la pared.

Tampoco puedes circular con la bici o con el patinete por todas las calles peatonales. Solo se puede en Fernán González, Concordia, Avellanos, San Lesmes, Gran Teatro, plaza Alonso Martínez, paseo de la Sierra de Atapuerca, puente Besón y la pasarela entre la calle Gran Teatro y el paseo de la Sierra de Atapuerca.

A estas alturas ya empiezas a pensar si no será el patinete el que está mal aparcado amarrado al banco con un candado, porque vemos que las bicis no tienen problema salvo que no dejen pasar a los peatones o impidan el uso normal del mobiliario urbano.

Los patinetes y otros VMP ¿dónde aparcan?

Y, efectivamente, tendrías razón. Está totalmente prohibido aparcar los patinetes y cualquier otro tipo de vehículos de movilidad personal (VMP) amarrados al mobiliario urbano. Y aquí no hay excepciones. No se puede y punto.

Así pues, en el ejemplo de la fotografía, el dueño o dueña del patinete está cometiendo una infracción que podría suponer una sanción económica.

Lo dice bien clarito la ordenanza cuando señala que “queda prohibido el uso de mobiliario urbano con el fin de inmovilizar un ciclomotor, una motocicleta o VMP”. Además, se establece que “las motocicletas, ciclomotores y VMP no podrán estacionar en los aparcamientos destinados a las bicicletas”.

Por tanto, si tienes un VMP, y los patinetes son los más numerosos de estos vehículos, solo podrás estacionar “en los espacios reservados y debidamente señalizados para ellos”, según regula la ordenanza municipal de movilidad de Burgos.

En el caso de las calles peatonales, zonas peatonales y aceras, también “se prohíbe el aparcamiento de motocicletas, ciclomotores y VMP, excepto en las zonas habilitadas y señalizadas al efecto”.

La ordenanza municipal de movilidad de Burgos intenta poner puertas al campo y poner límites a los abusos que cometen parte de los usuarios de los VMP tras la gran proliferación de este tipo de vehículos, a los que acceden todo tipo de personas que se cuelan entre el tráfico sin haber recibido ningún tipo de formación, como sí sucede con los motociclistas o los conductores de turismos, camiones o furgonetas.

De hecho, la Asociación Burgos con Bici considera que "los VMPs deben clasificarse como lo que son: vehículos a motor". Por tanto, son partidarios de que su circulación se regule por la calzada, "no permitiéndoselo por las aceras, y siendo excepcional la autorización de su circulación por vías ciclistas sólo en el caso de VMP´s de nivel A (menos de 25 kg de peso y con 20km/h de velocidad máxima homologada)".

Si bien la entrada en vigor de esta ordenanza acabó con el aparcamiento de las motos sobre las aceras, los patinetes y las bicis se han lanzado a ocupar ese espacio y lo mismo circulan por los espacios reservados a los peatones que aparcan y se sujetan con candados en el mobiliario urbano, generando quejas de peatones y residentes.