La incertidumbre ante el coche eléctrico dispara un 5% el vehículo de ocasión

El vehículo de ocasión tira del mercado de turismos y todoterrenos. Las cifras demuestran que la decisión de la gran compra de un vehículo nuevo se pospone a la espera de que se defina el tipo de movilidad a largo plazo. «La incertidumbre con los eléctricos hace que si hay una necesidad de cambiar de coche se apuesta por una solución temporal hasta ver qué pasa, así que se apuesta por el vehículo de ocasión», señala el presidente de la Asociación de Concesionarios de Automoción de Burgos (Aconauto), Carlos Arce.

Las cifras de las patronales del sector a nivel nacional Ganvam (distribuidores oficiales e independientes) y Faconauto (concesionarios) avalan esa percepción. Según estas cifras se han matriculado solo en agosto 989 coches de segunda mano que son un 8% menos que hace un año pero el dato acumulado lleva otra dirección. En 2024 se han matriculado 10.785 vehículos de los que 9.108 son de ocasión. Son ocho de cada diez adquiridos en la provincia de Burgos.

Las cifras reflejan un incremento interanual de ventas del coche de ocasión de casi un 5% respecto a 2023 cuando se habían comercializado 8.692 turismos hasta agosto. Un incremento similar al registrado en el total de ventas que el año pasado fue de 10.277.

Todo incremento queda supeditado al mercado de ocasión donde lo que se vende no es lo más caro. La compra habitual está entre los 15.000 y 20.000 euros cuando hace unos años eran unos 24.000 de media. «El volumen de operaciones ha subido pero el valor no tanto, se apuesta por el medio usado más barato para ir tirando hasta ver qué pasa con el eléctrico, con las zonas de bajas emisiones etc y decidir la compra definitiva para los próximos años», sostiene Carlos Arce.

Esta contención de la compra tiene dos explicaciones según los concesionarios burgaleses. La primera es que los vehículos seminuevos, con entre cuatro y cinco años de antigüedad, son un ‘rara avis’. «Hay un hueco de coches seminuevos construidos en torno a las fechas de la pandemia de Covid que hay muy pocos porque durante tres o cuatro meses de confinamiento se paró en seco la producción con lo que están mucho más caros y hay pocos», explica Arce. Y, por otro lado, no se realizan grandes desembolsos porque «se desconfía del eléctrico y, salvo en las grades ciudades, la puesta en marcha de las Zonas de Bajas Emisiones y la restricción de circulación y multas se ve a largo plazo, un ejemplo está en Burgos, primero instalan las cámaras, luego se pone en marcha con carácter informativo y no se empieza a sancionar en 18 meses o dos años».

Una situación que no es exclusiva de Burgos. Esta incertidumbre ha llevado a que la fábrica de Volkswagen en Alemania elimine en la fábrica matriz el turno de noche e incluso anunciaron a principios de este mes el podible cierre de fábricas. La competencia de China, con coches más baratos, y la falta de ventas están detrás de este desbarajuste. «Europa ha virado la producción al eléctrico pero no está tan claro», sentencia Arce.

Del total de 10.785 nuevas matriculaciones, 1.700 se corresponden a nuevos turismos o todo terrenos entre particulares. Hay que sumar 748 nuevos vehículos de empresa. En cuanto a las motorizaciones, las convencionales siguen en caída libre. Se han vendido 757 de gasolina, un 20% menos que hace un año. El diésel sigue desplomándose con 172 operaciones en la provincia, un 26% menos que hace un año cuando ya había empezado a caer. En cuanto al resto estos se sitúan en unos 1.537 vehículos vendidos donde los híbridos mandan.

«Quien se decanta por un vehículo nuevo apuesta por uno combinado que tienes la garantía del motor de combustión y la pegatina para poder acceder a zonas del eléctrico», remarca. Así, del total de coches 1.168 son híbridos y solo 121 enchufables. Eléctricos puros alcanzan las 134 matriculaciones y de gas fueron 114 en Burgos. Los híbridos suben un 39% en el último año, los híbridos enchufables y los eléctricos crecen un 7% en la provincia según Anfac.