Clarios presume de «simbiosis con el entorno» y apuesta por la innovación

Clarios, firma internacional líder en la fabricación de baterías de bajo voltaje, ha celebrado por todo lo alto los 50 años de su planta en Burgos. Contaba para la ocasión con el respaldo de los máximos responsables de la compañía y representantes de todas las administraciones, que coincidían en destacar la firme apuesta de la fábrica por la innovación y la sostenibilidad.

De ello presumía en el evento, de hecho, el director de las instalaciones ubicadas en el polígono de Villalonquéjar, Eduardo Quintanal, que subrayaba además «la simbiosis que existe entre la empresa y su entorno» como ingrediente clave de la receta de la larga y próspera vida de la planta.

«Podemos decir que uno de cada tres vehículos en el mundo es alimentado por una batería Clarios. Eso nos convierte en líderes y al mismo tiempo nos obliga a ser responsables allí donde operamos y trabajamos», explicaba, para resaltar la influencia positiva en la economía local que generan, no solo las operaciones comerciales que la fábrica realiza y benefician a proveedores de proximidad, sino, sobre todo, el empeño por mantener «un empleo estable a lo largo de los años», traducido en 300 puestos de trabajo ‘sostenidos’ durante este medio siglo. A sus ocupantes, en concreto, quiso dedicar Quintanal «el más sincero agradecimiento» de la compañía: «Vuestro talento y vuestro compromiso nos han convertido en un referente global de excelencia y competitividad». 

El sudor de su frente hacía posible, de paso, superar recientemente la barrera de los 170 millones de baterías fabricadas en la planta burgalesa, tantas en la última década como en los primeros cuarenta años de actividad. «Este logro es un claro testimonio del crecimiento exponencial que estamos experimentando y de nuestra capacidad de adaptarnos y de evolucionar con el mercado», indicaba el director de una fábrica pionera en incorporar «procesos novedosos» y ejemplares, compartidos después por todo el sector.

Quintanal quiso también incidir en la sostenibilidad como elemento esencial de la estrategia de Clarios. Señaló que «además de fabricar uno de los productos más reciclables del mundo, hemos instalado paneles solares en la planta de Burgos para reducir nuestra huella de carbono».

Tal batería -valga el guiño- de fortalezas permite a la firma «afrontar el futuro con confianza e ilusión»: «Sabemos que los próximos años traerán nuevos desafíos, pero estamos preparados para enfrentarnos y aprovechar grandes oportunidades en digitalización, electrificación, reciclaje y sostenibilidad ambiental».

La vicepresidenta de la Junta, Isabel Blanco, y la alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala, tomaron también la palabra en la celebración del 50 aniversario de Clarios. La primera aprovechó la cita para poner de relevancia que «Castilla y León es una potencia industrial en España y especialmente en el sector de la automoción», que suma 35.000 empleos en la Comunidad y 100.000 indirectos.

Así, consideraba ejemplar la trayectoria de la planta burgalesa, que «ha demostrado que no puede haber modernización si no es con las personas», en referencia a su apuesta por el trabajo de calidad y por su «vertiente social», materializada ayer, de hecho, en la entrega de un cheque de 5.000 euros a dos proyectos de la Asociación Española Contra el Cáncer.

«La innovación viene a ayudar, nunca a sustituir, siempre a facilitar la vida», prosiguió Blanco, convencida de que es a compañías como la homenajeada a las que hay que respaldar con medidas como las que incluye, explicó, la estrategia de emprendimiento e innovación aprobada por la Junta de Castilla y León para su desarrollo hasta 2027. Contempla cuatro ejes fundamentales: la creación de nuevas empresas que hagan crecer el tejido industrial, el I+D+i, la transformación digital y la sostenibilidad. Como denominador común, un objetivo: «Apoyar a nuestras empresas, porque son las que generan oportunidades y las que ayudan a crear empleo y a traer talento», apostilló.

Al vuelo cazaba las referencias la alcaldesa, Cristina Ayala, que insistía en su intervención en que precisamente la ciudad lidera esa potencia industrial regional de la que hablaba la vicepresidenta de la Junta. Miraba no obstante al futuro y enlazaba el agradecimiento a Clarios por su «historia de éxito» y sus planes de futuro y ampliación de la actividad en Burgos con el propósito municipal de contribuir a que esos buenos resultados continúen: «Necesitamos jóvenes formados y por eso hemos presentado el primer plan de talento».

Por su parte, Barbora Kasanicka, vicepresidenta de RRHH EMEA de Clarios, afirmaba que «esta planta ha fomentado generaciones de talento, liderazgo y trabajo en equipo».

La fábrica de Burgos, junto con los centros de Guardamar del Segura e Ibi, y la planta de reciclaje de Medina del Campo, forman el clúster productivo de la firma en la península ibérica.