Los extranjeros compensan la caída del turismo nacional en ‘campings’

El verano es tiempo de salir y disfrutar al aire libre. En Burgos es temporada alta para el turismo. Hay quien busca algo más. El contacto con la naturaleza y la independencia de una tienda de campaña, un bungalow en un camping o el caravaning que ha despegado tras la pandemia. En el 2024 las cifras en Burgos siguen al alza. Este tipo de turismo ha crecido un 12% impulsado, especialmente, por la alta afluencia de campistas extranjeros.

«Estamos en una temporada un pelín más baja que en 2023 que fue excepcional, en verano ha ido bien en mayo y junio pero la Semana Santa no fue buena por el frío la tormenta y la lluvia», señala el portavoz de la Asociación de Empresarios de Camping de Castilla y León (Asecal), Raúl Vaquero. Reconoce que «mayo y junio ha sido bueno, julio un poco peor, pero lo bueno es que sigue aumentando el turismo extranjero que compensa la caída del turismo nacional», señala.

Las ultimas cifras de la Encuesta de Ocupación de Establecimientos Extrahoteleros los campings de Burgos han incrementado la cifra de viajeros en un 12%. Esta oferta de turismo ha atraído a 57.858 personas entre enero y julio. Con 6.242 campistas más que en el mismo periodo del año pasado. Aunque las cifras están enmarcadas en una tendencia al alza del viajero extranjero.

De esta manera, el visitante nacional que elige una tienda de campaña, una caravana, una autocaravana o una furgoneta camper que se instala en un negocio de acampada se ha reducido en un 16%. Han pasado de los más de 18.000 el año pasado a los 15.126 registrados entre enero y julio de 2024. En el mismo periodo el visitante extranjero ha crecido un 36%. Son casi 8.000 registros más que hace un año. En cifras, entre enero y junio del año pasado algo más de 22.000 campistas de otro país anclaron sus tiendas en la provincia. Este año han acampado casi 30.000 personas de otros países en las instalaciones de Burgos.

Lo que baja son las pernoctaciones y el gasto medio. «Se nota que el colchón que tenían las familias después del covid se han ido gastando», explica Vaquero. De esta manera las pernoctaciones han caído un 15%. El impulso del turista extranjero, que ha pasado más noches bajo el cielo burgalés, no ha sido suficiente para mejorar las cifras.

De esta manera, en la provincia de Burgos se han registrado un total de 88.516 pernoctaciones hasta julio. El año pasado en el mismo periodo se habían materializado 103.834. El descenso es achacable a la pérdida de actividad en el segmento nacional. Sus noches en camping se han reducido en un 36% respecto al año pasado. Se han registrado poco más de 43.000 en 2024 frente a las mas de 67.000 del año pasado. En cuanto a la población extranjera, que parece haber descubierto las rutas por Burgos, la cifra sigue al alza. Son un 24% más de noches que han pasado los campings de la provincia.

Menos gasto

Una situación, la del descenso del viajero nacional, que se puede achacar a la menor disposición de presupuesto. «La gente se ha acostumbrado a salir más, a disfrutar más de la vida y llega un momento que el dinero se agota». En esa tormenta perfecta hay que añadir el aumento de costes y productos que ha golpeado a economías familiares pero también empresariales. «Hemos tenido que ajustar las tarifas con un ligero incremento, porque no se ha repercutido todo, porque las materias primas son más caras», explica Vaquero.

Así, se han reducido las estancias con menos noches pero el gasto en los recursos de restauración de estos espacios también ha bajado. La caída del presupuesto «ha repercutido especialmente en restauración y en el gasto de los bares del camping», explican desde Asecal.

A pesar de eso el número de negocios dedicados al camping se ha recuperado en la última década. En julio de este año son  18 negocios que explotan campings en la provincia. Son dos más que en julio del año pasado y suben en cinco respecto al año de la pandemia. En la época de postpandemia este tipo de negocios hosteleros recuperó actividad ante el miedo a zonas colectivas y la necesidad por recuperar las estancias al aire libre.

Estancias más cortas

La estancia media por contra ha bajado. Antes había menos viajeros pero éstos eran más fieles. En 2014 la estancia media superaba los tres días y medio. En julio de este año ha caído hasta los 2,34 días de estancia media. La reducción del gasto en las vacaciones está detrás del drástico descenso en el último año ya que en julio del año pasado se rozaron los tres días de estancia media.

Los viajeros que optan por este tipo de turismo cambia en función de la estación pero «es muy variado». De esta manera, en verano son más familias las que ocupan parcelas y bungalows. «Somos un territorio, la región más grande de toda Europa, en la que tenemos de todo: senderismo, visitas culturales a los mejores monumentos de Europa, gastronomía, vinos.... Hay tanta variedad que hay mucho tipo de público», explica Raúl Vaquero. Destaca que el resto del año «hay mucha gente joven o séniors , que apuestan por el camper o la autocaravana, que están durante todo el año en busca de experiencias en la naturaleza, por el Camino de Santiago que también tenemos mucho, o por visitas culturales», señala.

Quizás ese público desestacional es el que permite que las cifras de empleo generadas por los camping y las autocaravanas esté en constante crecimiento. Así las cosas, en Burgos este mes de julio estos 18 negocios emplean a 106 personas, principalmente en el medio rural, la cifra es la más alta de los últimos diez años y crece respecto al ejercicio pasado. En julio de 2014 los campings generaban trabajo para 63 personas y en el mismo mes del año pasado eran 75 las personas empleadas en el sector.