A por la décima del Tribu
El San Miguel Tribu Festival regresa al centro de Burgos en su décimo aniversario y espera congregar a unos 30.000 asistentes de la mano de bandas emergentes y aunando música, gastronomía y patrimonio
Música, gastronomía y patrimonio son los tres elementos que ofrece el San Miguel Tribu Festival, que celebra del 20 al 22 de septiembre su décimo aniversario, y lo hace por todo lo alto, con una edición gratuita que vuelve al centro de la ciudad. Más de una docena de bandas nacionales y locales se darán cita en este evento musical que espera unos 30.000 asistentes y podría dejar un retorno económico de 1,2 millones de euros en la ciudad.
«Las expectativas son muy buenas. Diez años son muchos para un proyecto que ya está asentado en la ciudad y reconocido por los burgaleses y visitantes», afirma su director, Héctor Aguilar, que explica que para celebrar estos diez primeros años de música del Tribu, han querido tener un detalle con su público, y ofrecer una edición cien por cien gratuita. «Lo haremos recordando un poco los inicios del festival y agradeciendo al público todos estos años», añade.
De esta forma, los conciertos regresan al centro de la ciudad con dos escenarios ubicados en los dos espacios más céntricos de la ciudad ,como son la Plaza Mayor, donde estará el Escenario San Miguel; y el Paseo del Espolón. En esta zona también habrá una zona gastro para que los asistentes puedan tomar algo mientras disfrutan del concierto, así como de las propuestas de los artesanos locales que expondrán sus trabajos.
BANDAS
Aunque todavía queda hueco para las sorpresas, Tribu ya ha anunciado a algunas de las bandas y artistas que estarán presentes en esta décima edición, y vuelve a apostar por grupos locales, así como otras grandes promesas del panorama musical. La décima edición del San Miguel Tribu Festival contará con las actuaciones de María José Llergo, ; y Gorka Urbizu, el cantante, guitarrista, compositor y letrista de Berri Txarrak que presentará su proyecto en solitario ‘Hasiera Bat’. A ellos se unen Ángeles Toledano, la internacional Miss Bolivia, Ale Acosta o María de la Flor.
Entre las propuestas locales, destaca El Nido, revelación del folk nacional que llega a su ciudad natal con su gira de conciertos por España presentando ‘Refugios a cielo abierto’. El TriBu Festival será su último concierto en Burgos hasta la presentación de su próximo trabajo. Otro nombre burgalés será el de DEB, una burgalesa de 26 años que lanzó hace apneas unos meses su segundo EP, llamado ‘Pretérito’. También estará presente el dúo instrumental de Diego Galaz y Jorge Arribas conocido como Fetén Fetén, el multi-instrumentista, cantautor y productor Carlos Ares; Izaro; Fillas de Cassandra; Club del Río; Gara Durán o la también burgalesa Eugenia.
INICIOS DEL TRIBU
Aguilar recuerda los inicios de este festival, que nació teniendo de referentes a grandes nombres como Sonorama Ribera, que se celebra en agosto en Aranda de Duero, y Ebrovisión, que tiene lugar estos días en Miranda de Ebro. «Han sido inspiración para nosotros, y siempre quedaba la espinita de decir: ¿por qué no tenemos en nuestra ciudad un proyecto de este tipo?». Fue así como decidieron «lanzarse a la piscina», creando este festival que tiene como referentes a estos grandes espectáculos, pero que buscaba su propia identidad.
«Decidimos hacer otro tipo de festival más urbano y a otra escala. El nuestro es más pequeñito, somos un poco el hermano pequeño», indica Aguilar, que se muestra orgulloso de todos los proyectos musicales de calidad que existen hoy en día en la provincia de Burgos. Hace referencia también a todos aquellos que tienen lugar en el entorno rural y que ponen de manifiesto el atractivo de los pueblos de la provincia.
«La progresión del festival ha sido poco a poco, haciendo las cosas con calidad, creciendo con sentido y afianzando el proyecto en la ciudad» afirma con orgullo su director, que asegura que aquello que hace especial y diferente al Tribu es precisamente la conjugación que existe entre música, patrimonio y gastronomía. «El entorno ayuda mucho, quien viene a disfrutar de los conciertos, también viene a disfrutar de la ciudad, comer en los restaurantes… que nos acojan en la ciudad ayuda mucho a que tengan valor añadido».
A esto se suma el cuidado cartel que presentan en cada edición, con el que buscan «ir un poco más allá», apostando por artistas emergentes. «Hemos conseguido que el público venga a descubrir cosas porque sabe que hay un criterio detrás y por lo menos les va a sorprender», apostilla Aguilar.
De hecho, ya en su pasada edición, cerca del 40 por ciento de los asistentes al San Miguel Tribu Festival eran de fuera de la provincia burgalesa, lo que evidencia su repercusión nacional. Durante los dos últimos años, el festival se celebró en La Parrala, donde tenían un aforo limitado, y reunieron a unas 10.000 personas durante el fin de semana. Para esta edición, la organización espera aumentar estas cifras, dado que el festival será gratuito y en el centro de la ciudad, por lo que sus previsiones de asistencia se sitúa en las 30.000 personas durante los tres días que dura el festival.
La edición de 2019 es la que más se asemeja a la que se vivirá este año. El festival dejó un retorno económico de 1,2 millones de euros en la ciudad, contando tanto las pernoctaciones de público que llega de fuera de la ciudad como el gasto que se deja en el entorno. «Para un festival de unos 200.000 euros de presupuesto, el retorno es muy grande, y es muy interesante para la ciudad apostar por este tipo de propuestas», explica el responsable.
Por todo ello, consideran a este evento musical un «proyecto de ciudad» que involucra también a los negocios y la hostelería de la Burgos. En este punto, asegura que el proyecto tiene garantizada su continuidad, y cuenta con un apoyo institucional y empresarial claro, y está totalmente asentado entre el público.
De cara al futuro, la organización quiere que el festival crezca de forma sostenida y con cautela. «Si podemos ampliar escenarios en la ciudad y programación, será el objetivo. No vamos a desplazarnos a un recinto ni hacer nada grande, porque no entendemos que sea el concepto del festival ni necesario para la ciudad», subraya. Por ello, el objetivo es mejorar la calidad de la programación y de la atención al público.