Descubre qué universidad acaba de estrenar su Grado de Medicina y podría marcar el camino a la UBU

Las palabras de Alfonso Fernández Mañueco en la capital burgalesa en la apertura del curso académico de Castilla y León y en presencia de los rectores de todas las universidades de la Comunidad comprometiéndose a hacer “lo posible” por que las universidades de León y Burgos tengan su facultad de Medicina han desatado la euforia hasta el punto de que parecería que los primeros médicos formados en Burgos estén a punto de pasar consulta. Nada más lejos de la realidad. 

El cambio de postura de la Junta expresado por Mañueco, por importante que sea, que lo es, es sólo un primer paso en un largo camino que la Universidad de Burgos tardar muchos años en recorrer. Hay ejemplos muy recientes y similares que así lo evidencian. Y además, existe un rechazo entre los decanos de otras universidades a que proliferen las facultades de Medicina.

Nueva facultad de medicina en Andalucía, un espejo para la Universidad de Burgos

El espejo en el que puede mirarse la Universidad de Burgos de cara a formalizar su propuesta para implantar el ansiado grado en Medicina es la Universidad de Huelva (UHU), que acaba de recibir este mes de septiembre a los 64 primeros alumnos de esta titulación y convertirse en el sexto campus andaluz que oferta estos estudios, que ya se imparten en todas las provincias de esta Comunidad.

Huelva y Burgos han compartido argumentos en su carrera por completar su oferta docente con Medicina, incidiendo en que se necesitan más profesionales de la medicina “muy preparados para atender a todos los retos que tiene la sociedad actual”, en palabras de la rectora de la institución onubense, María Antonia Peña, hace una semana en la apertura del primer curso. En Huelva, como en Burgos, se opina que el Grado de Medicina es de “altísima demanda” y que “muchos estudiantes se quedan fuera de esta titulación por escasez de plazas”.

Han pasado catorce años desde que se aprobó la titulación en Huelva hasta que los primeros alumnos se han sentado en los pupitres de sus nuevas instalaciones. Un momento simbólico para el que la Universidad de Burgos está lejos aún de presenciar. En primer lugar, hay que ponerse de acuerdo entre las cuatro universidades públicas castellano leonesas tras el giro de la política de la Junta en favor de implantar el grado de Medicina en León y Burgos anunciado por su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, precisamente en la capital burgalesa en la apertura del curso académico de Castilla y León y en presencia de los rectores de todas las universidades de la Comunidad.

Mañueco ha dejado la pelota en el tejado de las universidades de León y Burgos, que tendrán en primer lugar que convencer a Valladolid y Salamanca de que sus planes son viables y compatibles con la formación que se ofrece en la actualidad. En segundo lugar, la titulación de Medicina es compleja y, como todas, la planificación de esos estudios debe ser validada por la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario (ACSUCyL), que ya puso pegas al plan de estudios de la UBU para el grado de Matemática Aplicada y Computación que la UBU esperaba impartir ya en el curso 2024-2025.

La agencia ponía el acento, precisamente, en el punto que le supondrá más problemas a la UBU para poner en marcha el grado de Medicina: la plantilla docente. Si ya fue complejo encontrar profesorado para matemáticas, en el caso de Medicina y para una carrera de nueva implantación podría ser aún más complicado.

En Huelva su primer curso del recién estrenado grado de Medicina arranca con una quincena de docentes, la mayor parte de ellos miembros del Colegio de Médicos de Huelva que darán clase como "profesores asociados".

¿Y si todo va bien, qué podría ir mal después?

Si el proyecto de la UBU pasara el filtro del consejo de universidades y Acsucyl, aún tendría que dotarse de las instalaciones adecuadas para impartir el nuevo grado. Aquí lo tiene, aparentemente, más fácil ya que cuenta con espacio más que suficiente en el antiguo hospital militar, donde ya tiene su sede la facultad de Ciencias de la Salud. 

El problema podría radicar en la necesidad de movilizar fondos para sufragar obras de adecuación y de compra del material docente específico para la impartición del Grado en Medicina. No es moco de pavo para una universidad como la de Burgos, cuyo rector, Manuel Pérez Mateos, se queja de que está “infrafinanciada” cada vez que tiene la oportunidad.

Catorce años tardó la UHU en alinear todos estos requisitos y lanzar los estudios de Medicina, queda por delante conocer cuáles son, exactamente, los planes de la UBU en todos estos pasos, su cronograma y la concreción de su propuesta para este grado, más allá de insistir en la complementariedad con otros estudios de la UBU, como su grado estrella, el de Enfermería, o la importancia para su futuro de contar con una carrera tan prestigiosa.