UPA denuncia ataques reiterados de lobos en la Demanda, Merindades y el valle de Sedano
UPA BURGOS califica a situación de los ganaderos como «límite». Un solo ganadero ha sufrido desde el mes de mayo la muerte de 30 de sus animales.
La organización agraria UPA califica de «límite» la situación en la que se encuentran los ganaderos de extensivo de la Sierra de la Demanda, Merindades y el valle de Sedano. Tres zonas de la provincia burgalesa que, según UPA, están viviendo un aumento de los ataques de lobos a sus ganados. Así lo asegura la organización, a través de un comunicado en el que señala que los ataques se están repitiendo desde hace meses, «muestra de ello es que un solo ganadero ha sufrido desde mayo la muerte de treinta terneros por ataques de estos cánidos».
La organización agraria considera que las autoridades competentes no están aplicando las medidas necesarias para controlar la especie, «que está en plena expansión en la provincia. Es lamentable e injustificable que no se actúe a pesar de las denuncias de los ganaderos». Asimismo, denuncian que la Junta de Castilla y León está utilizando excusas para no indemnizar tras muchos de los ataques de lobos que se siguen produciendo en Burgos, argumentando que «no hay evidencia de que esas muertes sean provocadas por lobos».
Así mismo, apuntan a que existen expedientes abiertos en el Servicio Territorial de Medio Ambiente, tras las denuncias que interponen los ganaderos por haber sufrido un ataque de lobos en su explotación. Expedientes que «son denegados por la Administración regional supuestamente por falta de indicios determinantes de que sean lobos».
La organización apunta a que los ganaderos burgaleses de extensivo se encuentran «indefensos y muy molestos», ante este posicionamiento de Medio Ambiente, que sigue sin ver la realidad de lo que está ocurriendo. Upa añade que, en muchos casos, la acción del lobo suele venir acompañada poco después por la presencia de carroñeras, cada vez más numerosas en la provincia. Una situación que UPA indica queda reflejada por la actividad de las patrullas medioambientales, que podrían constatar que después de los ataques de los lobos aparecen las aves carroñeras, especialmente los buitres y que por ese motivo, apenas dejan restos del cadáver y unos pocos huesos, «sobre los que dilucidan dichos agentes para redactar el expediente, por lo que se suele reflejar en los informes que no existen indicios determinantes de que la acción haya sido de los lobos»
Por último, UPA BURGOS hace un nuevo llamamiento a la responsabilidad política de Medio Ambiente, a los que apunta como «verdaderos responsables de estos hechos», para que no oculten la realidad que les permite a la Junta de Castilla y León ahorrarse la indemnización a los ganaderos. Consideran que la situación es ya de por sí lo suficientemente grave por la presión que sufren a todos los niveles los afectados con la pérdida continua de animales, «como para que además sean víctimas de la cerrazón administrativa para que así los ganaderos no tengan opción alguna de poder recibir la compensación que les corresponde».