Siete de cada diez alumnos de los programas mixtos de formación y empleo encuentran trabajo

Un gesto, apenas un papel que representa mucho más, que vale por una oportunidad. 24 alumnos de tres programas mixtos de formación y empleo impulsados por la Junta de Castilla y León recibían en el Monasterio de San Agustín el diploma que acredita que han recibido tal preparación, en jardinería y carpintería en concreto. Cruzan todos los dedos para formar parte de la positiva estadística de inserción laboral de la que goza esta iniciativa, pues siete de cada diez participantes encuentran un trabajo poco después de recibir esta capacitación.

Así lo ha destacado el delegado territorial de la Administración regional en Burgos, Roberto Saiz, que, para empezar, agradecía a la Diputación Provincial, representada en el evento por su presidente, Borja Suárez, la colaboración institucional que siempre brinda al desarrollo de estos programas "cuyo objetivo es dotar de mayores herramientas de inclusión social a colectivos especialmente vulnerables en el ámbito laboral".

Cumple esta apuesta, al parecer, dados los datos, con su pretensión. Pueden dar fe de ello los más de 700 participantes que en los últimos años han pasado por los 51 programas llevados a cabo, con una inversión por parte del Gobierno autonómico superior a los 8 millones de euros, promovidos por la Diputación.

"Y van a continuar", anunciaba Saiz, para recordar que "recientemente se ha convocado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) una nueva convocatoria de estos programas para Burgos, a desarrollar en 2025, dotada con 5 millones". Se mantiene así el progresivo aumento presupuestario que elevaba en 2024 a 4,3 millones los 3,5 del 2023, pasando el total de alumnos potenciales de 242 a 274.

Insistía el delegado de la Junta en traducir el número de participantes en oportunidades. "Es de lo que se trata, porque el acceso al empleo es la mejor política para garantizar no solo el desarrollo personal, también para fijar población", indicaba. En la misma línea se expresaba Suárez, que vinculaba esa inserción laboral a la riqueza de la provincia y la repoblación que facilita a su supervivencia. Lo cierto es que con tal fin se diseñan estos programas mixtos, pues ajusta la formación que ofrecen "a las necesidades del territorio", tal y como subrayaba el presidente de la Diputación.

En concreto, cada uno de los tres programas que ayer celebraban su particular 'graduación' han preparado en total 16 alumnos en dos tandas de 8 durante seis meses. Los últimos 24 -que los cursaban entre marzo y septiembre- recibían el mencionado diploma en la cita celebrada en San Agustín. Sus coordinadores mostraron lo aprendido en breves vídeos que daban cuenta de la aplicación práctica de los conocimientos teóricos adquiridos.

El denominado Albayalde preparaba a 6 mujeres y 2 hombres en acabado de carpintería y mueble y propiciaba la reparación del retablo de San Juan Bautista de la iglesia de San Miguel Arcángel de Hontoria de la Cantera y de un banco policromado y un portavelas en la iglesia de San Martín Obispo de Atapuerca.

Los de jardinería (llamados Miraflor y Obarenes) mejoraban las zonas verdes del complejo de Fuentes Blancas y sus alumnos, 8 mujeres y 8 hombres, realizaban también tareas de desbroce y plantación de árboles y arbustos.