Pasión por la música
La Feria del Disco y del CD lleva más de tres décadas ofreciendo a los amantes de la música la oportunidad de encontrar tesoros para sus colecciones. Un público diverso en el que cada vez hay más jóvenes que se llevan a casa los clásicos de los 60 a los 80.
Te tiene que gustar. Pero para los que les encantan los mercadillos, el trastear, buscar, remover y encontrar el objeto deseado es una auténtica «gozada». Es lo que trasmiten los burgaleses que se mueven entre las filas de cajas que dan forma a la Feria del Disco y del CD de Burgos que vuelve a la capital. Más de 15.000 a la vista para hacer un viaje por los recuerdos y la memoria abierto al conocimiento y el coleccionismo.
Una propuesta que vuelve a Burgos cada seis meses, en los salones del Hotel Corona de Castilla, un referente que atrae a público fijo, pero que cada vez ve llegar a más jóvenes. «No está desfasado. En absoluto. Está muy vivo», explica Jorge ‘Goblo’, Prieto. «Las tiendas físicas han desaparecido. Yo tenía tienda en Madrid, Globo Media, y se cerró. La pandemia le dio la puntilla a una situación que llevaba decayendo tiempo. Quedan en algunas capitales como Valencia, Barcelona, Bilbao, Madrid. En el resto no hay. Aquí, en Burgos, ya no queda ninguna», explica Javier, que añade que si bien, la venta on-line ofrece un mundo de posibilidades, no sustituye el poder tener «el disco en la mano, ver como está, comprobar la edición. No hay color».
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Entre lo expuesto se encuentran, tanto discos como CDS, desde los 10 a los 20 euros. Ediciones que destacan por su rareza por 30 euros. Aunque, por lógica, cuando más especiales y raros son, más precio tiene. Por ejemplo, el single de Parálisis Permanente ‘Quiero ser Santa’ en perfecto estado se valora en 60 euros, mientras la colección especial de cuatro vinilos de los KISS, suman los 300 euros.
Y es que hay para todos los gustos. En los expositores se agrupa por décadas, países, estilos, Bandas Sonoras, ediciones descatalogadas y algunas «reediciones que valen una fortuna. Más que el original incluso y suenan mucho peor en algunos casos». Es el caso del vinilo, pero según su experiencia, el CD, se sigue vendiendo muy bien. «Hay demanda».
PEQUEÑOS TESOROS
Y es que en el mundo de las reproducciones digitales, las playlists y las plataformas hay lugar para todo, «si te gusta la música». Por su experiencia están viendo que el público ha cambiado. Se está renovando con gente muy joven, de 18 para arriba. Javier acaba de atender a un joven al que calcula unos 20 años. «Se ha llevado casi diez CDS, con un gusto muy variado, pop, soul, rhythm and blues, de los 50 y también algunas actuales».
Para José Ricardo ‘Pali’, el punto de inflexión fue la pandemia. «En casa los padres les pusieron su música y eso los chicos escucharon algo que la industria ya no les da. Cada vez hay menos independencia en las radios que siempre ponen lo mismo. Descubrieron la música y ya les enganchó». En este tiempo, por su experiencia los gustos han cambiado, ahora se está vendiendo «mucho la música de los 80, de todo española e internacional».
Entre las que hoy se llevan a casa un tesoro está Carla. Tres de Charly García, un cantautor argentino «soy de Oviedo y allí no lo encontraba.Así que estoy feliz». Junto a los CDS, un regalo para su novio «Uno de Oasis, que ahora que se vuelven a juntar, es una ocasión ».
Feliz también se va a casa Iovana de 28 años, con tres vinilos nuevos «Reconozco que alguno me llevo de sorpresa para descubrirlo y lo elijo porque me llama la atención la portada. Pero así, voy conociendo grupos de los que no tengo ni idea», explica que comenzó a aficionarse al coleccionismo hace poco y va ampliando sus gustos, gracias a ferias como la de Burgos. Hoy descubrirá como suenan Odette, Alessi’s Ark y Emmy Lou Harris.
Y es que en los cajones puedes encontrar prácticamente de todo, desde ‘ Cientocero’ de Supersubmarina, a los Boleros más clásicos, pasando por la Banda Sonora Original de Jesucristo Superstar para los más nostálgicos, el gran Bowie, Amy Winehouse en vinilo, Vangelis o Rick Astley.
Carlos está buscando algo para su mujer, «nos regalaron un tocadiscos y hemos ido recopilando discos de la familia. Pero ahora estoy buscando un disco de especial para regalar».
En este mercado hay sitio para todos los gustos o para casi todos, según Javier Globo, entre su oferta no hay lugar para el reggaeton.«No lo trato. Hay estilos que no los trabajamos porque no los conozco y no puedo recomendar y comprar si no lo conozco. Y otros directamente porque no quiero hacerlo. Simplemente, no me gusta y aquí no tienen salida».
Entre los clásicos, ambos sitúan la música inmortal. Tanto la clásica que para Javier ‘Globo’ se escucha en casa y tiene poca salida en venta como la clásica actual como son los Beatles, Rolling Stones, los inmortales. La música está más viva que nunca.