El Correo de Burgos

La UBU logra una nueva beca europea de 1,5M€ para optimizar el uso del hidrógeno

El ingeniero Andrés Díaz Portugal obtiene la segunda ayuda del Consejo Europeo de Investigación en menos de un año. El proyecto seleccionado aspira a combatir a medio plazo el deterioro de los metales al contacto con este gas a alta presión, lo que facilitaría su manejo

El investigador Andrés Díaz (derecha), junto al rector de la UBU y al vicerrector de Investigación, Transferencia e Innovación

El investigador Andrés Díaz (derecha), junto al rector de la UBU y al vicerrector de Investigación, Transferencia e InnovaciónSANTI OTERO

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Orgullo y satisfacción mostraba el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, al dar a conocer un nuevo hito protagonizado por la institución que representa. Y es que por segunda vez en menos de un año el Consejo Europeo de Investigación (ERC) ha otorgado a un docente de la UBU una de sus prestigiosas y codiciadas, por nutridas, becas. En concreto, el doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y máster en Integridad y Durabilidad de Materiales, Andrés Díaz Portugal, obtenía una ayuda de 1,5 millones de euros en la categoría Starting Grant, dirigida a jóvenes investigadores.

El proyecto, seleccionado junto a otros 493 de entre más de 3.700 llegados de todo el mundo, se denomina 'Mitigación de la fragilización por hidrógeno mediante patrones de difusión en capas en metales' (HELMet) y busca solventar uno de los problemas que presenta el manejo de este gas a alta presión, combustible del futuro por su nula contaminación.

El propio Díaz Portugal explicaba al respecto que la mayoría de aleaciones se degradan y son más débiles en esta situación. «Y esto es un problema en el diseño de infraestructuras, tuberías, depósitos, en definitiva, de todo lo que esté en contacto con hidrógeno a alta presión. Si conseguimos arreglarlo, disminuiremos costes, permitiremos diseños más óptimos y creemos que en un futuro, a medio o largo plazo, puede tener un impacto muy grande a nivel socioeconómico, también ambiental, obviamente», detallaba.

Aunque resta todavía conocer la razón de ese deterioro, en lo que distintos grupos de investigación de todo el mundo se afanan, el equipo liderado por el ingeniero burgalés trabajará en paralelo en modificar mediante fabricación aditiva la microestructura de distintos aceros convencionales para tratar de mejorar su resistencia al hidrógeno.

Esta apuesta entronca con el firme compromiso de la Universidad de Burgos con el desarrollo de tecnologías relacionadas con la obtención, el almacenamiento, la distribución y el uso del hidrógeno verde. “El proyecto becado está perfectamente vinculado con el gran esfuerzo científico e investigador que la UBU desarrolla desde hace años en este ámbito, en el que encabezamos en la región el Plan Complementario H2MetAmo y, en paralelamente, lideramos la docencia con la impartición del Máster en Formación Permanente en Tecnologías del Hidrógeno, disponemos de un puntero Laboratorio de Tecnologías del Hidrógeno, de una Unidad Conjunta de Investigación sobre Tecnologías del Hidrógeno y pronto acogeremos, con el apoyo del Ayuntamiento, de la Cámara de Comercio y de la Fundación Caja de Burgos, una incubadora de empresas de hidrógeno verde y renovables que afianzará la posición de Burgos como referente nacional en la materia”, detallaba el rector.

En este contexto, el decidido respaldo de Europa cobra especial relevancia. El dinero otorgado permitirá contratar a cuatro personas para impulsar el proyecto y el ingeniero becado recibirá además 75.000 euros de la UBU -así como 7.000 solo por presentarse y haber pasado el primer corte- y el compromiso de estabilización. Este reconocimiento es un nuevo fruto de la escuela creada por la UBU para fomentar y apoyar la solicitud de ayudas a la investigación. "Nuestro propósito era lograr al menos una en los tres primeros años y en un año sumamos dos", destacaba el vicerrector de Investigación, Transferencia e Innovación y responsable de la iniciativa, José Miguel García.

Las becas del Consejo Europeo (ERC) son -en cualquiera de sus cuatro categorías- las más prestigiosas y competitivas del mundo, abiertas a cualquier investigador, con la única condición de que desarrolle al menos el 50% de su actividad en la Unión Europea. Estas nuevas subvenciones, por un valor total de 780 millones de euros, forman parte del programa Horizonte Europa de la UE.

Entre las 494 becas concedidas hoy, únicamente 17 distinguen a 12 universidades españolas. En concreto, además de la de Burgos, la única de Castilla y León, la obtenían docentes de centros de Barcelona, Zaragoza, Santiago de Compostela, Castilla-La Mancha, Navarra y Granada, así como la Universidad Autónoma de Barcelona, la Politécnica de Cataluña, la Autónoma de Madrid, la Pompeu Fabra y la Complutense de Madrid, esta última con tres ayudas. Las 16 restantes, hasta completar las 33 otorgadas en España, se destinan a centros, fundaciones e institutos de investigación no universitarios.

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