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La hostelería burgalesa se pone las pilas para digitalizar sus negocios

La Federación Provincial de Hostelería se alía con la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) para informar y formar en la presencia online de los negocios. Las redes sociales son la «asignatura pendiente»

Dos clientes consultan en su teléfono móvil información sobre el local de hostelería en el que están consumiendo.TOMÁS ALONSO

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Burgos

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La hostelería es una de las actividades económicas que no se puede deslocalizar, al contrario que otro tipo de empresas que pueden optar por llevarse la producción a la otra punta del mundo. Los negocios están físicamente donde están y generan riqueza y puestos de trabajo en la localidad en la que se implantan.

Estar atado a un código postal no implica que los propietarios no deban apostar por la digitalización de sus establecimientos y una de las patas del salto online es estar presente en Internet con una página web sobre el negocio, con su descripción y características, así como la interacción en redes sociales para llegar a un público más amplio y fidelizar al consumidor.

No toda la hostelería parte del mismo punto, los negocios de alojamiento, por ejemplo, dieron el salto antes con cuestiones básicas como la posibilidad de gestionar las reservas online. Mientras, los de restauración han ido algo a la zaga.

Y es cierto que cuando una persona se plantea salir de casa para comer, un gesto que ya está interiorizado de manera casi natural, y más entre las nuevas generaciones, es acudir a un buscador en su teléfono móvil y escribir, por ejemplo: ¿dónde comer en Burgos? La respuesta a esa pregunta da la clave de cuáles son los establecimientos que cuentan con esa presencia online y cuáles son los mejores posesionados.

Desde la Federación Provincial de Hostelería de Burgos están convencidos de que el futuro camina hacia esa digitalización, aun cuando el hostelero tiene un trabajo ingente solo con la gestión diaria de su local. Pero consideran importante no quedarse atrás y como asegura, Enrique Seco, presidente del colectivo, «hay ganas de ponerse al día».

Así, después de un verano intenso en cuanto a actividad, han agendado talleres de digitalización a partir de octubre y noviembre con la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) para introducirse o bien para avanzar en ese camino sin retorno que es la digitalización.

Recientemente, en el estudio ‘Las claves de la digitalización de la hostelería', elaborado por EY para Conecthados, la plataforma compuesta por Hostelería de España, junto a varias marcas proveedoras, ponía de relieve que la provincia de Burgos suspendía en esta materia con una nota de 4,6. La encuesta realizada entre los profesionales ponía de relieve que la apuesta en digitalización en la provincia burgalesa es todavía «escasa».

El presidente de la federación achaca esta mala nota a la gran extensión de la provincia con cientos de negocios con realidades muy diferentes y reconoce que los empresarios no son ajenos a las ayudas económicas que se han puesto en marcha desde Europa y el Gobierno central con el programa Kit Digital. «Me sorprende ese escaso 4,6, pero creo que dentro de un año podemos estar en una mejor posición por el interés que existe por mejorar», añade.

En este sentido, cuenta su propio ejemplo en la gestión de su local: ‘El Soportal’, en calle Sombrerería. «Yo tenía página web, pero he aprovechado las ayudas para modernizarla, pero creo que me falta mucho en materia de redes sociales», asegura, aunque indica que en la mayoría de los casos, de empresarios que no han apostado por este tema es «por falta de tiempo».

El presidente de la Federación Provincial de Hostelería considera que la falta de presencia en redes sociales «es la asignatura pendiente», aunque cada vez hay más negocios burgaleses que han abierto esa vía con cierto éxito a la hora de difundir sus cartas, sus especialidades o su buen hacer en los fogones.

Seco pone el ejemplo de su compañera de junta directiva, Isabel Álvarez, de Maricastaña, que, desde su punto de vista, «es una crack de las redes sociales». Y reconoce que cuando ha realizado una publicación, relacionada con una tapa nueva en su local, se nota que llega gente que la ha visto porque «nos la piden más de lo habitual».

Según opina, el Kit Digital ha sido un revulsivo «para actualizarse, una ayuda bastante buena y que ha supuesto un antes y un después». Pero recuerda que no son solo las redes sociales, está también el posicionamiento en Google y todo lo que tiene que ver con la factura electrónica que, en este caso, conecta online a los negocios con Hacienda.

La falta de presupuesto y de formación como las barreras de la digitalización

El estudio ‘Las claves de la digitalización en la hostelería, elaborado por EY para Conecthados, la plataforma compuesta por Hostelería de España, junto a varias marcas proveedoras, pone de relieve que el 52% de los encuestados considera que la digitalización es importante y clave para hacer frente a los desafíos del negocio.
En la encuesta realizada entre empresarios de hostelería de Burgos, por ejemplo, aparecen casos como el de los municipios burgaleses de Berlangas de Roa y Rabé de las Calzadas, que consideran que actualmente se encuentran en una situación muy escasa de digitalización. Ya sea en las zonas rurales o en la capital, entre las principales barreras o dificultades para incrementar la presencia online de los establecimientos, está la falta de formación, de presupuesto y de tiempo a la hora de implementar soluciones tecnológicas que permitan fidelizar a su clientela y atraer a nuevos consumidores.
Los restaurantes de gama alta son los que sacan mejor nota, ya que manejan más herramientas tecnológicas y más presupuesto, también los relacionados con el alojamiento, mientras que en el lado contrario están las cafeterías y bares.
El incremento de ventas es la principal motivación de los hosteleros a la hora de digitalizarse, según muestra el estudio comentado. Así, consideran que la presencia en redes sociales y en Internet son claves para llegar a un público más amplio que no necesariamente tienen porque ser turistas de paso, sino clientes locales.